| siete |

1.2K 139 44
                                    

Lo ve alejarse, saludando y chocando los cinco con quien se encuentre en su camino hasta que la silueta de HyunJin desaparece cuando dobla la esquina.

SeungMin deja caer los hombros y de repente se pone rígido al notar la presencia de MinHo aún ahí. Detrás suyo; callado todo el tiempo y el hecho de que estuviera guardando silencio le desconcertó de alguna manera. Siempre era de hablar en los peores momentos, entrometerse en una conversación de una forma poco agradable y dar acto de su posición, que si no solía ser molesta, tenía todos los puntos para ser hortera e incómoda.

Tal vez, cuando se fijó en él por primera vez, cuando no estaba en sus planes enamorarse, Chan o algo respecto a amabas cosas. Incluso en el hipotético caso de que una vez, mucho tiempo atrás, antes de conocer a Chan, se logró sentirse atraído por el amigo de su novio, toda expectativa decayó al saber cómo era verdaderamente; y es que una carita bonita y un cerebro de genio no le iba a quitar lo malo a cómo era Lee MinHo.

Y, de hecho, agradecía que nada hubiera ocurrido; estar con Chan fue lo mejor que le había pasado. No daría marcha atrás y menos ahora sabiendo que MinHo parecía odiarle.

—¿Esperas también a Chan? —Preguntó SeungMin, acomodándose la mochila sobre el hombro y girando un poco contra la pared para mirarle mejor.

Él aparentaba estar distraído con la punta de sus zapatillas, tardó en contestar aunque se tomó la molestia de levantar la mirada. Dio un gran suspiro antes de abrir la boca, como si estuviera cansado.

—Habíamos hecho planes —dice—, pero contigo aquí, supongo que ya puedo olvidarme de eso. —Su voz se oyó lánguida y el sentimiento de culpa se acumuló en el pecho de SeungMin.

Si bien no llevarse con el mejor amigo de su novio era una mierda hasta el grado de poner a Chan en unas situaciones comprometedoras.

No era consciente de las múltiples veces que Chan plantaba a MinHo porque ya había quedado con él o porque aparecía en último minuto y las preferencias de quedarse con SeungMin se hacían notables. MinHo lo entendió, es decir, entendía toda aquella parte en que uno se olvidaba de sus amigos por su pareja y las prioridades siempre iban en juego con eso.

Lo entendió, por supuesto que lo entendió. No iba a reclamarle nada —cuando Chan le llamaba para cancelar los planes oyéndose tan feliz por ver a SeungMin y contándole lo que tenía planeado para sorprenderle, bueno, sólo podía soltar un risa y decirle que se divirtiera.

MinHo pese a todo, era su amigo y no solo eso, era su hermano. Y debía comportarse como tal; Chan también le pedía que no fuera tan duro con SeungMin, en algunas veces en las que se acercaba o mantenían una charla y la presencia del chico estaba ahí. A veces en esas situaciones intentaba mantenerse callado, porque en una ocasión logró sobrepasarse demasiado y Chan terminó muy cabreado como para advertirle seriamente que nunca vuelva a tratar de esa forma a SeungMin o a nadie en general.

La rabia en sus palabras y la actitud de sus expresiones le hicieron gravemente pensar que perdería su amistad, que Chan acabaría por alejarse de él; todo por un niñito... un capricho.

De verdad que Chan perdía la cabeza cuando se enamoraba. ¿Dónde había quedado lo de los amigos antes que las parejas? Chan había cogido esa regla y se la había pasado por los cojones.

Era una ley, una ley dentro del manual del mejor amigo, que MinHo siempre siguió prácticamente desde que en décimo les gustó la misma persona y él fue el primero en echarse atrás porque veía más valioso su amistad que una relación; mantuvo ese pensamiento incluso cuando Chan empezó a salir con ella.

Y, en realidad, siempre mantendría esa idea. Sin importar que solo sea él quién la ponga en práctica. Quería demasiado a Chan como para decirle algo al respecto. Siguen siendo amigos y eso es lo único que le importa —y tratar de convencerse de eso estaba siendo muy maduro por su parte.

𝑩𝒍𝒖𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora