XXVI. TREGUA

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Aquella mañana había comenzado de lo más normal, un día claro y brillante dentro de la aldea de Konoha; nada en el ambiente auguraba lo sucedido más tarde. Yûki se encontraba atendiendo a sus pacientes la mayoría civiles, una que otra dolencia común y algunas heridas simples hasta el mediodía cuando un equipo de shinobis provenientes de una misión llegaron para ser evaluados de forma urgente luego de un enfrentamiento donde uno de ellos quedó inconsciente, rápidamente y con ayuda de las enfermeras del lugar revisó y evaluó a cada uno enfocándose meticulosamente en el que se encontraba inconsciente pues aunque no parecía tener heridas de consideración si logró detectar una ligera variación en el flujo de su chakra.

Todo pasó en un segundo aquel shinobi alto y bastante fornido despertó de golpe y luego de mirar a su alrededor con los ojos completamente abiertos, saltó en pie de lucha contra la enfermera que la asistía, la pelinegra trató de detenerlo recibiendo un fuerte puñetazo en el rostro que aunque no la dejó inconsciente si la aturdió por unos instantes, para cuando se dio cuenta su "paciente" tenía a la enfermera como rehén y apuntaba a su cuello con un bisturí que quien sabe de dónde había sacado, gritando incoherencias sobre que no lo atraparían vivo y viendo a su alrededor como si su peor enemigo se encontrara frente a él, tenía que actuar y rápido por lo que después de analizar la situación se lanzó hacia él sin mediar palabra...

Entre el forcejeo que duró algunos minutos Yûki logró liberar a la enfermera a cambio de recibir un corte en el brazo y otro más cerca de la clavícula, un médico civil que quiso ayudar también fue atacado y algunos pacientes cercanos salieron huyendo, fue tal el alboroto que pronto llamó la atención de los compañeros del shinobi quienes se unieron a la lucha hasta que finalmente lograron someterlo tirándolo bocabajo en una de las camillas y sujetándolo fuertemente de todas las extremidades, entre los gritos de terror del paciente otra enfermera bastante temblorosa se acercó tratando de sedarlo pero Yûki lo impidió a sabiendas de que el actuar del ninja no era más que producto de alucinaciones ocasionadas por alguna toxina desconocida y que administrarle algún medicamento en ese momento sería aún más peligroso.

Cuando Sakura finalmente apareció en la sala atraída por el alboroto se encontró con un shinobi completamente fuera de sí, amordazado y sometido por sus compañeros mientras la azabache le tomaba una muestra de sangre, una enfermera se encontraba en el piso llorando y uno de los médicos civiles estaba siendo vendado de una mano...

-Está intoxicado y tiene alucinaciones -explicó rápidamente la azabache -sedarlo no sería prudente -Sakura asintió ante aquel comentario y entonces se dio cuenta de las heridas de su colega, se acercó al shinobi y manando chakra curativo de su mano le tocó la cabeza por unos segundos tras los cuales este quedó inconsciente de nuevo.

-Eso lo detendrá por ahora -dijo bastante seria, para después quitarle la muestra de sangre a Yûki y entregársela a un enfermero solicitando que fuera analizada cuanto antes, luego de eso, tomó a la azabache de la mano y la llevó hasta su consultorio en donde ella misma se encargó de curar sus heridas...

Dentro del consultorio de la pelirrosa, la conversación fluyó poco y se enfocaba principalmente en lo que acababa de pasar y los síntomas de una posible contusión ocasionada por el golpe, la azabache negó todas las respuestas de algún malestar e incluso intentó evitar que Sakura curara su mano utilizando chakra pues lo consideraba un desperdicio, aunque no logró hacerlo.

-Creo que tuvimos suerte de que estuvieras ahí -le mencionó mientras revisaba su brazo tratando de detener el sangrado -solo alguien con experiencia en combate podría haber anticipado los movimientos de ese paciente, aunque no debiste enfrentarlo sola.

Aquello era obvio, el sujeto era bastante alto y corpulento a diferencia de ella, sin embargo, como en cualquier combate tuvo que pensar rápido -Si esperaba la ayuda Haruka-san habría salido herida, además, no es la primera vez que me enfrento a alguien así -concluyó mostrando una ligera sonrisa que más bien era para calmarlas a ambas, la pelirrosa la observó por unos segundos, era la primera vez que tenían una conversación medianamente tranquila, anteriormente sus interacciones se encaminaban a las de una maestra y su alumna pues aunque Tsunade había admitido a Yûki como su aprendiz hacía un tiempo la realidad es que esta apenas y le daba instrucciones relegando la responsabilidad del aprendizaje a su "mejor alumna" todo con tal de tener tiempo para seguir yendo a las casas de apuestas; de esta forma y con mucho esfuerzo Yûki se había consolidado como una buena médico no excelente como Sakura o Shizune, pero sí capaz de salvar vidas. Claro que toda esa interacción se habría fracturado en el momento en que el Uchiha apareció en la ecuación, puesto que por todos era bien sabido de los sentimientos de la pelirrosa hacia su ex compañero de equipo y aunque los de él eran un misterio, muchas personas juraban que bien podría ser algo mutuo. Esos pensamientos la hicieron darse cuenta de lo injusta que había sido con ella, llenándola de trabajo, encargando tareas para las que claramente no estaba preparada e incluso permitiendo que los demás la vieran como la tercera en discordia en una relación imaginaria y todo para que fuera ella la que se hartara y se alejara del azabache...

La Elección Correcta (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora