| nueve |

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—¿Esperas que me alegre por ti?

Jisung tiró su mochila al suelo y luego se dejó caer libremente en la cama de Chan.

Tardó cerca de dos minutos en comenzar a quitarse los zapatos y cuatro en acomodarse más; con las piernas estiradas y los pies cruzados y la cabeza apoyada sobre la almohada.

—No. —Chan hizo un mueca con la cara.

Giró el cuerpo sobre su silla y se cruzó de brazos antes de hacerle frente. La música del videojuego en su ordenador seguía sonando. Su personaje acababa de morir, específicamente cuando Jisung tocó la puerta y al voltear, fue suficiente para perder la atención de la partida y ser asesinado por el grupo contrario. El equipo con el que jugaba terminó perdiendo.

—Bien, porque no mereces una palmadita en la espalda —comenzó Jisung.

Chan acabó por quitarse los cascos del cuello, porque aun cuando se los retiró de las orejas, podía seguir escuchando las voces de los tíos con los que se unió a la partida. Se oían discutiendo, muy cabreados y sobre todo con el jugador MrBangC97. Se puso en silencio, luego se encargaría de ellos.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó.

—No sé, tío. Pero todo lo que dices me ha sonado poco creíble —Da su más sincera opinión recibiendo un fuerte aspaviento por su amigo—. Oye, cuando te dije que deberías hablar con SeungMin, me refería a que hablaras con SeungMin, no que te acostaras con él.

—Lo hablamos.

—¿Quién exactamente habló? ¿Tú o él?

Hasta ese momento no lo había pensado. Chan se detuvo con las palabras en la boca, y retrocedió en su silla. «Fui yo», reaccionó su mente. Miró hacia su ordenador, algo distraído, y sacudió la cabeza.

Han Jisung se incorporó de la cama con los pies sobresaliendo del colchón, le dirigió una mirada desazonada y dijo:

—Tienes que hablar con él. —Y volvió a repetir—. Esta vez con seriedad.

— 𖢇 —

Cuando SeungMin entró a su habitación, nada más abrir la puerta vio a JeongIn sentado en el suelo con un chico al lado. Como estuvo de espaldas no logró reconocer a Felix hasta que este mismo se gira para saludarlo. Lo que no esperó es que Chan también estuviese ahí.

Acaba de salir de la biblioteca. Llevaba metido ahí toda la tarde; apenas y pudo comer un plátano y un zumo que compró en una máquina expendedora. Tenía un examen de economía para el jueves y un trabajo en grupo a entregar en dos días de diseño y otro de tecnología.

No había cabeza para algo más. Esperaba llegar al dormitorio y tirarse en su cama, pero tuvo la previsión de lo muy alejado que estaría de esa idea.

—¿Tienes hambre? Nos ha sobrado un poco de pizza —señaló Felix.

—Sí, ya dije que era mucho para nosotros —continuó JeongIn.

Echó la cabeza hacia atrás y río levemente, con la tripa muy hinchada. Un minuto después Felix le siguió.

A juzgar por los cuadernos y libros tirados supo que estaban estudiando, y sin embargo, seguía sin entender qué hacía Chan con ellos. Es decir, está claro que lo estaba esperando, ¿pero cuánto tiempo llevaba ahí?

Descubrió que por la charla que estaban teniendo, no se había aburrido. Las conversaciones que Chan tuvo con JeongIn se podían contar con los dedos de la mano, eran mínimas y cortas. A veces simples saludos. Pero sin duda era mucho mejor que la relación de SeungMin y MinHo. Y, de alguna forma SeungMin envidiaba eso. Sobre todo porque sabía que para Chan, MinHo era una persona muy especial.

𝑩𝒍𝒖𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora