Luna🌚negra

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♦ °XXV° ♦

Narradora

Una vez que llegaron frente a la nueva casa, y negocio, de la familia Kitaeru.

Tanto Tetsuko como Kotetsu se dieron cuenta de que Hotaru los había estado siguiente, pues justo ahora se encontraba a sus espaldas.

-Ah! Haganezuka-san, lo siento por dejarme arrastrar por Kotetsu- se disculpo la chica- pensé que usted regresaría de inmediato a su taller.

El hombre solo se quedo de brazos cruzados.

-Vine por dangos.

-Oh... entiendo- respondió esta para luego dejar que Kotetsu, quien había intentado entrarla a la casa desde hace un rato, por fin la guiara dentro del edificio.

Tetsuko miro a su alrededor.

El lugar era mas grande que el anterior, suponía que era así porque este no solo seria su lugar de trabajo, sino también su casa.

El lugar tenia las habitaciones y demás en el piso de arriba.

-Es lindo y acogedor- dijo la chica con una sonrisa.

Hotaru se había sentado en una de las mesas del local.

-Si. Vamos arriba!- le dijo Kotetsu, pero antes de que pudieran ir a las escaleras, alguien los interrumpió.

-Tetsuko!

-Abuela- se acerco para abrazarla- que bueno que estas bien, estuve muy preocupada, tuve que venir a ver como estaban.

-Ya, ya- la anciana le acaricio la espalda mientras su nieta se tranquilizaba.

Estaba llorando.

-Kotetsu, el pedido del jefe esta listo- le dijo la anciana- podrías ir a llevarlo, por favor. Esta sobre el mostrador.

-Si!- el chico tomo el paquete con cuidado y se dirigió a la puerta- lo hare muy rápido!

-Ven cariño, vamos con tu madre- la mayor se alejo un poco de ella para tomar sus manos- vendrá usted también, Haganezuka?

La chica se giro a ver al hombre, este se encontraba de pie con las manos hechas puños.

Hotaru asintió, un poco vacilante.

-Haganezuka-san...?- la chica lo miro con una clara confusión reflejada en su rostro.

Este se cruzo de brazos y esquivo la mirada de la chica.

-Vamos- fue lo único que dijo el de mascara.

-Uhm... esta bien... -la chica se dejo guiar por su abuela hasta subir unas escaleras, Hotaru las seguía de cerca.

La anciana se detuvo en la puerta mas cercana.

-Umi, querida, mira quien esta aquí- dijo la mayor al abrir la puerta de aquella habitación.

-Madre, como te sientes- la chica fue rápidamente junto a la mujer que estaba en cama.

-Mi pequeña, Tetsuko- levanto la mano y acaricio su cabeza- estoy bien, tranquila, gracias a ti y a los demás cazadores muchos pudimos sobrevivir.

Tetsuko la miro con pena, sabia que muchos  habían muerto en el ataque de los demonios.

-Tetsuko- la mujer tomo entre sus manos las mejillas de la chica y las acaricio con suavidad- gracias a sus esfuerzos estamos vivos, hiciste un gran trabajo, no te atrevas  a pensar lo contrario.

La chica aguanto las lagrimas que querían salir a flote.

-Por cierto... que hace Hotaru aquí?- le susurro a su hija, esta negó con la cabeza.

Hotaru fue llevado dentro de la habitación por la abuela, quien lo hizo sentarse en una silla aun lado de la cama.

-Ya regreso, ira por unos dangos y algo de té- dijo para luego salir de la habitación.

-Entonces...- hablo Umi una vez que Tetsuko se separo de ella- no estarías aquí si no necesitaras algo. Habla de una vez, que es lo que quieres?

Umi conocía a Hotaru desde pequeño, ya que ella solo era unos años mayor que él.

Umi también era amiga de la primera esposa de Hotaru.

-Yo también... tengo curiosidad- hablo Tetsuko con algo de intriga.

El hombre seguía en silencio, pero bajo su mascara se encontraba con una expresión de frustración.

Suspiro y se tomo un momento para pensar en lo que diría.

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CONTINUARA...

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