Ash's pov.:
Ese momento fue increíble. Ver cómo el mismo Eiji leía las cartas que alguna vez escribió, mientras me contaba relatos conectados a ellas, por muy tristes o felices que fuesen, realmente me marcó.
Ver cómo escribió en buenos o malos momentos, a través de su evolución personal o la falta que le hacía mi simple presencia, era digno de valorar.
-"Querido Ash
Quiero decirte que he tomado una gran decisión en mi vida, y creo que buena. Al fin me cambié de carrera, y comenzé a estudiar en campos fotográficos. Se me da genial, creo que encontré mi talento oculto. Pero el tener como modelos referentes rubios con ojos verdes, no ayuda a mis ganas de volver a Nueva York. Para volver a encontrarte."
Rió ante su reciente narración.
Eiji's pov.:
-Me acuerdo de cómo sentí que alguien trataba de arruinarme el dia con eso. Y en mis adentros decía: " ¡Pues lo volveré a encontrar! ¡No será tan difícil!"-Exclamé fingiendo una voz más aguda que la que tenía usualmente.
Ambos soltamos una carcajada ante ello.
-Ahh..-Suspiró Ash-Lee otra porfavor.
-No. Ya han sido suficientes.
-¡Vamos! ¿La última?
-¡Ya he leído 11!¡¿No son suficientes!?
-Una última.
-Aghh- Exalé para darme por vencido- ¿Cómo se piden las cosas?
-Porfis.
Lo admito, me dio demasiada ternura verle pedirlo de esa forma. Tanto que no me dí cuenta de que nuevamente, logró su objetivo.
-"Querido Ash
Ya ha pasado mucho desde la última carta que te escribí, y es hora de que te ponga un poco al día ¿No? Resulta que mis fotografías conmovieron mucho por el profundo significado que transmitían. A día de hoy, tengo mi propia galería, visitada por miles de amantes de la fotografía y el arte en sí cada año. Y en este, me presenté a un concurso internacional. ¿¡Era necesario que el juez se pareciese tanto a tí y al confundirlo y llamarlo por tu nombre quedase descalificado!? El mundo me odia."
Simplemente, Ash era incapaz de dejar de reír mientras que yo, completamente indignado seguía quejándome de aquel suceso. Que a mis ojos, No era más que una enorme injusticia. Y no miento al decir, que me indigné aún más al ver que Ash, en vez de compadecerse de mi y sentir empatía, no dejaba de llorar de la risa.
Al terminar de discutir con el aire, diciendo que no era como para reírse, y que sintiera un poco más de lastima, tratando de comunicarselo a Ash, sin tener en cuenta que este último estaba al borde de la asfixia de tanto reírse, caí de espaldas en la camilla.
Al mismo tiempo que Ash comenzaba a utilizar sus pulmones de una vez y suspiraba.
Nos quedamos unos minutos así. Sin hablar, pués no era necesario. La simple estancia de el otro nos era suficiente para ser consumidos por esa nube de calma a la cual por tanto tiempo esperamos.
No fue poco el tiempo que duramos así. Y los impertinentes y matutinos rayos de el sol se asomaban insistentemente, aún estando escondidos tras los característicos edificios de la propia cuidad para cuando Ash decidió acabar con ese tranquilo silencio.
-Oye, hay algo que quiero pedirte, por última vez. Lo cumplirías si de tí dependiese?
-Cada vez se te ocurren formas más interesantes de pedirme favores. Pero dime.
-En las calles, hace años se me conocía como Ash lynx. Un matón callejero el cual recibía su pos-nombre debido a su comparación con el lince. Hábil e indomable. Animal el cual nunca sería una buena mascota. Pero a pesar de esa fama, mi deseo siempre fue lo contrario. Ser libre. Por eso me martiriaba tanto. Por la necesidad de cumplir mi deseo de dejarlo todo atrás. A fin de cuentas siempre quise ser libre. Tal y como un pájaro.
Lo entendí perfectamente. Tanto su sentimiento como el significado de su reflexión.
Así que me levanté, y abrí una de las tantas ventanas, al igual que esa dichosa jaula. Saqué al pequeño periquito de pelaje amarillento que había en su interior para llevarlo donde él.
-Parece que lo entendiste muy fácil.-Dijo sonriendo.
-Anda, ¿Dile adiós al menos no?- Le contesté del mismo modo.
Le pasé el pequeño animal, y lo acarició a modo de despedida, para devolvermelo suavemente. Procurando que nada malo le ocurriese.
Me acerqué lentamente a la ventana, sujetándolo entre las palmas de mis manos. Para abrirlas al llegar a esta, y ver como el ave volvía a demostrar su libertad a través de un efímero vuelo.
En la misma posición, sin moverme lo más mínimo, le hablé.
-Ash, ahora es mi momento. ¿Puedo pedirte algo, aunque sea por última vez?
-Soy todo oídos.
Estaba nervioso, pero tenía que hacerlo. No espere durante tanto como para ahora arrepentirme.
-¿Te irías a vivir conmigo? Me refiero a irnos, olvidar todo el sufrimiento y amgustia sufrida aquí y dejarlo todo.
-Si. ¿A dónde?
Fue reconfortante el como no esperó un segundo a responder.
-A Tailandia. Un exótico país Asiático.
-¿Cuando?
-Espera, recuerdo que una vez, dijiste que tenías afecto a este lugar, al ser la cuidad en la que creciste.
-Me he hartado, seis años aquí en coma son de misma utilidad que seis aquí consciente. ¿Cuando?
-¡No seas impaciente! ¡Todavía tengo que mirarlo! Además, ¡Todavía no te han dado el alta!
-¿Y que? Nunca es mal momento para huir contigo. Además, es algo lo cual muchas veces deseé hacer.- Confesó pensativo.
Sonreí mientras lo observaba darle vueltas al tema.
¿Nunca he agradecido el lexionarme aquella vez?
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ÚLTIMO CAPÍTULO!! Me queda hacer el pos ending que sería el último capítulo oficialmente pero espero que los 12 hasta ahora os hayan gustado!
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•Pajaros• BANANA~FISH [TERMINADA]
AdventureUna historia en la cual el destino de Ash y Eiji no es tan trágicamente doloroso, y el cómo seria si todo hubiese sucedido de otra manera, consiguiendo así un reencuentro entre estos dos....