XX. PRIMERA VEZ

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Esa mañana Yûki despertó con su sexto sentido completamente alterado, una opresión en el pecho que no le gustaba en lo más mínimo, sobre todo por el hecho de que Sasuke había partido hace casi dos semanas a una misión de la que prácticamente no sabía nada; después de su última reunión con el Hokage estaba más que segura que lo que fuese que estuviera pasando tarde o temprano lo involucraría irremediablemente y eso era lo que más la aterraba.

Tratando de no pensar más en el asunto comenzó con su rutina diaria intentando a toda costa mantener su mente ocupada en otras cosas, entre ellas, el que ese día por primera vez realizaría una cirugía completamente sola; después de desayunar y terminar de asear la cocina salió de casa y se dirigió al hospital a toda prisa...

–¿Puedo hablar contigo? –le preguntó un tanto serio, ella asintió levemente con la cabeza, sabía perfectamente de lo que su capitán quería hablar, el castaño se sentó a su lado en la banca y luego se mantuvo un momento en silencio para después continuar con su discurso –Sé que esto es difícil, pero tienes que entender que es nuestro trabajo, somos shinobis y seguimos órdenes lo entiendes ¿no? –Yûki volvió a asentir de la misma forma, en todo ese tiempo se había mantenido cabizbaja cosa que incomodó a su capitán.

–¿Cómo lo superas? –murmuró de forma apenas perceptible, su capitán quedó un tanto conmocionado por la pregunta, volteó su mirada al frente observando los casilleros de sus compañeros, trataba de encontrar las palabras correctas, habían pasado muchos años ya desde que él tuvo esa experiencia, pero saber que era la primera vez que la azabache mataba a alguien lo llevó a recordarlo perfectamente –No hay una forma de superarlo –respondió después de un rato –La verdad es que nunca lo haces, quitar una vida no es cualquier cosa, es algo que llevas siempre contigo.

–¿Quieres decir que nunca voy a olvidarlo? –murmuró nuevamente esta vez con los puños crispados sobre sus piernas al tiempo que sentía sus ojos llenarse de lágrimas –La verdad es que no –respondió suavemente –sin embargo ayuda un poco si piensas que fue lo correcto –La joven Yûki levantó el rostro un tanto confundida por sus palabras, lo observó por primera vez en lo que llevaban de conversación, se encontraba sentado a su lado aunque no la veía directamente; su rostro cubierto por la máscara permanecía estático con la mirada al frente, su posición erguida y estoica lo hacía lucir como alguien duro sobre todo porque aún llevaba su uniforme de misión –Solo piénsalo de esta manera, si no lo hubieras hecho, muchas personas habrían salido heridas –La azabache llevó su mirada también al frente, tratando de sopesar aquellas palabras, su capitán tenía razón –Eres una gran kunoichi, no dejes que algo como esto te detenga –comenzó a decirle mientras posaba una mano en su hombro...

–Vaya que fue algo difícil –dijo la rubia mientras se dejaba caer en una de las sillas dentro de la sala de descanso –y pensar que solo era una cirugía de rutina –resopló tratando de acomodar los cabellos sueltos de su larga coleta, Yûki quien entro después que ella la observó por unos instantes en completo silencio para después quitarse el gorro y arreglar su cabello revuelto, luego de esto se recargó en la pared y se deslizó por esta hasta llegar al suelo, la cirugía no había salido como lo esperaba.

El silencio se instauró en aquella habitación por varios minutos, Yûki con las piernas recogidas y la cabeza oculta entre ellas trataba de recuperar el aliento que había perdido hace unos minutos –Solo era una apendicectomía –susurró –y terminamos oliendo a... –Por favor no lo digas –la interrumpió la rubia agitando las manos y tratando de borrar el recuerdo de su fallida misión, todo transcurría de forma normal pero de un momento a otro, la sangre se apoderó del quirófano y un intenso olor putrefacto proveniente del paciente impregnó todo lo que se encontraba a su alcance, y aunque lograron controlar la situación por sí solas, el desastre provocado logró enfurecer tanto a Sakura como a la misma Shizune quienes finalmente las sacaron del quirófano para tratar de corregir lo más posible la situación –En todo caso frentesota se encargará de lo demás –concluyó la rubia mientras terminaba de sacarse la bata de cirugía y la tiraba a un lado.

La Elección Correcta (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora