El Desastre de mi Vida

Capítulo: 28

El desastre de mi vida
Capitulo: 28

A Sergio le conté todo lo que habia pasado en mí oficina y el porque coloque la cámara escondida, sabía que nadie la encontraria nunca, solo Jack y yo sabía dónde se encontraba.

Y estaba seguro que  Jack también lo había olvidado por completo, esa cámara que instalamos para captar al ladron y despues de eso no volvimos a hablar de eso

— ¡enhorabuena!, esta es una súper noticia tío ¿Habrá grabado lo que pasó aquella noche? — dice Sergio quien estaba sentado en su cama al parecer ya se le había quitado el sueño

— No lo sé, pero supongo que sí, solo hay que hablar con Jack y que empiece a buscar lo que tanto necesitamos

— No podemos llamarle ahora, es muy temprano, son las 3 de la mañana pienso que mejor durmamos y mañana lo hacemos

Me despedí de Sergio y me fui a la habitación, pero por más que quise no pude conciliar el sueño.

Mis nervios estaban de punta, no sabía si la cámara habrá guardado lo que tanto estoy buscando, las pruebas que necesito para poder comprobar mí inocencia, esa sola cámara muestra toda la oficina, y estoy seguro que se verá absolutamente todo.

¿Y si yo aparecía como autor del crimen?
Después de todo yo no sé lo que hice esa noche, esto es jodidamente difícil.

no podía dormir, esa cámara podría salvarme o hundirme más, esperaba que todo saliera a mí favor, porque si en la cámara aparezco yo haciéndole daño a Miguel, yo mismo voy y me entrego a las autoridades ¿Que pensaría Natha de mí? Ahora que estaba sintiendo que de verdad había encontrado el amor de mí vida

Suspiré, coloque mis antebrazos sobre la cara y mí vista estaba al techo seguía pensando de todo lo que se me venía encima

Miré el reloj a mí lado, marcaban las 4  : 30 de la mañana.

No aguanto más, tome el teléfono y empecé a marcar el número de Jack tal vez este dormido, es lo más seguro pero necesito hablar con el ahora mismo para poder dormir un poco

Después de varios pitidos, Jack contesta.

—¿Si?—Hablo Jack con su voz soñolienta

—¡Ey Jack,!—lo saludé—pensé que no contestarias

—¿Jefe? —Contesto

—Si, soy Damián,

—Ezequiel Sada querrás decir—comento chistoso y yo solté aire—
¿Pasa algo?, ¿Por qué me estás llamando a esta hora? ¿Estás bien? ¿Qué pasó Jefe, está bien?

—No ha pasado nada, estoy bien, solo que tuve una pesadilla

—¿Es en serio jefe? Me llamas para eso

—Déja terminar, desperté por una horrible pesadilla, y para tratar de tranquilizarme me quedé sentado en el sofá y como mandado por Dios un recuerdo llegó a mi mente

—Me estás asustando Damián —me interrumpió

—¿Recuerdas cuando las cosas se estaban perdiendo en mi oficina?—pregunte

—Claro que sí jefe—respondio

—Bueno...

—¡Oh, la cámara!—me interrumpió yo sonreí, sabía que también se había olvidado de eso, ya habían pasado muchísimos meses—Claro, Damián ¿Crees que haya grabado algo?

—No lo sé, por eso te llamo ahora, no puedo dormir de tanto pensar ¿Le dijiste a alguien más de esa cámara?

—No jefe, yo jamás le conté a nadie de eso, sinceramente ni lo recordaba