Luna Creciente🌒

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♦ ° VI ° ♦

Narradora

-Haganezuka-san!

A la mañana siguiente, lo primero que hizo Tetsuko fue tomar su nichirin y salir al taller de Hotaru.

-Que es lo que quieres ahora, mocosa!

-Buenos días, Haganezuka-san- la chica sonrió con inocencia- vine para darle mantenimiento a mi nichirin.

-Bien... Damela y largate- extendió su mano maltratada por el duro trabajo de herrería que realizaba.

-En realidad, quería quedarme y aprender mas de su trabajo- explico abrazando su espada- papá no solía dejarme entrar a su taller.

-Que inteligente el viejo- hablo con tono enojado- como sea, solo dame mi espada!

La chica le hizo caso y paso a su taller, feliz de haber cumplido su cometido.

Hotaru rápidamente se puso manos a la obra, olvidándose completamente de la presencia de la chica.

-Hm... No esta astillada, pero como lo imagine necesita ser afilada- murmuraba para si mismo sobre la condición del nichirin.

Tetsuko lo observaba en silencio.

-Es un perfecto tono de rojo, muy brillante- siguió murmurando- realmente hermoso. Sin duda mi espada mas perfecta hasta ahora!

Hotaru sonreía bajo la mascara, sonrisa que no pudo ser notada por la joven quien lentamente se acercaba a la espalda del hombre.

Tetsuko sabia lo enfocado y determinado que era Haganezuka en su trabajo, sabia que no se movería hasta no terminar con la espada.

Así que aprovecharía ese momento.

Ella quitó el pañuelo de la cabeza de Hotaru y con ayuda de sus manos tomo su larga cabellera azabache, para luego darle pequeñas caricias.

-Es como acariciar las alas de un gorrión- susurro- tan suave~

Tetsuko continuo jugando con el cabello de Hotaru, haciéndole una trenza realmente larga.

Algunos mechones sobresalían de esta.

La chica se sintió tentada.

Tetsuko acerco un poco la trenza desaliñada de Hotaru y beso los mechones al final de esta.

-No puedo creer que lo hice- se alejo sonrojada- huele a hierro y... Rocío, tierra?

La chica no sabia distinguir el ultimo olor, pero era muy familiar para ella.

Tetsuko se levantó y volvió a su lugar.

Después de varios minutos, Hotaru termino con la espada nichirin.

-Listo, sera mejor que sigas cuidandola o...

-Si ya se... "Me matarás"- lo interrumpió con una sonría, observando lo hermosa que había quedado.

StorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora