• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 17

Ser guiada a su fin

El sobresalto que doy en la litera es suficiente para que la pesadilla dé fin. Solo eso faltaba para que el miedo se apodere de mí otra vez, una pesadilla más. No había sentido esto desde que murieron los padres de Iván.

Me limpio el sudor con la manga de mi suéter mientras miro el techo de la celda. Suelto un suspiro largo logrando expulsar la tensión de mis hombros que se desplaza hasta mi columna. Trato de relajarme antes de retomar el sueño.

Cierro los ojos de nuevo mientras me acomodo en el colchón, pero las imágenes de la pesadilla resiente no dejan de pasar por mi mente, invadiendo cada rincón. Me logro sentar de golpe y coloco mis calcetines. Bajo con cuidado de la litera y tomo mi botella de agua de la mesita de Carl. Le doy un trago y la regreso a su lugar con mucho cuidado de no despertar al chico, agarro el cuchillo que está a lado del objeto y lo veo detalladamente por pocos segundos repasando los días anteriores.

Salgo de la celda y me adentro a los oscuros pasillos para ir al baño. Tal vez solo es cuestión de refrescarme un poco y retomar lo que muchos hacen ahora. Los pasillos están sin ninguna pizca de iluminación por parte de los focos, así que es como caminar a ciegas confiando solo en mi memoria de a qué altura está mi destino.

Alguien tiene esa tarea de prender las bombillas, pero al parecer se le ha olvidado.

Entro al baño y dejo el cuchillo encima del azulejo color blanco, me acerco a los lavaderos para abrir la llave y mojar mi cara con el agua fría. Vuelvo a tomar el arma para quitar esa mancha de sangre seca que se ha quedado ahí por días.

-Parece que no puedes dormir- me doy la vuelta asustada al escuchar el susurro tan repentino.

Dejo escapar el aire al ver a Karen de pie con una cubeta de plástico en sus manos, gracias a la ventana del fondo que deja entrar poca luz de la noche, puedo ver esos labios delgaditos formando una pequeña sonrisa.

-No- confirmo secando mi rostro húmedo en la tela de mi playera delgada - Creo que a este paso terminaré esperando a que salga el sol.

Ella asiente riendo bajo y salgo del baño dispuesta a regresar a mi pabellón, camino por el pasillo con las manos extendidas para no golpearme con las paredes al momento de dar vuelta, hasta que de pronto, choco con un cuerpo mediano y retrocedo varios pasos, una intensa luz alumbra mi rostro que tengo que achicar los ojos para acostumbrarme a esta. Luego distingo que son dos cuerpos femeninos.

-¿Jennette? Creí que estabas dormida.

-Creí lo mismo- le digo tallando mi ojo derecho con el dedo -¿Qué están haciendo aquí?

La pregunta va para ambas. Ellas alumbran ambos lados de los pasillos comprobando que no haya nadie, pero no lo creo. Es muy temprano para que haya gente por los pasillos, además, se ven tan cautelosas que no creo que la descubran, excepto yo.

Sonrío con una pizca de intriga. Karina abre la boca para darme una respuesta, sin embargo, África se pone el dedo índice en los labios para que no suelte ninguna palabra. Muy inteligente de su parte.

-¡Shh! Nadie debe de saber de esto- la miro indignada porque somos amigas. Lo nota y rueda los ojos - Nadie excepto tú.

-Descuiden, no diré nada.