CAPITULO 16

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Cero días sin muertes

Glenn estaciona el auto fuera del supermercado para no entrar al estacionamiento. Eso podría ser peligroso en muchos sentidos. Todos bajamos con cuidado y miro a mi amigo el arquero fugazmente mientras prepara su ballesta. Saco mi arma del cinturón y observo todo a mi alrededor. Hay demasiado silencio sin contar nuestras pisadas y tampoco cuerpos desconocidos se pueden apreciar en el panorama.

Mi cuerpo se empieza a inquietar por estar a punto de entrar a un lugar tan incierto. Mi mente me recuerda en llevarle algo a la pequeña Judith mientras ignoro la inseguridad que empieza a emplearse por todos mis movimientos que hago.

Entramos al estacionamiento del área uno: Todo está despejado, ningún alma y ningún auto son vistos. Una reja impide que entremos al estacionamiento del área dos. Observo por encima de esta; todo está repleto por carpas militares bastante espaciosas abriendo un camino directo a la entrada de la dichoso supermercado. Muy distinto a lo que está a nuestras espaldas.

Inspeccionámos en nuestros lugares el estacionamiento buscando un caminante, pero ni el ruido de la pisadas siendo arrastradas logran escucharse a lo que es buena señal. Podemos entrar sin problema alguno.

-Este lugar lo puso el ejército cuando inició todo. Mantenían a la gente dentro para que estén segura y los caminantes estaban detrás de la reja. Parecían enjaulados.

Daryl explica mientras pasa la reja ya antes cortada. Alguien más ha intentado llevarse las cosas de aquí. Miro las carpas imaginando todo lo sucedido, cuando los caminantes eran cosas desconocidas y nadie entendía nada, nadie excepto mi padre y donde trabajaba.

-¿Cómo sabe tanto?- Zach pregunta en un susurro y Karina alza los hombros de la misma manera.

Glenn toca mi hombro para que reaccione, y paso la reja tan deprisa como lo hace y con tanta facilidad. Luego Karina y después él. Bob es el último. Levanto el arma a la altura de mis ojos para apuntar a dónde mi mirada de dirige por precaución. A pesar de que se vea tan solo y abandonado, sé que no debemos de confiarnos.

Daryl camina muy deprisa que es difícil seguirle el paso. Por el suelo, hay cuerpos de caminantes tirados que su piel se ha ido pudriendo con el paso del tiempo resultando que el aroma de putrefacción sea cada vez más fuerte al momento de adentrarnos cada vez más. Hago una mueca de asco apartando la mirada a otro lugar que no sea esos cuerpos. Nos detenemos en la entrada del supermercado.

-Agarren todo lo que se encuentren. Mañana regresaremos con más gente.

Indica Daryl mientras nos señala con su pulgar. Asiento captando la indicación y camino a la ventana sucia mirando mi reflejo y luego a los demás atrás de mí. Aparto mis ojos al sentirme diferente, tan pequeña y frágil que hasta la comparación me hace ver patética.

La mayoría de aquí tiene experiencia, pero lo que me hace cambiar mi estado de ánimo es que también puedo aprender de ellos. No solo es cuestión de salir y ya.

Daryl se acerca a la ventana para golpearla con su codo con el propósito de averiguar si hay caminantes dentro. Se recarga en la misma para esperarlos. Zach se posiciona a lado de él y hago lo mismo para acorralar al hombre. Los tres miramos todo el estacionamiento hasta que el novio de Beth habla por primera vez. Poso mis ojos cafés en él con mucha atención.

Karina me contó que solía ser un chico de secundaria, pertenecía al equipo de fútbol americano y es por eso que está en este grupito. Creo que lo sabe porque la mayoría del tiempo se la pasa con la rubia. Prácticamente, ella vió surgir esa relación.

• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora