Alice Madness Returns

Capítulo 16: Clásicos

Dos días antes de que mama muriera, de que todo esto ocurriera… ella me dijo algo, algo hermosos que jamás voy a olvidar.

Estaba sentada jugando en la sala como siempre y mamá tejía.

Se me revolvía la cabeza con que mi mejor amiga Anne había dejado de ser la favorita porque había llegado una nueva hermanita a su familia. Me pasaría a mí lo mismo.

- ¿Mamá, si ahora tuviera una hermanita, o una hija nueva o más pequeñita… dejarías de quererme?- Le pregunte curiosa y miedosa de su respuesta.

-Alicia, yo amo a mis hijas y a toda mi familia como lo más importante de mi vida. Nunca, hagas lo que hagas, voy a dejar de quererte. Te quiero mucho. Y nunca te olvides de esto: Mi corazón está abierto, Alicia, jamás ha estado cerrado y nunca con llave. No hace falta la llave.

 

Continúe caminando para lograr regresar a la habitación donde me esperaba el sombrerero. Él ya había sido reconstruido y había recuperado su sombrero y su bastón.

- Veo que fuiste tan fiel como yo nunca lo he sido. Y como sé que esto no fue un favor porque las personas locas nunca fueron tus favoritas… ¿cuál es tu deseo a cambio?

- Nunca dije que no me gustan las personas locas, dije que no me gustaban las que estaban DEMENTES. Maniáticos y eso… y locas y dementes o maniaco no es lo mismo para tu información. – Le contra dije.

-¿Ese va a ser tu deseo? ¿Qué te escuche y deje que me eduques? – Pregunto sarcástico. – Vamos Alicia, sé que puedes hacerlo mejor. Piensa en algo más.

-Quiero que me lleves al tren que descarrilaste. Al tren de la demencia. Quiero estar allí ahora mismo. – Le dije.

-Tus deseos son mis locuras. – Dijo y me cargo sobre su espalda.

Pero no llegamos al tren, llegamos a otro lugar.

-¿Qué es esto? -Le dije decepcionada.- Esto no es un tren.

-Lo se Alicia, pero me temo que hasta aquí puedo ir contigo. Debo encontrar a mi amigo.

- Hablas de la liebre que te robo las piernas para destruir mi mundo y el tuyo también, por su puesto, con su malvado plan y te traiciono de esa forma.

- Ese mismo, ¿cómo sabias? ¿Es que acaso sabes dónde está? – Le iba a responder un súper comentario sarcástico e ingenioso pero saltó y desapareció.

Como si todos se hubieran puesto en complot con el gato para irritarme con eso de aparecer, decir cosas inútiles y desaparecer.

En pocas palabras, timarme, estafarme, no devolverme favores. Solo comentarios estúpidos. Como ese gato.

- Alicia, me ofendes. Te he dicho muchas veces que todo esto… está en tu cabeza. Si hablas de cualquiera de nosotros, ten seguro que lo sabremos. Y por hablar me refiero a pensar. – dijo el gato apareciendo con su enorme sonrisa.

-Y como nunca me entero yo cuando hablan de mí. – Pregunte para desafiarlo.

- Tú has vivido más en la realidad con personas que no se conectan mentalmente. Nosotros hemos pasado prácticamente tus 18 años de cordura viviendo aquí, acostumbrados a no pensar o hablar de nadie. Porque es como… digamos. Un pueblo pequeño. Todos se enteran de TODO. – Dijo desapareciendo.

Comencé a aplaudir allí en el medio de… estaba en un ¿bosque flotante lleno de piezas de relojes rotos? No importa, el caso es que comencé a aplaudir.

- Un aplauso para el gato que por primera vez en 18 años de vida en su cabeza me dijo algo que me sirvió y que yo no sabía.

El gato apareció con una sonrisa que ya no llegaba a sus ojos.

- Siempre lo hago pero… esta vez por ser tan lista como para reconocerlo te voy a dar un regalo Alice. Toma. – Extendió su pata y algo apareció en frente mío.- ¡Un conejo blanco con sombrero y chaleco! Es un clásico. ¿Hasta ahora me lo das?

- Cálmate, no está vivo, y es mejor que ese inútil traidor, que ya ni me interese que sepa que pienso de él. Son bombas a reloj.  Colocas uno en las puertas que no logres abrir con tu espada y ¡bum! Todo estalla en pedacitos. Son infinitas. Guárdate está en tu galera y cada vez que necesites usarla quitas el conejo de la galera. Eso, Eso sí es un clásico.- Dijo desapareciendo.

-¿Espera, que galera? – grite tocándome la cabeza. Y resulta que sí. Traía una galera, y mi vestido ya era de otro color, paso a ser de color agua verdoso con un delantal blanco con encaje y dobladillo. Muy prolijo.

-Eso fue un regalo de tu amiguito el sombrerero loquito. – Me susurro el gato con su oliendo caliente en el cuello.

Me agarro un escalofrío, pero lo ignore y guarde el conejo en la galera y continúe mi camino. ¿Hacia dónde? Esa era la gran pregunta.

Continúe caminando y entré en un lugar que paso de ser suelo de tierra a cemento. Pero había flores. Eran libros. Si, las flores eran libros y las mariposas también, salían volando y continuaban y continuaban.

Y sentí un frio en la espalda y todo comenzó a oscurecer, y el frio aumento y sentí un dolor agudo en la cabeza.

- De noche, oscuro y frio, Maldit… - y no sentí más nada.

Los pasillo dela biblioteca de casa parecían infinitos. Se había hecho de noche y las velas ya no llegaban a iluminar el fondo de la biblioteca que era donde yo muerta de miedo me encontraba. Comencé a maldecir. No podía ver nada. Hasta que vi una vela acercarse. Era papá. Me subió en sus brazos y comenzamos a ir para el living.

- Alicia, Recuerda. No maldigas la oscuridad o el frio cuando estés en una biblioteca de noche. – Me advirtió.

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Bueno los que conocen bien la historia o el juego podrán notar que me salto una que otra y agrego cosas propias. Porque si no la novela no solo se vuelve larga sino también que aburrida. Recuerden que es un juego y si lo adaptara tan cual ya no sería una novela, sería más bien un Gameplay por escrito.

Podrán notar que me gusta escribir de juegos, pacense por Mad father, que es mi nueva novela de un juego RPJ Maker de horror.

Pd1: Esta novela (AMR) tendrá al menos 40 capítulos. Largos y cortos. Así que podrán notar que ya llevamos poco más que un tercio.

Pd2: Me gusta leer comentarios y los respondería todos. Por favor comenten y voten y si comparte me ayudan muchísimo. Gracias!

Pd3: (AMR) significant Alice Madness Return…. Solo aviso por si acaso.