Alice Madness Returns

capítulo 10: Me quedo con el Molinillo

Estas estúpidas Pernólulas eran infinitas, no dejaban de reproducirse, hasta que opte por matar el nido entero. Y funciono, ya no continuaban aumentando, sino que conforme las mataban disminuían. Aunque este maldito molinillo no duraba mucho, tenía que esperar que se enfriara un poco o si no se rompería, pero no podía dejar  de usarlo.

Quite la espada y acabe con las 5 que quedaban con la espada, pero una me hirió en el brazo.

Mierda, dolía, era como una quemadura interminable.

Cuando por fin acabé, escuché un ruido rarísimo. ¿Aún había más? No, no parecía que hubiera muchos. En realidad era como un zumbido más bien.

Voltee y descubrí el dueño del irritante ruido, un ¿morrito? Lo había llamado la Duquesa. Y literal, era un morrito con alas.

Ataque con el pimentero. De un estornudo cayó al suelo y rápidamente lo tomé, localicé cuatro más y los ataqué, listo. Era suficiente, creo.

Cargada con 5 morritos atados de las alas fui con la Duquesa.

Aun revolvía ese caldo con un olor grasosamente desagradable, los tire sobre la mesada.

- Gracias, Alicia. Vete. – Me hecho tranquilamente mientras los tiraba en el caldo.

- De nada, ¿me puedo llevar el molinillo? – Le pregunte, no sabía si me convenía arriesgarme a pedirlo.

- Claro, es lo menos que puedo hacer po tí. – Dijo y me fui caminando al bosque. – cierto, el sombrerero habló de una sorpresa para ti Alicia, ve. Ten cuidado, está peor que la última vez.

- Y Alicia no lo olvides, los morritos te pueden enseñar el camino, es cuestión de prestar atención.

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Bueno perdón por tardar, me llego la inspiración, y gracias a quien le dedico este capítulo es quien me recordó que aunque tengo pocos lectores. Les debo ser fiel. Gracias, Felices vacaciones y/o comienzo de clases.