Tom Hiddleston Is The Type Of Boyfriend 2

Tom

¿Por qué será que la naturaleza decidió hacer que sólo las mujeres tuviésemos hijos? Cuando una mujer se embaraza se siente feliz, claro no todas. Pareciera que lo único que buscan las personas es dejar descendencia. Los médicos dicen que cuando una mujer está embarazada, debe ser lo más feliz que pueda esos nueve largos meses, se dice el bebé puede sentirlo todo. Resulta ser que las mujeres son las más felices con la noticia de un hijo, no importa que pase, casi siempre la más emocionada es la mujer, aún cuando sabe que le espera una larga tortura. Los hombres son felices claro ellos no se inflan como globo, ni les duelen los tobillos, no vomitan por las mañanas, no sienten el dolor de parto. Cuando los bebés han crecido prefieren estar con su madre que con su papá, el verdadero sueño de una mujer con hijos no es viajar o hacer el amor con su pareja al atardecer frente a la playa, el sueño verdadero de una mujer con hijos es: dormir ocho horas seguidas, comer tranquila. Siempre es admirable una mamá a cualquier edad, no solo aceptó tenerte sin importar que en cierto punto cambiase su vida, pero una madre soltera es algo aún más difícil. Pues verán yo soy una de esas últimas, claro no fue por elección propia.

Mi historia comenzó hace casi diez años cuando mientras trabaja como secretaria en un oficina para pagar mi Universidad, me enamoré del hijo de mi jefe que era dueño de la compañía su nombre es Thomas Hiddleston. Era un joven muy apuesto, bastante alto, cabello cafe obscuro, y unos lindos ojos azules, con unos muy hermosos apelado dientes, caballeroso, muy listo, le encantaba leer y cuando lo conocí el leía uno de mis libros favoritos. El estaba ahí también para aprender a hacerse cargo de la empresa familiar. Ambos comenzamos a salir, nos acostumbramos el uno del otro, por que éramos tal para cuál, nos gustaba la misma música desde el Jazz hasta el rock clásico, compartiamos libros mientras bebiamos café en un lugar que tenía la mejor música en vivo, cada uno tenía los demonios de su pasado, demonios que nos aprisionaban, pero aún así aceptamos vivir asi, matando las pesadillas del otro.
Todo era maravilloso, estábamos a nada de acabar la Universidad, yo estudiaba en una escuela pública, y el en una de las mejores escuelas de toda Nueva York, ambos estudiábamos la misma carrera, el estudiaba administración de empresas, muy seguramente por que su padre se lo pidió. Yo no se por que lo hacía siempre quise ser chef. Ese ultimo año para salir de la carrera, después de una fiesta de fraternidad, me acosté con Sebastian claro no era la primera vez ¿Cuál fue la diferencia? Muy fácil, estábamos tan ebrios que no usamos preservativo. Creo que ya saben lo siguiente, quedé embarazada. Imagínense casi veintitrés años, embarazada y sola. No fue como que mis padres no quisieram apoyar me, o que yo haya huido de casa. No tenía padres, murieron cuando sólo tenía cinco años, mis abuelos me criaron todo ese tiempo. Antes de decirle a Tom hice un par de pruebas de orina caseras, luego nos encontramos en un pequeño restaurante cerca de mi Universidad. Llegué temblando, caminaba como venado recién nacido y tenía taquicardia. No sabía si estar feliz con la noticia o si era mejor aventarme de un edificio.

- Tom, necesitamos hablar - solté la bomba de golpe y me miró serio, trago saliva y se sentí delante mío al fin -

- Me queda claro por eso estamos aquí. Dime - se acomodó la camisa y respiró profundamente -

- Tom, estoy embarazada -lo solté así de golpe, por que aún cuando quería darle vueltas al asunto no podía, no sabía cómo -

-Te refieres como a qué ¿tendremos un hijo? - se quedó perplejo, no parpadeo, veía con detenimiento la mesa, sin contar que sudaba de miedo, quería hablar pero al igual que yo, no podía articular palabras -

-Si como a eso me refiero. Todo pasó después de esa fiesta donde no usaste preservativo -si eso había sido cosa de ambos, no solo la culpa fue suya, pero en el momento, todo parecía así -

-Pensé que te estabas cuidando - me respondió algo alterado, ahora ambos nos echábamos la culpa el uno al otro-

-Claro que lo estaba pero ya sabes lo que dicen de esos anticonceptivos, fallan 10% de las veces y aparentemente somos de esa minoría -estúpidas estadísticas, falla de anticonceptivos y falta de condones -