•Pajaros• BANANA~FISH [TERMINADA]

³«distante»

Sing's pov.:
Entramos en la habitacion, y seguidamente el doctor nos dejo a solas a los tres. La sonrisa de Max sé borró un poco, y sus cejas mostraron una expresión de tristeza y intranquilidad. Nos acercamos a Ash, que como el doctor dijo, estaba inconsciente. El silencio que había era doloroso, por primera vez, pudimos percibir a Ash indefenso, y la verdad, no era algo lo cual en ese momento nos reconfortase. Max acarició el hombro de este susurrando. Pidiendo perdón por no haberlo protegido lo suficiente. Al mismo tiempo que sus ojos trataban de retener la lágrimas, yo miraba por la ventana, pidiendo a mis adentros desesperadamente que Ash viviese, ya que todavía tenía algo que hacer en este mundo, conseguir la felicidad que no pudo conseguir en todos esos años, junto a la única persona por la cual hizo todo lo inimaginable. Me daba igual no verlo nunca más después de que se recuperase. Lo único que deseaba era que lo lograse, y jure hacer lo que fuese por ello.

Ibe-san's pov.:

Deje la maleta en el cajón encima de los asientos, y me senté en el respectivo que ponía en el boleto. No voy a mentir, la verdad, me duele demasiado hacerle esto a Eiji, y no creo que le este ayudando en nada de separarlos. No obstante, algo en mi mente no deja de repetirme que lo principal es la seguridad de Eiji, lo cual hace que mis pensamientos sean muy borrosos y aunque lo intente, no pueda pensar con claridad, ya que aunque me asegurase a mí y a sus padres la seguridad de este, jamás sería el mismo. Pero mucho que me doliese, la decisión estaba tomada, y era muy difícil que todo cambiase de un momento a otro. Y eso era lo peor. El todavía estar a tiempo de cambiarlo.

Mire a Eiji por un rato, estaba cabizbajo, y su rostro no mostraba ningún tipo de expresión. Las últimas conversaciones que tuve con el fueron con respuestas cortas y frias. Que iba a hacer? No podía ni había razones culparlo de nada. Ya que era completamente entendible teniendo en cuenta su situación, y que yo era quien no intentaba nada para cambiarlo todo y que no tuviese que abandonar a su gran apoyo. Sabía perfectamente que solo tenía una opción, tener que explicar a sus padres que se quedó en Japón y volvería a casa junto a Ash. Descartando así el devolver a un Eiji completamente distante, perdido en sus pensamientos.

Pedía una y otra vez al mundo que algo ocurriese, algo lo cual lograse que no tuviese que ocurrir todo esto. Todo lo que iba a destrozarlo a el, y a sus amigos al otro lado del océano. No podía, no era capaz de decírselo, pero hablé con sus padres, tres meses antes, y me dijeron que tras la vuelta, no le permitirian volver a América.
Así que después de estar tanto tiempo dándole vueltas a absolutamente todo, mis ideas y pensamientos se ordenaron cuando el avión aterrizó. Tenía claro lo que iba a hacer. Debía de llevarlo a casa, pero antes de eso, hice algo decisivo.

Me acerqué a la taquilla de boletos y empezé a hablar con la mujer del lugar. Quién me dio dos de estos un par de minutos después. Eiji noto que no estaba junto a él mientras que este se disponía a cruzar el aeropuerto, fui lo más rápido posible donde estaba, y le dedique una sonrisa mientras salíamos de este. El estaba triste pero, se veía más tranquilo, parecia haber estado recapacitando sobre todo lo ocurrido en el viaje. El estaba tranquilo, pero confundido, ya que yo no paraba de soltar pequeños suspiros acompañados de ligeras risas.

Si tan solo supiese que los boletos que pedí eran hacia Nueva York para una semana después...

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Ok, no voy a poner excusas, solo dos cosas: Estrés y poco tiempo.
Creo que así queda claro el por qué no he actualizado hasta ahora. Pero ya he encontrado como concentrarme a escribir sin distraerme y espero que así no se me complique tanto, la historia tendrá un aproximado de 8-10 o hasta 13 partes, asi que todavía me queda escribir para rato. Eso es todo! Adiós!<3