Contando Los Dias 2.1

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Semanas después, empezaron a aparecer más y más trolls, de diferentes edades y color de sangre, todos habían tenido vidas diferentes, seguíamos sin entender. Hasta que un día se llevaron a la mitad de nosotros. El silencio domino la habitación, con excepción de los gritos y llantos de aquellos desafortunados. Nos preguntábamos que les iba a pasar, ¿Qué nos pasaría a nosotros? ¿Seriamos los siguientes?

Recuerdo que cada uno tenía un color diferente y que se habían ido en orden de color de casta, de la sangre más baja color ocre hasta la sangre color turquesa, los que al parecer iba a ser castigados por desobedecer a sus superiores, o simplemente estaban en el lugar y momento incorrecto.

Luego de que ellos se fueron y cerraron la puerta, acompañado con el estruendoso e irritante sonido de del cierre de esta, todos se asustaron y se alarmaron, incluso lloraron al instante, todos estábamos desesperados por escapar, por huir. Voltee a ver la cara de mi amigo, estaba horrorizado, al igual que yo.

-¿Q- que les va a pasar?- Dije mientras lo miraba, mientras trataba de evitar las lagrimas y de no mostrar miedo en  mi rostro

-No lo sé….- Se mantuvo en silencio por unos segundos.- P- pero no es nada bueno…- Respondió.

Luego dirigí mi mirada a la puerta de donde esos pobres acababan de salir, solamente esperaba a que no me llevaran a mí. Me senté de rodillas en el suelo, estaba devastada, no podía dejar de pensar en lo que sucedería, Ronise se sentó junto a mí, puso su mano en mi hombro, acto seguido lo abrasé mientras dejaba que unas lágrimas rozaran mis mejillas, empecé a llorar en su hombro. El acaricio mi cabeza suavemente, levante la mirada, el también estaba llorando.

Horas pasaron, sin darnos cuenta, nos habíamos quedado dormidos, desperté cuando habían traído a unos “nuevos integrantes”, solo mire sus rostros, al igual que mi primer día aquí, ellos también estaban asustados, mientras ellos gritaban a que los liberaran yo solo mire y me mantuve en silencio, sabía que era imposible escapar, y que sus intentos eran en vano.

Ellos ya se habían dado por vencidos, ya habían comprendido que solo estaba gastando energías en algo ridículo. Sin nada que hacer, mire a mí alrededor, por sorpresa, me encontré un viejo clavo oxidado, supongo que se habría caído por la pequeña ventana, rasgue en la pared de ladrillos los días que pasaban, contando los también los primeros días desde que llegue. 16 días, 16 días antes no tenía de que preocuparme de casi nada en especial. De haber sabido que algo como esto iba a pasar, hubiese preferido no salir hasta el día siguiente.

Trataba de no pensar en lo que había pasado, en los gritos y llantos en vano de los “desaparecidos”, lamentablemente, nunca pude conocer sus nombres, aunque de haber sido así, me hubiese costado más el hecho de que pudiesen estar muertos, o peor.

En el día 20, se escuchaban los pasos y el ruido de las cadenas aproximándose, todos nos alarmamos y nos alejamos lo más posible de la puerta, cuando abrieron esta, sucedió lo mismo que la ultima vez, pero cuando uno de los guardias iba a cerrar otra vez la puerta, este fue golpeado lo suficientemente fuerte como para derribarlo al suelo por un sangre oliva. Otros guardias aparecieron y tomaron al sangre baja por los brazos fuertemente, cuando el tipo que él había derribado se incorpora otra vez, limpiando la sangre que salía de su nariz, luego le dirige una mirada de enojo y luego le golpea repetidas veces en el rostro del baja sangre.

-Hijo de puta, ya espero ver como el Gran Alta Sangre rompa tu cráneo de un golpe…- Dijo el guardia mientras lo sostenía del cuello de la camisa, el pobre finalmente queda inconsciente por un golpe que recibe en la cabeza por otro guardia.

Todos nos quedamos en silencio, algunos ya estaban llorando, con sus manos cubriendo sus bocas, otros solo cubrían sus ojos para no ver como se llevaban de allí. Lo único en lo que pensaba era en lo que había dicho el guardia, eso aclaro algunas dudas, todos en esa celda estábamos destinados a ser asesinados solo por diversión de “El Gran Alta Sangre”.

The Life of a Catgirl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora