• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 3

Un peligro revelado

Después de estar un rato con la señora Nora, al fin se despide y regresa a su carro. Al instante puedo ver que los demás regresan con el rostro aguado. Nadie nuevo los acompaña a lo que quiere decir que no encontraron a mi familia. Trago saliva para aguantarme las ganas de llorar. Levanto la mirada al cielo, está tan nublado que parece que ya es tarde, pero apenas es el medio día, tenemos tiempo todavía. Me coloco la capucha de la sudadera y meto mis manos en los bolsillos de la delgada tela que me cubre.

Nuevamente la señora Nora regresa con varios vasos desechables con chocolate caliente y en automático le damos las gracias al preocuparse por nosotros. Me subo a la camioneta y parpadeo varias veces al ver que las demás me siguen. Poco a poco el frío se sustituye por un clima cálido. Al instante la charla empieza a tomar forma, pero no lo siento igual que esta mañana, las vibras son tan negativas. Mi cabeza sigue preguntándose dónde están nuestro familiares. Giro leve mi cabeza viendo a las personas de afuera. Los padres de Iván se alejan de nuevo y quiero suponer que en busca de nuestras familias. Todas las personas están atentas a la radio, cada canal presenta un refugio al que tenemos que ir o eso quiero suponer porque ellos están tratando de entender las palabras cortantes por la estática. Un hombre de tez morena azota las manos en su carro desesperado por la situación contagiando a su amigo.

Regreso a ver a mis amigas para despejarme. Ana me mira por un instante y vuelve a concentrarse en su chocolate caliente, también lo hago.

No hemos hablado desde que me advirtió acercarme a Yahir, pero ahora no me preocupa eso, solo quiero regresar con mis padres, solo quiero tenerlos aquí como Iván tiene a los suyos. Se me ha olvidado por completo que puedo recibir una consecuencia fea. Ahora más que nunca es cuando debemos de estar unidos.

-¿Creen que se arregle todo esto?- pregunta Karina cambiando de tema tan drástico que el ánimo se baja. Ninguna se espera esa pregunta y menos si hace un segundo estaban hablando de zapatos ridículos.

Su voz es triste y apagada que influye en nuestro animo. Mira el líquido por un instante y al vernos notamos que tiene los ojos cristalizados. Quiero decirle que sí, todo estará bien muy pronto, pero ¿Qué es todo esto? Todo me resulta tan aterrador. Solo nos vemos con lastima sabiendo la respuesta. Prefiero quedarme callada a darle falsas esperanzas.

-No- suelta con brusquedad Ana para simular que nada de esto le duele como a nosotras. Está tensa como si no aguantara está situación -Todo se acabó, Karina. Estamos perdidos.

Parece que acaba de lanzar una piedra en la cara de la chica inocente como muestra de que la realidad duele. Su crueldad me hace enojar. Siempre tiene que lastimar a otras sin importar las consecuencias que traigan. No debe de comportarse así, no ahora, justo cuando ninguna de las cuatro tiene a su familia y no tiene idea de su paradero. Me gustaría que aprendiera algo más que estar humillando a la gente y se deje de sentirse superior. Absolutamente todas las que nos encontramos rodeando a Karina la vemos serias para regañarla porque eso fue tan grosero. Solo queremos portegerla. Karina suelta algunas lágrimas en silencio a lo que Ana alza los hombros sin importancia y bebe de su vaso. Melody la abraza para consolarla.

-¿Por qué debes de ser tan cruel con las personas?- pregunto dirigiendo mi gesto molesto a ella.

Melody me pone la mano en el hombro para que me calme, pero no puedo ahora. África tose en falso para liberar la tensión. No lo logra y nadie puede hacerlo. Ana sonríe.

-¿Cruel?- sonríe incrédula señalándose a si misma -Me dices que soy cruel con Karina solo por decirle la verdad. Prefiero decirlo que ocultarlo como tú nos ocultaste de este virus.