| veinte |

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HyunJin golpeó con la mano la tapa de la botella contra el borde del mostrador y miró prevenido a Jisung mientras tomaba de ella cuando al tercer intento logró abrirla. En medio de aquella cocina, como el mero lugar despejado que encontraron en toda la casa, el brebaje a alcohol llenó por completo sus papilas más que la música a sus oídos.

Hubo un enorme pensamiento que se instaló en su cabeza cuando Jisung dijo que le había avisado a Chan que estaban en una fiesta de fraternidad y era que Chan llevaba meses sin aceptar las invitaciones y nada le decía que eso iba a cambiar, no si continuaba rechazándolas por SeungMin.

—No creo que llegue a venir. —Simplemente sugirió, omitiendo el resto.

—No a menos de que se libre de su perrito faldero.

Aunque olvidaba de que MinHo sí era capaz de soltarlo sin escrúpulos y, que también, no era el único quien lo pensaba. Pero, HyunJin jamás lo habría dicho con esas palabras.

Le agradaba SeungMin, sabía que era un buen chico, no obstante, había encontrado ciertas cosas cuestionables, y pese a que Chan sea su amigo, no significaba que pudiera defenderle en todos los casos. No quería sonar como un cretino, pero sabía que esa relación solo sería una más para ambos. Quizá eso estaba bien. Al final, los dos aprenderían los errores y tal vez podrían ponerlo en practica para sus próximas relaciones.

—¿No tenía esa cena con los padres de SeungMin? —preguntó Hwang, dando un sorbo a la botella. Luego se la pasó a Jisung.

—Exacto. —MinHo le apuntó con el dedo—. Está allí haciendo el mayor paripé de novio decente. Así que, olvídate. No vendrá.

Y de haber sido uno de esas habituales veces de las que no haría falta poner en duda, probablemente habría acertado.

En ningún escenario posible que hubiera o haya imaginado, esperaba ver a Chan atravesando la multitud y viniendo hacia ellos. Y, entonces se sorprendió de verle solo, pero cuanto menos lo pensó, vio que SeungMin estaba detrás de él. Las ilusiones se esfumaron rápidamente.

—Vaya, te hubiese gustado estar en lo cierto. ¿No? —se mofó HyunJin en su cara. Lo que originó que recibiera una advertencia por su parte.

—Conseguiste convencerle. —Jisung se aproximó y miró a Chan con ojos agudos, claramente refiriéndose a SeungMin.

—Sí. —Chan alarga el brazo y lo pasa por los hombros de SeungMin, acercándolo y luego bromeó—: He tenido que sobornarle.

Él echó los ojos atrás.

Jisung sonrió.

—Veo que ya te familiarizas a ese humor suyo.

De pronto, SeungMin se inclinó y dijo:

—Bueno, si es que se le puede llamar como tal.

Y un instante después recapacitó de la semejante cosa que había dicho. Aunque al oír la risa de HyunJin, su inseguridad se esfumó.

—Por fin alguien que lo dice.

Chan simuló ofenderse y miró cariñosamente a SeungMin antes de negar; la sonrisa colada en sus labios. Los dos chocaron los ojos y la manera con la que se estuvieron mirando hizo a HyunJin querer estar equivocado con todo lo que había pensado.

Había amor, había de todo en esa mirada. Cualquiera diría que estarían juntos el resto de sus vidas. Él fue una de aquellas personas, una de las primeras, de hecho. Sabía que Chan lo amaba, pero se preguntaba si esa forma de amar estaba siendo justificada para lo que se escondía detrás.

SeungMin era su primer novio, su primera pareja de verdad, y no es que hubiera un número escrito de parejas para determinar la experiencia o el consentimiento de tener una relación estable; solo que creía que Chan no había experimentado lo suficiente más que en el sexo.

𝑩𝒍𝒖𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora