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—Me siento confundido, es decir, me emociona que estemos por pasar el curso, pero al mismo tiempo me aterra que no podamos quedar juntos en el grupo.

—Opino lo mismo... Pero no por eso vamos a dejar de ser amigos ¿O sí?

—Jungkook no pienses eso ¿Cómo podría dejar de lado a quién ha sido mi mejor amigo desde siempre?— bueno, en parte era cierto.

—Ah, vamos, ¿Me vas a negar que no harás amigos en el nuevo grupo?

—Bueno, tal vez los haga, pero no por eso me olvidaré de tí, tú eres más que especial para mí— y luego extendió sus brazos para darle un abrazo.

Al rubio le enterneció que ambos compartían la misma emoción o sino ¿Por qué percibía que el corazón del pelinegro latía de una manera tan rápida? Luego de separarse, ambos se levantaron de la banca en la que estaban sentados y decidieron caminar por el parque.

—Al menos... Si no quedamos en el mismo salón, que tengamos similitud en el horario, me alegra mucho caminar contigo después de la escuela.

—Siento que me sentiría raro si no camino a tu lado hacia casa, o al menos hasta esa calle donde nos separamos.

Y en efecto, la primera vez que JiMin caminó solo hacia su hogar creyó hacer el recorrido más largo en su vida, a pesar de que era el mismo de siempre. Ahora JungKook no estaba ahí riendo con él sobre las cosas que pasaban en el salón, las tareas o algo que hubieran visto en los pasillos. Hoy había salido dos horas después de la hora a la que normalmente salía, tal vez y podía llamar al chico de gafas redondas para saber cómo estaba, si había llegado a casa y de paso, hablar un rato.

JungKook había salido temprano, a la hora de siempre, nunca había estado tan agradecido de que el rubio no lo acompañara tanto como ahora; el chico llegó a casa lo más rápido que pudo y tan pronto como entró a su habitación se dispuso a liberarse. Su almohada era testigo de aquello, una parte de su tela estaba húmeda al recibir las lágrimas del azabache, quien llevaba así desde quién sabe cuánto.

¿Por qué tenía que pasarle eso a él? ¿Acaso no pudo haberse fijado en alguien más? Se odiaba mucho ahora mismo, se sentía confundido, feliz, enojado y sentía que se le venía el mundo encima.

Estaba enamorado.

El primer amor de alguien normalmente es alguien con quien piensas que estarás para el resto de tu vida, alguien con quien vivirás todas las experiencias que puedes vivir en pareja, alguien que va a estar contigo como si fueras la única persona en el mundo a la que le toma prioridad. A pesar de que Jeon estaba feliz por los recuerdos de esos momentos con esa persona; se sentía furioso porque había sido tan tonto al imaginarse un cuento de hadas después de una confesión; estaba confundido porque acababa de descubrirse.

JungKook estaba perdidamente enamorado de JiMin.

Tal vez cayó en la cuenta al escuchar el tema de hoy en la conferencia de la consejera escolar, tal vez lo entendió al sentir su corazón latir desbocado en su pecho al recibir aquel abrazo en el parque, tal vez se dió cuenta al escuchar a su nueva amiga decir que estaba celoso mientras que él veía al rubio abrazar a un chico, un amigo seguramente.

Su teléfono emitió el sonido que había predeterminado para sus llamadas y justo el nombre que quería sacar de su mente apareció en la pantalla.

—¿Hola?

—¡JungKook! ¿Has salido de la escuela?

—Sí, hace un rato, a la hora de siempre.

Adore 💙 || AU KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora