Contando Los Días

110 19 2
                                    

Después de todo, nuestro destino había sido revelado, nuestros sueños se habían convertido en sucio polvo que nos cubría de pies a cabeza, nuestras esperanzas se convirtieron en lágrimas de tristeza y desesperación, los recuerdos felices que nos quedaban se iban con la fría y nostálgica danza del viento para luego desaparecer con lo que nos quedaba en nuestras almas, pedazo por pedazo.

En cuanto al clavo, solo lo miraba como si fuese mi única salida, mi salvación, no quería saber que mi muerte había sido causada por alguien que disfrutaba ver la sangre de otros, inocentes o no, no era justo. Puse mi dedo en la punta de este, el filo y la presión hizo mi sangre verde oliva saliera, solo mire esa pequeña gota de sangre, recordando los buenos momentos de mi vida, aunque no eran tantos, con tan solo pensar en ello la nostalgia invadía mi mente y alma, mientras mi cuerpo se mantenía inmóvil ante el dolor. Sin notar la presencia de Ronise que estaba parado frente a mí, era el único que pude llamar “amigo” aunque solo fueron días desde que nuestros ojos se encontraron en ese momento en que me sentía confundida y desesperada.

-¿Qué crees que estás haciendo?- Dijo al ver que estaba sangrando, aunque era un poco. No dije nada, solo lo mire indiferente. El se sentó a mi lado, me quito el clavo y dijo:-¿No crees que deberías usar esto para algo mejor?- Con una sonrisa en el rostro, me miro a los ojos.

-¿Para qué? Si de todas formas vamos a morir- Dije sin ánimos.

-Pues… Sé que esto suena estúpido, pero tengo un plan para salir.-Dijo alegremente- Pero veo que no quieres participar…-Aparto la mirada mientras hablaba. Mirando hacia la pequeña ventana que dejaba entrar en la celda la luz de las estrellar radiantes que jugaban en el cielo nocturno. 

-¿De qué hablas?- Dije confundida, era obvio que no podríamos salir de allí con vida. Pero aun así me interesaba el tema.

-Se acerco a mi oído y me conto parte del plan, solo lo que yo tenía que hacer, el resto, bueno, dijo que confiara en el. 5 días ya habían pasado dentro de esa celda, todo era silencio, como si todos estuvieran muertos por dentro, solo contenedores vacios que esperaban el momento en el que serian solo cenizas que desaparecerían sin dejar rastro alguno, con el impulso del viento, perdiéndose en el cielo oscuro de la noche más oscura que sería iluminada con las mas radiantes estrellas. El chillido de la puerta retumbo por toda la habitación, pero aun así a nadie le intereso, yo estaba asustada, aunque quería salir no podía dejar de pensar en que sucedería si falláramos. Otra vez tomaron a los que necesitaban, los encadenaban e iban saliendo uno por uno, se notaba en sus rostros miedo, llorando, como si no estuvieran preparados aun para morir, mientras otros aceptaron su destino, se veían relajados, calmados, pronto serian libres de su prisión.

Mi respiración se acelero. Mire a mi amigo, para luego cerrar los ojos y abrirlos otra vez, levantándome. El me siguió el paso ambos nos dirigimos hacia los guardias, nos detuvimos a unos pasos de estar cara a cara con esos bastardos.

Ambos nos miramos, como si fuese la última vez, y nos abalanzamos encima a unos guardias. Yo subí a la espalda de uno de ellos, inmediatamente me llevo contra la pared de piedra solida, golpeándome, repitió eso tres veces más hasta que yo caí al suelo. En ese momento, siento un fuerte dolor de cabeza y todo se vuelve oscuro.

-------------------------

SH: OK, sorry. u.u

The Life of a Catgirl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora