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16; Jeon Jungkook

BUSÁN, 09:57 A.M.

-Se supone que somos novios. No entiendo porque no me toca o ni me besa...- Continúa quejándose Lisa en voz baja. Suspiro por séptima vez y dirijo mi mirada hacia las gradas donde V y su amigo estaban sentados, observándonos detenidamente.

Desde esa cita he decidido mantener las distancias con Taehyung, pues es el novio de Lisa y no quiero causar problemas ni entrometerme en su relación amorosa. Sin embargo, su presencia complica mucho las cosas. Cada día viene a vernos entrenar y se sienta allí, expectante. Y eso, amigos míos, está acabando lentamente con mi poco y casi inexistente autocontrol.

Para colmo podemos añadir que mi Taehyung, el de la aplicación, sigue sin hablarme, por lo que las formas de desahogarme se van reduciendo a miseras cenizas. Se reducen al límite en que mi única forma de aliviarme es físicamente en la soledad de mi habitación. Ya me entendéis.

-No sé qué decirte, Lisa... Ya sabes que soy inexperto en estos temas. Tal vez es muy pronto para estas cosas.- Respondo con preocupación.

No obstante, agradezco que no haya mantenido ningún contacto físico con ella. Sin razón alguna. Me siento muy posesivo con Taehyung aun cuando sé que no debería serlo.

Al no obtener respuesta por su parte, miro en su dirección, encontrándole con la mirada perdida, pero sin perder el equilibrio en ningún momento.

-Quizá debería hacerme más la interesante...- Dice en un leve susurro. Por un momento casi cae, por lo que le sujeto de los brazos, pero cuando vuelve a estar bien me mira con una sonrisa pícara. –Kookie, me has dado la mejor idea del mundo. Gracias, gracias, ¡gracias!- Expresa antes de abalanzarse sobre mí para abrazarme.

Me quedo atónito en mi lugar, planeando múltiples escenarios ficticios que pueden estar generándose ahora mismo en la mente de Lisa. Cabe reconocer que mi favorito es en el que deja a Taehyung y le dice que no quiere estar más con él. Sin embargo, al verle tan sonriente y feliz, hace que me sienta un muy mal amigo por tener ese tipo de pensamientos.

-¿Y cuál se supone que es esa idea?- Pregunto curioso. En realidad, tengo la mínima esperanza de que mi idea idílica se haga realidad.

-He pensado en que esta tarde vendréis los dos a mi casa, Tae y tú, claro.- Concluye más sonriente de lo habitual. Incluso puedo ver mi reflejo en el deslumbrante brillo de sus ojos. -Tal vez podríamos ver una película juntos, para que se sienta a cómodo al no estar él y yo a solas. Tal vez...

Sus labios continúan moviéndose, pero ya no escucho lo que dicen. Bien, mi autocontrol no estaba funcionando bien últimamente, pero esto no hace más que ir de mal en peor. En definitiva, no creo merecer ser llamado como su mejor amigo cuando claramente tengo sentimientos encontrados en su novio. Pero ella no lo sabe aún, claro está.

-Claro, será una buena idea. Llevaré algo de comer- Finjo una sonrisa y salgo del recinto helado con el corazón en la garganta. No sin antes despedirme de ella con un abrazo.

Corrijo: apesto como mejor amigo. ¿Acaso esto lo estoy haciendo para que ella salga beneficiada? O... ¿lo hago por mí?

Con lágrimas comenzando a acumularse en mis ojos, levanto la mirada en busca de Jimin, pero en mi campo de visión solo se percibe una mirada intensa enfocada en mí. ¿Por qué me lo intenta poner más difícil de lo que ya es?

Me acerco a la puerta de salida y veo a Jimin hablar con alguien en los banquillos de descanso. Pero cuando me acerco a él, mi amigo es más rápido y le pide que se vaya, acercándose él a donde yo estoy.