Eiji's pov.:
Abrí la puerta de golpe, y caí de rodillas al suelo al lograr mi objetivo.
Tan simple como mover un pomo sin esperar nada, fue la respuesta correcta. Haciéndome ver a un Ash, más mayor, fijándose en cada detalle de todo lo que lo rodeaba como recompensa.
Era lo que quería, anhelaba, y deseaba desde mi juventud. ¿Por que todavía lo sentía tan lejos?¿Por que tenía el sentimiento de que no estaba conmigo todavía?
Pero no importaba. Ni cómo me sentía, ni mis deseos, ni nada lo cual en algún momento pudiese haberme importado. Lo único que contaba era si reunía laa fuerzas suficientes como para levantarme y correr a abrazarlo. Asegurándome de que mis sentimientos solo estaban confusos. Y que realmente lo logré. Acortando en cuestión de milésimas aquel largo camino que mi mente había visualizado por delante.
Era verdad. No estaba soñando. Ash estaba ahí. En esa camilla, quejándose mientras que yo no pensaba soltarlo.
-¡Eiji! ¡Aparta de una vez! ¡Pesas mucho!-Exclamó como respuesta a mi cautiverio.
-Calla. No tienes derecho a quejarte. Llevo seis años esperando para este momento.
-Joder. Puedes abrazarme siempre que quieras por muy raro que se me haga, pero ahora suéltame.
Le hize caso liberándolo. Haciendo que me sonriese.
-Yo también te he hechado de menos Eiji. No sabes cuánto.
Le sonreí de vuelta, calmadamente, sin decir una palabra. Acercándome a el gran ventanal que contenía la habitación.
-Nunca pensé que volvería aquí. Y no se si es impresión mía de nuevo o está ciudad es cada vez más grande.
Rió levemente
-He ahí uno de los más grandes misterios de todos los visitantes de New York. Pero, ¿A que te refieres con de nuevo?
-Al significado de la misma frase. Mi mente no es capaz de asumir las cosas fácilmente. Por eso tampoco soy capaz de entender que realmente estoy aquí, hablando contigo, sin tener que tener miedo a despertar y seguir sumando más a las incontables noches que pase llorando por tu ausencia.
-Hm..-Asintió con culpa.- No fue fácil para nadie.
-...
-...
-..¿Puedo preguntarte algo?
-Claro, dime.
-ñ Realmente estuviste a punto de morir por un navajazo de Lao, o estuviste a punto de dejarte morir al recordar la culpabilidad que cargarias el resto de tu vida?
-...
-La segunda. ¿Verdad?
-..Si.
- No creas que voy a juzgarte. Yo también lo habría hecho.
Abrió los ojos como platos.
-¿¡COMO SE TE OCURRE DECIR ALGO ASÍ?!
-¡POR QUE AHORA LO ENTIENDO!
-¿El qu-
-¡El como te sentías! ¡Sentías como todos los momentos de tu vida significaban innumerables remordimientos! ¡Convirtiéndolos en un peso con el cual angustiosamente tenías que llevar y mover contigo! ¡Destruyéndote poco a poco!
-Como sabes todo eso con esa exactitud.
Apoye mi cabeza en mis manos mientras me sentaba en la silla a su lado.
-Por que es lo que llevo viviendo día tras día durante seis años.
Levanté la mirada tras escuchar un leve lloro. Las mejillas de Ash estaban empapadas de lágrimas. Saltando a abrazarme, sin tener en claro los cuidados que necesitaba ni un mínimo. Susurrándome que lo sentía, que realmente lo sentía, y que yo no tenía que saber cómo se sentía algo así, mientras me acariciaba la cabeza.
Le respondí que no era su culpa. Que el tampoco debía de sufrir con ello.
Alguien cerro la puerta, y efectivamente nos separamos tranquilamente al notar la entrada de Yut Lung.
Narrador omnisciente:
Ash era consciente de que el también sufría. Y le explicó a Eiji el por qué no debía de guardarle rencor a el último unido a la conversación.
Se pasaron la tarde hablando sobre temas variados. Entre ellos, problemas que los tres tuvieron que afrontar por igual. Arrepintiéndose y disculpándose por esos ignorantes años en los cuales no pensaron en nadie más que ellos. Sin ver el mundo desde el punto de vista de los demás.
Anocheció, y Yut Lung decidió irse al hotel. Agradeciendo por la reflexión.
Pero Eiji no tuvo suficiente. No le pareció que la conversación hubiese compensado todo el vacío que sintió. Pensando en que todavía debía de quedarse hasta destruir el miedo de que solo fuese una ilusión, y despertase de nuevo en Japón.
Se escondió en un pequeño rincón de la habitación cuando la enfermera que se ocupaba de Ash paso a revisar si nos fuimos, dando lugar al fin de horario de visitas.
Al quedarse solos de nuevo, Eiji se acercó a la camilla, sentándose en un costado de esta sin molestar a Ash.
-Puedo pedirte un favor Eiji?
-Por supuesto.
-Podrias terminar de leerme las cartas?
No muy seguro agarré una, para comenzar a leerla siguiendo la petición de el rubio a mi lado.
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Solo queda uno, como mucho dos capítulos más para que termine el fanfic! Me gustaría hacer un after-ending ¿Qué opináis?
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•Pajaros• BANANA~FISH [TERMINADA]
AdventureUna historia en la cual el destino de Ash y Eiji no es tan trágicamente doloroso, y el cómo seria si todo hubiese sucedido de otra manera, consiguiendo así un reencuentro entre estos dos....