20; jeon jungkook

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SEÚL, 07:13 P.M.

-¡Joder, Jungkook!- Grita Lisa completamente fuera de sus casillas. Por mi parte, me limito a levantarme del suelo helado y sacudirme el culo para quitar los restos de hielo de mi pantalón. -¿Se puede saber que cojones te pasa hoy? Se supone que debería de estar todo a la perfección y tu... no paras de cometer errores estúpidos.

Miro hacia el techo y pestañeo un par de veces seguidas, intentando que desaparezcan las lágrimas que se han ido acumulando en mis ojos hasta ahora. Respiro profundamente antes de mirar en su dirección, aun sin decir nada.

-Yo, lo siento Lisa...- Me relamo los labios antes de volver a hablar. -¿Podríamos tomarnos un descanso? Tal vez el aire fresco me vaya bien.

-Dudo mucho que llegados a este punto el "aire fresco" te ayude a realizar una puta coreografía sin caerte cada dos por tres. -Responde casi echando humo por las orejas. Me encojo en mi lugar y cierro los ojos. Escucho como suspira pesadamente antes de poner una mano sobre mi hombro. -Ve, sal de aquí antes de que me arrepienta.

Hago una reverencia en su dirección y doy media vuelta para dirigirme a la salida de la pista. Alzo la vista y achino los ojos en dirección a las gradas, tratando de encontrar a Jimin y que me saque de este lugar. Sin embargo, mis ojos se detienen en Taehyung, quien está sentado al lado de Yoongi. Si no fuera por las gafas de sol que lleva puestas, podría jurar que está mirándome fijamente.

Bajo la mirada, dispuesto a pasar de página. ¿Por qué iría el a mirarme? Al fin y al cabo, habíamos acabado con todo tipo de relación que había existido entre nosotros. Si es que ha existido alguna, claro.

Con el aire faltándome en los pulmones, me deshago de mis patines y me coloco rápidamente mis zapatos. Ni si quiera me preocupo de si los cordones están o no atados. Lo único que quiero ahora mismo es salir de este maldito lugar.

En cuanto cruzo la puerta de entrada al edificio logro distinguir la figura de Jimin, apoyado en uno de los pilares que incorporan el estadio. Me acerco a pasos apresurados hacia donde está él, pero cuando ya estoy a un par de metros me doy cuenta de que está hablando con alguien. Probablemente Yoongi.

Acorto la distancia que queda entre nosotros y me posiciono frente a él. Su sonrisa se desvanece en cuanto me ve aparecer. Vaya con mi mejor amigo.

-Cariño, debo colgar. El deber me llama.- Sonríe de manera amplia antes de apartarse el teléfono de la oreja y finalizar la llamada. Después me mira, y de nuevo su sonrisa desaparece. -¿Se puede saber que te pasa? Tienes una cara de culo increíble.

-¿Podríamos ir a por algo de beber? Por favor- Propongo ignorando por completo su pregunta. Parece entender que no estoy de muy buen humor, por lo que se queda en silencio y pasa su brazo por mi hombro antes de comenzar a caminar hacia en frente.

Después de un par de minutos, entramos a una cafetería pequeña con poca clientela. Me indica que me siente en una de las mesas vacías mientras el va pidiendo las bebidas. Accedo, y me siento en una que está en la esquina del local.

Jimin aparece unos minutos después con dos batidos en sus manos, uno de frambuesa y otro de vainilla. -Bien...¿te apetece hablar ahora?

Cojo el batido de vainilla y llevo la pajita hasta mi boca antes de dar un largo sobro. Me quedo callado durante unos momentos, y dejo de sorber cuando siento como un nudo comienza a formarse en mi garganta. Mis ojos comienzan a aguarse de nuevo, pero hago el esfuerzo de no llorar.

-Y-yo...No puedo más con esto, Minnie.

Una lagrima rebelde se escapa y se desliza a lo largo de mi mejilla. Jimin se inclina sobre la mesa y la aparta, con el ceño fruncido.

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