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JiMin ya había pasado por ésta emoción antes

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JiMin ya había pasado por ésta emoción antes. Cuando querías que el tiempo avanzara lento pasaba volando o viceversa, y aunque en el fondo de su corazón esperaba con ansias ver a JungKook, tenía miedo y eso le hacía querer ir más lento.

La campana sonó, indicando el fin de las clases de ese día, tomó su mochila del asa pero no hizo ningún esfuerzo por levantarla del asiento.

—JungKook— miró a su mejor amigo. —Espero que todo salga bien y que puedan solucionar las cosas— el castaño le sonrió animándole a poner el asa derecha sobre su hombro y con un poco más de confianza, caminó hasta la puerta del aula, salió al pasillo y luego de despedirse de Byul y HoSeok, tomó rumbo hacia aquella cafetería, esa en la que había sido la primera cita de ambos luego de declararse pareja oficialmente.

Sí, así de valiente se sintió al querer volver a pisar ese lugar.

—Mimi, no te preocupes y no lo pienses demasiado, si te está dando una última oportunidad, aprovéchala, pero deja de pensar que solo te citó para gritarte o algo— YoonGi hablaba con razón, es decir, ¿Por qué Kook le gritaría? Si es capaz, seguro, pero Min tenía razón, no debía alarmarse.

Y entonces, fue que se decidió, usaría ésta ocasión para ser honesto, contar todo tal y como ocurrió ahora que sabía cómo había sido, por su bien y el de JungKook debía aprender a sanar sus heridas sanando primero a quien había dañado.

El tortuoso caminar hacia aquel establecimiento no era ni tan largo ni tan corto, y tal vez por eso el rubio se detenía unos minutos a mirar el cielo y luego seguir, de por sí ya había gastado 20 minutos de su tiempo haciéndolo porque sabía que a paso normal y sin pausas podría llegar en 10 minutos, además no era como si se le estuviera haciendo tarde, a pesar de que paraba por instantes, estaba consciente de la hora.

Terminó su malteada de vainilla. Jeon había decidido llegar antes, si es que a JiMin tampoco se le ocurría llegar temprano, porque a pesar de que quiso detenerse en todo el camino del instituto a la cafetería, sus pies no reaccionaron y caminó sin parar, mínimo faltaban 10 minutos para que llegara el rubio y aunque ya se había distraído consumiendo su, ya acabada, malteada, aún sentía su garganta seca, tal vez debía...

Adore 💙 || AU KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora