XVI. ACEPTO

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–Solo un poco más y estarás lista –llevaban casi dos horas y aún no terminaba aquella tortura, entre jalones de cabello y maquillaje Yûki solo esperaba la oportunidad de escapar de todo aquello sin embargo, no podía hacerlo –terminamos –le dijo su amiga ojiperla, abrió los ojos y la vio parada frente a ella, llevaba un kimono color lavanda con algunas flores blancas bordadas en los puños y falda, su cabello recogido en una coleta alta y sus facciones apenas eran resaltadas por un poco de rubor y un labial rosado, por el buen humor que le mostraba, estaba satisfecha con su trabajo.

–No puedo creerlo –alcanzó a escuchar la voz de Ino en la puerta –te ves hermosa –le dijo mientras se acercaba a ella mostrándole una enorme sonrisa, llevaba un kimono igual al de Hinata y su cabello trenzado, Tenten entró detrás continuando con los elogios, pudo ver como su amiga tenía puestos los pendientes que le regaló Neji y sus particulares moños estaban adornados por flores blancas –Ustedes también se ven hermosas –les dijo tratando de sonar animada pero claramente no se sentía así.

–Te estaremos esperando –la reconfortó Hinata mientras las tres salían de la pequeña habitación, una vez sola por fin se animó a verse al espejo. Su kimono de bodas era completamente blanco a excepción de la falda donde pequeños copos de nieve se encontraban bordados con hilos de plata, dispersos a lo largo de la tela y conforme caían por esta se juntaban cada vez más semejando una nevada al borde del vestido. Su cabello estaba recogido completamente en un moño alto adornado por una peineta de flores blancas, su maquillaje era simple un labial rojo resaltando su boca, rubor color durazno que acentuaba aún más su pálida piel y sus ojos delineados de color negro con unas ligeras sombras plateadas haciendo juego con su kimono; todo su atuendo combinaba perfectamente con la ocasión y el clima, pues afuera del templo una tranquila nevada caía sobre la aldea, la primera de la temporada.

Tenía que admitir que le gustaba su apariencia, mucho tiempo atrás había soñado con ese momento e incluso muy en el fondo se encontraba emocionada, lástima que la persona que la estaba esperando afuera no era la que pensaba.

–Ya es hora –escuchó decir una voz varonil detrás de la puerta, aquellas palabras la sacaron de sus pensamientos, pudo sentir su corazón latiendo aceleradamente mientras sus piernas perdían fuerza, a punto de caer al suelo unos brazos lograron detenerla –¿Está bien Yûki-san? –la voz de su casi hermano la tranquilizó un poco, se permitió mostrarse débil por un momento frente a aquel hombre que tanto apreciaba.

–Voy a casarme Neji-nii –murmuró tratando de controlar su respiración al momento que se refugiaba en el pecho del mencionado. El ojiperla abrazó a la azabache, estaba seguro de que comenzaría a llorar en cualquier momento y no la culpaba, casarse así de la nada, con Uchiha Sasuke no era cualquier cosa, pasaron unos minutos ahí parados abrazándose hasta que una voz los interrumpió –¿todo está bien niisan? –preguntó la Hyuga mas no se atrevió a entrar, sabía que su amiga necesitaba el apoyo que solo su primo podía darle, pero el tiempo pasaba y los presentes en el templo comenzaban a mostrarse inquietos...

–Si no quiere hacer esto, no lo haga Yûki-san, nadie la juzgaría por negarse –le dijo tomando sus manos y apretándolas para que supiera que contaba con él en ese momento, la azabache alzó la mirada viéndolo finalmente a los ojos se permitió observarlo por unos segundos antes de contestarle, sin duda se veía atractivo con el kimono de gala de su clan –Debo hacerlo, esta es mi misión –le respondió, su acompañante no entendió del todo sus palabras pero no la cuestionó, ella sabía porque hacía esto.

–¿Neji-nii? –volvieron a llamar a la puerta –Ya vamos Hinata-sama –contestó esta vez avanzando hacia la salida –por cierto, se ve hermosa –le dijo mientras le tendía la mano para que lo acompañara –Gracias niisan, tú también te ves muy bien –le contestó mientras tomaba su mano y abandonaban la habitación.

La Elección Correcta (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora