capitulo 16

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Mí viaje terminó, y el avión aterrizó en España.

Yo tenía muchas ganas de venir a este País desde hace muchos meses, pero no en estás condiciones, huyendo de algo que ni sé si hice.

Tome las maletas y baje confundido, sin entender las cosas, ¿Que fue lo que hice? En qué momento pasó todo esto, a Miguel no le tenía mucha confianza, no me caía muy bien, pero yo no sería capaz de hacerle daño, no tendría ninguna razón para hacerle algo, él nunca obró mal conmigo para yo agredirlo
No soy un criminal, no soy una mala persona que actúa sin pensar las cosas

Suspiré y me cubrí bien con mi chaqueta, hacia frío.
miré alrededor todo estaba bien bonito como lo recordaba.

Empecé a caminar entre las personas, mientras una brisa fría golpeaba mi cara, iba perdido en mi mundo hasta que visualice a Sérgio, él estaba al lado de su hermoso carro deportivo, solté aire, como quisiera ser como el, no tiene ningún problema, y está en paz con todos
Apenas me vio, camino hacia mi para darme un abrazo, abrazo que no correspondí, su abrazo me reconfortó, pero tenía unas ganas inmensas de llorar, sentir su cálido abrazo me estremeció y calentó mí fría alma, necesitaba esto.
Suspiré cuando se separó de mi

—Ostia tío, es una maravilla que te vinieras para acá—dice al separarse de mi, yo no podía hablarle, no sabía cómo decirle todo lo que pasó
a Sergio no le conté nada por teléfono, solo dije que vendría a visitarlo

—¡Ey tío! ¿Que acontece? —Pregunta Sergio extrañado—estás muy callado y eso es raro en ti

—Necesito que me lleves rápido a tu casa, necesito dormir, descansar un poco —solte con un gran nudo en mí garganta

Sergio tomo una de mis maletas y la coloco en la parte de atrás del carro

Sin decir más palabras, Sergio me llevo hasta tu casa.
Miraba las hermosas casas, por la ventanilla del carro
La ciudad de Madrid si que es linda, sentía que todo se movía lentamente, no escuchaba nada, absolutamente solo se escuchaba el silencio dentro de mí cabeza.

Pude visualizar a niños jugar, jovenes caminar a la orilla de la carretera.
Suspiré y enterré mis ojos en mí regazo.

Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas ahora que mí cerebro está reaccionando a la grave situación que estaba pasando
Sergio no hablo, no dijo ni una sola palabra y agradecí en silencio que no me haya preguntado nada

El vehículo empezó a bajar la velocidad, miré por la ventanilla, ya habíamos llegado.
La casa lucía más hermosa que la última vez que vine, se notaba que habia hecho cambios en ella 

Baje de su carro, y tome mis maletas

—Espera tío, te ayudo —dice Sergio bajando de su carro

El tomo una de mis maletas y junto a él camine hacia la casa, note la gran fuente que estaba en el jardín delantero, se veía sofisticada y lujosa, típico en Sergio

Mientras Sergio abría las puertas de su casa miré el vecindario se encontraba solitario, y muy hermoso

Abrió la puerta para que entrara, si, le había hecho cambios, lo primero que llamó mi atención fue un gigantesco cuadro que estaba justo al frente de la pared de la sala, era un gran dibujo con muchos colores
Se veía muy bien en el lugar

Los muebles eran los mismos, la tele la había comprado mucho más grande.
—¿Deseas algo de comer?—Pregunta Sergio al cerrar la puerta

—Solo quiero un te, hace mucho frío afuera —conteste desanimado

—Claro tío, ya te lo preparo

Dejo la maleta justo al lado de los muebles que adornaban la amplia sala
Quite mis zapatos y me coloque sobre la suave alfombra de la sala

El Desastre de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora