• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 19

Aislamiento de tiempo

Trato de poner mi mente en blanco de tantas preguntas que poco a poco envuelven mi cabeza en una neblina tan oscura que me aparta de la realidad, solo concentrándome en lo que se ha dado cuenta Carl. Me aterra solo de imaginar las reacciones de todos al darse cuenta que el lugar donde solía trabajar mi papá fue la causante de sus pérdidas, sufrimiento y miedo. Me querrán linchar, me querrán muerta al igual que él y mi familia.

Tomo el trapo y empiezo a buscar dónde colgarlo para que se seque lo más rápido posible después de la lavada que le dí. Así podré regresar a su dueño. Le pongo la pinza de madera sobre este tomando también el alambre de plástico y luego me adentro a la prisión, saco la barra de chocolate que me había dado Carl para distraer a mi estómago antes de la cena. Me siento en una mesa agradeciendo que el comedor esté en completo silencio, incluso al tener presente que Yahir ya no está más en el pabellón, puedo sentir demasiado tranquila. Es como quitarme un peso de encima.

El silencio no dura mucho porque Daryl entra al lugar, deja su ballesta en la primera mesa que ve y se queda ahí, lo miro intrigada en por qué no se acerca más. Nos separan varios pasos, para ser precisa, dos mesas. Se limita en moverse de ahí mismo. Miro sus zapatos por un segundo.

-Rick dijo que debemos de estar distanciados por la gripe. Estuve en el pabellón y también enterrando a...

-Lo sé- me apuro a decir antes de escuchar las palabras que me hagan recordar a mi amiga muerta -También estuve en el pabellón.

Empiezo a doblar la envoltura de la barra sin decir nada más, el sonido del objeto siendo arrugado es lo único que suena. Puedo sentir su mirada atenta en cada uno de mis movimientos, analizando mi bienestar emocional. Le estoy dando oportunidad de que hable lo que quiera, puede hasta darme un discurso al estilo Rick Grimes y lo escucharé sin reproche. Desde ayer solo me la paso escuchando y obedeciendo sin decir ninguna palabra, es muy triste también verlo con Melody, no se ha quejado desde entonces.

-De todos modos, deberías apartarte.

-Estoy bien- me levanto de la banca y me acerco ignorando la advertencia, está vez, no retrocede - Melody me dijo que te puede ayudar a conseguir medicamentos para los que están enfermos. Su mamá trabajaba con la mía y aprendió algunas cosas básica. Es muy buena memorizándo.

El cumplido se me sale sin pensar y no me arrepiento. Todo es verdad. Melody es muy buena con la medicina que me hace sentir una cosa miniatura a su lado cuando hablamos del tema. Lo único que sé es limpiar una herida leve y atenderla después, y es gracias a Hershel. Pareciera que era una vergüenza para mi madre al llevarme al hospital y no saber al menos sacar sangre o inyectar. Antes me excusaba con la idea de que no me iba servir, pero hay tantas cosas de las que estuve equivocada. Hace extrañar los regaños que me daba cuando regresábamos a la casa después: Yo mirando la ventana sin decir ninguna palabra soportando cada grito y ella golpeando levemente el volante para que me quedara claro cada palabra salir de sus delgados labios.

Viendo los síntomas de las personas, me lleva a un recuerdo que tiene pocos años. Lo recuerdo a la perfección porque mi madre llegaba a la casa solo a cambiarse de uniforme limpio. La mayoría de la semana se la pasaba atendiendo pacientes con una gripe similar a esta. La señora Chelín se encargaba de administrar los medicamentos en ese entonces.

Daryl me mira dudando si confiar en mi amiga, pues es una niña o algo así. Estamos creciendo y el tiempo vuela sin darnos cuenta, lo único que sé es que somos más maduros en situaciones como estas.