Para cuando Gulf pudo terminar la ducha, avisó con un grito justo cómo solicito su esposo pelinegro aunque lo hizo con un toque hilarante: «¡Mew, tu Winnie-Poo se estancó en el baño!» Queriendo ser divertido. Mew tan pronto escucho eso parpadeo de nuevo para salir de su trance de preocupación. -¡Voy para allá!- Cómicamente le sigue el juego a su esposo. Corriendo como un héroe. Con su espalda dramáticamente echada hacia atrás manteniendo sus puños delante de su pecho. Se detiene tras cruzar la puerta del baño y pararse frente a la bañera. Sonríe al ver a su esposo tiernamente sonreír percibiendo la arribada del pelinegro.
-Vamos, te ayudare a salir.- Le dice Mew tomándolo de las manos mientras que Gulf ríe tiernamente.
-Alguien está muy contento. Será que hiciste alguna travesura dentro de la bañera.
-Estaba pensando en ti pero no hice nada pervertido.- Juega Gulf dejándose guiar por el pelinegro. Siguieron caminando hasta la habitación de ambos. Mew tropieza con la cama y cae en su espalda abrazando a su esposo demasiado fuerte a su pecho. Una de las piernas del piel dorada se alzó por el impulso por lo que accidentalmente pateó la gaveta de al lado. La gaveta saltó y dejo caer unas cartas con metidas en sobres abiertos alrededor de la pareja en cámara lenta. Todo esto mientras Mew lo miraba a la cara mientras su piel dorada aún no podía abrir los ojos pero trato lo mejor de sí en acertar su dirección de rostro. Parecía una escena salida de ensueño. Una escena muy bonita y tierna. Las manos del piel dorada sobre las clavículas toscas del otro. Incluso en cosas tan sencillas como esta su pelinegro lo protege.
La cámara de noción lenta los abandona y todos los papeles caen regularmente alrededor de ellos. Gulf ríe. -Mm... ¿No lo hiciste a propósito o sí? Hacerme caer así sobre ti. Me da vergüenza ¿sabes?- Dice Gulf con una sonrisa juguetona teniendo su lengua contra sus dientes superiores. Sin abrir los ojos claro.
El pelinegro ríe. -Estás muy juguetón hoy, mi amado.
-Eso es nuevo.- Ronronea Gulf mientras su pelinegro lleva una de sus sensualmente marcadas (de venas) manos a su cachete derecho para acariciarlo. -Me gusta. Y, creo que estoy así porque estamos en casa.- Suspira el piel dorada desplomando su cabeza sobre el pecho del contrario. -Estamos a salvo aquí.
Esas dulces palabras con ese cariñoso humor llenan el corazón del pelinegro. Que jura está en su mejor estado posible.
🦢
Gulf estaba bajando las escaleras como podía. Ya que su esposo había bajado primero a la sala de estar después de que ese chico terco de ojos cerrados le dijese que iba a bajar las escaleras él solito. Agarrado de la baranda con sus dos manos. Vistiendo una chaqueta blanca ultra sedosa sobre una camisa azul de mangas cortas con unos pantalones deportivos blancos.
Bajaba de pie en pie. Como un bebe por primera vez gateando. Bajo el último escalón. -Muy bien,- murmura para sí mismo. -si Mew puede bajar esto con muletas entonces yo también.- Se dice para sí mismo y ahora estira sus brazos hacia en frente como un zombie para saber si se topa con una pared o alguien.
Cuantos más pasos da hacia enfrente, sus manos acariciando una sedosa camisa de alguien. -Mew.- Gulf ríe como un bebé y se trepa en la espalda de esa persona con sus piernas enrolladas alrededor de su cintura.
-Uh-- Gulf, en realidad yo soy Chisik.- Admite el chico de plástico. El piel dorada se congela en su sitio. ¿Dónde estaba su esposo entonces? Pues estaba a unos metros frente a Chisik viéndolos con una ceja alzada. «¿Estoy corriendo el riesgo de que Mew me castigue como la otra vez con...? ... ¡Cómo sea! Mi trasero está en peligro de extinción. No creo que vaya a resistir algo cómo el año pasado. Aunque después de ese año no me volvió a castigar.»
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𝙇𝙖 𝘾𝙖𝙨𝙖 𝙀𝙦𝙪𝙞𝙫ø𝙘𝙖𝙙𝙖 2 • MewGulf
Horror•Llega un año más a la vida de los casados Mew y Gulf, y el Mew psicópata del pasado está dispuesto a hacer lo que sea por seguir adelante con una nueva vida fuera de asesinatos o masacres; pero un nuevo mal llega a sus felices vidas... •Advertencia...