| uno |

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Primero observó su rostro justo cuando este se corrió y su vientre se manchó del propio semen.

El cuerpo bajo suyo tembló ante los continuos estímulos, sin bajar su velocidad a las embestidas aún cuando sabía que a SeungMin no le gustaba la sobre estimulación.

Pero, no podía pedir algo como eso cuando el rostro del chico le calentaba cada vez. Sus ojos ya hacían mojados por la excitación o quizá sea dolor, en realidad eso era lo de menos; buscar un porqué no estaba dentro de sus planes en ese momento.

Las mejillas del pequeño se encendieron, todo su cara se encendió en un completo color rojo, avergonzado, excitado, enojado también. Y sin embargo, ahí permanecía, otra vez desnudo y sudoroso en la cama de Bang Chan.

SeungMin había ido hasta su habitación junto a los demás compañeros en un improvisado grupo de estudio. Una pequeña reunión de estudiantes que no perduró más de tres horas, luego todos se fueron del cuarto de Bang, todos excepto SeungMin.

La faceta de niño bueno se iba a la mierda en cuanto quedaba a solas con él.

Primero se arrodilló, se la chupó, y después obtuvo su tan esperada recompensa por haberlo hecho bien. Hacer una mamada cada vez se le estaba dando mejor.

Chan golpeó más fuerte hasta que su polla volvió a dar con el punto de SeungMin. Una y otra vez, sin remordimiento ni pena. Y, para el momento, él ya era todo un desastre, porque entonces supo de inmediato: SeungMin iba a correrse otra vez.

La cosa más jodidamente excitante que podía presenciar.

SeungMin era precoz y multi orgásmico y, odiaba que Chan se divirtiera con ello.

Pero era algo que él no podía controlar, por mucho que practicase, siempre era el primero y el que más veces se venía incluso cuando repetía que ya no podía hacerlo otra vez. "No, SeungMin, nadie se viene con solo chupársela a otro" había dicho Chan mientras le quitaba su bonito jersey después de que terminase con la mamada.

Una vez recuperó la conciencia tras el orgasmo no le llamó la atención los rastros de semen en la cara de SeungMin, sino la parte delantera de su pantalón, abultada y visiblemente húmeda.

La cabeza de este último deliró por respuesta a las estocadas del mayor, llevándose una mano a su pene para terminar de una vez con la desesperante situación, y sin embargo, Chan al notar sus intensiones jaló de su muñeca hasta apretarla en el colchón por encima de su cabeza, a los segundos hizo lo mismo con la otra.

No quería que se masturbarse para agilizar el orgasmo, si tanto lo quería debía de ser paciente.

Chan jugaba con fuego y no le daba miedo quemarse.

Todo con tal de alargar lo más posible la duración de los gestos de SeungMin. Se estaba volviendo adicto a ellos... Su boca se abrió, no para hablar, sino para deleitar a los oídos de Chan de gemidos que en su grata morbosidad eran puros e inocentes de un chico que lucía como tal pero que no era ni de cerca lo más "puro e inocente" de esa habitación.

Sostuvo con una mano las muñecas ajenas mientras que con la otra tomaba de sus caderas, elevándolas a una considerada altura para que la penetración sea más fácil y profunda. Y por supuesto que la nueva posición ayudó a SeungMin a por fin correrse, entonces sólo quedaba Chan.

Dejando libre las extremidades antes apresadas, tomó con ambas manos las caderas de SeungMin y únicamente utilizándolo para su bien, comenzó a subirlo y bajarlo sobre su miembro. Espera que esta no sea la última vez que vea esos gestos, seria como quitarle un caramelo a un niño, el acto sería fácil y rápido pero la sensación se quedaría en las ganas por seguir probando de él.

—SeungMin, ¿alguna vez te has visto a ti mismo mientras tienes orgasmos? —le preguntó Chan, después de que saliera de él y se tumbara a su lado.

Era muy incrédulo casi sin saber lo mucho que le afectaba al otro hablar de esos temas luego de haber tenido sexo. Tanto era su paranoia que solía esperar a que Chan se levante primero de la cama para ir a darse una ducha y por lo tanto él tendría vía libra para vestirse sin que haya unos ojos observándolo en cada movimiento hecho.

SeungMin se avergonzaba con las insinuaciones o temas sexuales que Chan le decía. Fuera o dentro de la habitación, había una serie de palabras tachadas como tabú para él y de las cuales Chan siempre incumplía adrede.

—Me gustaría que vieras tu cara la próxima vez que te folle.

—Me gustaría que vieras tu cara la próxima vez que te folle

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Perdón por publicar otra historia chanmin. Pero es que el chanmin me está superando mucho últimamente xd y no me resistí, perdón ;-;

Pero esta historia sólo va a contar con dos capítulos, so.... nada más que añadir. Bye | (• •)|

𝑩𝒍𝒖𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora