XVI

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✧✧✧ ✧✧✧ Flashback. ✧✧✧ ✧✧✧

—Buenas noches, señoritas —saluda el moreno, amable y con más de una pizca de confianza en relación a los saludos anteriores, al menos en referencia a la pelirroja. Con Julia no sabía exactamente que terreno pisaba. Días atrás no cruzó más que unas pocas palabras con ella, no muy diferente a la época universitaria.

—Hola, Mike —la pelirroja es la primera en aproximarse al hombre, completando el saludo con un breve abrazo y un beso en la mejilla.

—Buenas noches, Mike —Julia prefiere extender el brazo derecho, ofreciendo la mano que el mencionado no tarda en coger y estrechar con suavidad—. Lena dijo haberlo mencionado, pero estaba cansada la otra noche —se disculpa mientras el contacto con la mano ajena se desvanece.

—Estás aquí, ahora ¿no? —musita y sonríe, dejando entrever que no había porqué disculparse, aunque las palabras de la morena sumadas a su asistencia a la pequeña fiesta daban crédito a lo conversado con Lena en el bar. Le quedaba el resto de la noche para averiguar que tan ciertas eran, al menos de momento percibía un ambiente relajado—. Por cierto, están guapísimas.

—Tú no estás mal —replica la pelirroja, luego de apartar la mirada del rostro masculino, de esa ridículamente encantadora sonrisa tan característica en él, para prestar atención a lo demás. Mike vestía una camisa lila y un pantalón de algodón color hueso, el cinto en tono marrón. Cuando su mirada vuelve hacer foco en su rostro, enarca una ceja—. Vaya, nada mal —añade con una cuota de picardía. No mentía, y por supuesto aunque pareciera, aquello no tenía que ver con coquetería, era su forma, tal vez prematura de hacerle notar a Mike, su novia no era celosa.

—No miente ni exagera —reconoce en voz alta con la mirada direccionada al masculino. Que no le hubiera llamado la atención en su momento ni lo hiciera ahora, no implicaba que no le encontrara cierto atractivo—, pero si te sonrojas, pierdes —añade, habiendo notado el tono carmesí asomando en las mejillas de Mike. Era un dato a tener en cuenta frente a la pelirroja.

—No te preocupes, Mike. Sólo tengo un blanco esta noche —bromea y siendo el coche estacionado frente a ellos, es la primera en avanzar, acercándose al valet parking—. ¿Vamos? —indaga luego de dar la propina y agradecer al joven que a diferencia de sus acompañantes, estaba más activo, pues ya se encontraba alejándose.

—¿Quieres ir adelante? —cuestiona la morena sin molestarse en desviar la mirada hacia Mike. Sus azules se mantenían ocupados en la pelirroja que parecía haberla deslumbrado con su garboso andar, la seguridad que emanaba por cada poro de su cuerpo. Quién podría imaginar a simple vista que estaba llena de pequeñas inseguridades en las que podría hundirse con demasiada facilidad. Si no la conociera, descreería. 

—Descuida, la guío desde atrás —responde antes de finalmente avanzar hacia el coche, aún ligeramente desconcertado por lo anterior. Por otro lado, no era un experto en relaciones y a decir verdad era demasiado pronto para sacar conclusiones de como funcionaba esa en particular, de lo único que no tenía dudas era de que se entendían a la perfección.

Una vez los tres en el interior del vehículo Mike le indicó a Lena por donde debía ir, y fue la pelirroja la encargada de indagar sobre que encontrarían en la fiesta, las vagas respuestas del moreno le dejaron entrever, no tenía mucho que ver con la organización, detrás de la idea y gestación estaba Samantha, prima de Mike a quien ellas sólo conocían de nombre, al menos de momento.

Aunque él parecía de buen humor, prefirió dejar el tema para no incomodarlo de alguna forma, después de todo, como Julia mencionó, pronto llegarían y una fiesta era una fiesta, ¿no?

Don't forget.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora