| seis |

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SeungMin echó una mirada por encima de los cuadernos, esparcidos por toda la alfombra. Acomodó su barbilla encima de su rodilla y rebuscó con las manos la fotocopia que le habían dado días antes.

Tenía que hacer una planificación de una idea que satisfaga la necesidad de cualquiera, la palabra clave era «entretenimiento». Llevaba días comiéndose la cabeza, su profesor no dio más lujo de detalles del proyecto, incluso cuando fue a preguntar éste le aludió la pregunta fingiendo no tener conocimiento de ella.

En sus apuntes había recopilado lo más esencial para cualquier prototipo del curso. En estos casos, se arrepentía por haber escogido diseño industrial como carrera.

—Tal vez lo dejaste en otra parte —dijo JeongIn quien se había ofrecido a ayudarle a buscar.

Primero empezó rebuscando en la mochila de SeungMin porque alguna que otra vez tendía a tirar todo dentro de ella sin ningún cuidado. A veces podía ser muy desordenado, al menos con aquello con lo que debería ser más cuidadoso.

JeongIn se agacha en cuclillas para tomar un libro y ver si dentro de las páginas como separador se encontraba la fotocopia. Y en eso pregunta—. ¿Dónde estuviste hace dos noches?

SeungMin levanta los ojos rápido y el acto se hizo perceptible y llamativo. Para quien sea que estuviere ahí y le conozca o no, se habría dado cuenta lo poco sutil que fue esa expresión.

—Estuviste con Chan, ¿verdad? —Intuyó al ver que su amigo no iba a decir nada—. Está bien. Yo solo preguntaba por si te lo habías dejado en su habitación... —Y, de repente se interrumpe así mismo y dirige una mirada insinuadora—. Suponiendo que estaban estudiando. ¿No? ¿U os saltasteis lo teórico y pasaron directo a lo práctico?

—¿Eso es lo que quieres saber? —SeungMin dejó caer una repentina risa, bromeando con la ironía de por medio; y luego sólo se dejó llevar—. Bien. Pues no estudiamos. Llegué tarde y, en vez de eso, se la chupé. ¿Qué te parece?

JeongIn giró los ojos y trató de no seguirle pero cuando SeungMin empezó a reírse, no pudo aguantar más y le acompañó en lo ordinario de sus palabras.

—Eres un asqueroso. —dijo, negando con la cabeza aunque su risa seguía presente.

Por obvias razones SeungMin había obviado la otra parte de la historia y es que no se sentía preparado para contarlo en alto. Se tomó la libertad de divertirse un poco aún cuando eso conllevara a después a arrepentirse.

Tenía la cara roja de vergüenza por atreverse a decir algo así —las orejas le quemaban; pero estaba cogiendo más confianza en cuanto se trataba de su sexualidad, aún si sólo era con JeongIn.

Continuaron en una conversación de poco entendimiento, únicamente lo que inició como simple cachondeo se varió a tal punto de no comprender por qué no podían parar. Resultaba extraño y casi rallando la locura, sin embargo, a mitad de terminar sintió un largo relajo que recorría por todo sus brazos y acababa en su pecho.

Cuando por fin empezaron a ceder, con la barriga cosquilleando y la falta de aire en los pulmones, los dos descendieron la voz, y al cabo de un rato sólo se escucharon suspiros, y alguna que otra tos.

Pocos segundos después, SeungMin volvió a su deber de antes. Todavía con el calor en el cuello y una súbita deshidratación en los labios.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —SeungMin hace un sonido con la garganta y JeongIn lo entiende como un sí—. ¿Cómo es eso del sexo oral?

En un breve segundo, mientras todavía maneja su respiración. La pregunta le hizo que se atascase con su propio saliva. El aire se le cortó justo en la garganta y al levantar los ojos y ver a JeongIn con una expresión serena tirando a confusión por su reacción, le puso la piel de gallina.

𝑩𝒍𝒖𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora