Yo soy.... Minato (Pausada)

Capitulo 13

—Note que eres buen amigo de Mikoto. —escuche una vos detrás de mi.

Ahora me encontraba en la hora del almuerzo, yo estaba solo sentado en una banca que había en el patio de la academia. Yo sabía de quién se trataba la voz que me hablaba, no podría olvidarlo fácilmente.

—Algo así. —confesé mientras comía una bola de arroz que la misma Mikoto había preparado para el almuerzo. El sujeto dió la vuelta hasta quedar delante mío, el se veía con un rostro serío y con los brazos cruzados, creo que trataba de lucir intimiendante. No, esa su manera de ser, el ya había nacido con su forma de ser intimidante.

Así era Fugaku Uchiha, intimidante por naturaleza.

—Hoy ví como salías de la casa de Jimura con Mikoto. —mencionó Fugaku mientras aún se mantenía adelante mío, yo seguía comiendo. Sabía que el me iba a golpear, siempre terminaba igual con el. Pero en esta ocasión tal vez la cosas resulten diferente, él había estado casi un mes enfermo. Por lo que el tiempo que yo estuve entrenado el había faltado a la academia, así que no había vuelto a encontrarme con el.

—Asi es, el señor Jimura me permitió quedarme a dormir en el recinto Uchiha. ¿Acaso no está permitido que alguien que no sea del clan se quede en el distrito? —pregunté mientras lo señalaba con el palillo con el que estaba comiendo la bola de arroz. Fugaku se mantuvo inexpresivo en todo momento, pero ahora tenía una mueca de molestia.

—No... Pero aún así no deberías quedarte en esa casa. —dijo Fugaku serio mientras se daba la vuelta y parecía irse—. Después de todo la gente pensara que estas en una relación con Mikoto.

Yo no puedo evitar y reí de lo que mencionó Fugaku, se notaban sus intenciones desde lejos. El podría ser un chico fuerte y todo lo que quiera, pero aún así era un tonto si creía que no le iba a dar cuenta de que está celoso. No iba a negarlo, llegué yo y mis notas lo habían sobre pasado, yo estaba más tiempo con Mikoto y eso le molestaba. Lo único que el me ganaba era en fuerza, por eso me golpeaba cada que podía, cosa que tenía bien claro.

—Nose de que hablas...Fu Ga Ku... Y si aún así lo estaría... ¿A ti en que te afecta?... ¿Te dijo algo? Anoche estuve en la misma cama que Mikoto... —dije en tono divertido. No paso ni dos segundos y Fugaku me tenía agarrado del cuello de la camisa. El me había levantado del suelo tirando lo que yo estaba comiendo al suelo. Note como su puño estaba siendo apretado con fuerza, pero aún así el se contenía.

—Eres un mald...—Fugaku paro de hablar al esquivar un golpe mío que iba directo a su rostro para luego arrojarme hacia atrás.

El dió un salto sobre la banca y mientras yo rodaba en el suelo esquivando una patada de hacha de Fugaku. Yo me pare y di una vuelta hacia atrás en el aire cayendo en una pose de defensa que Jimura me había enseñado.

No había aprendido muy bien la defensa que Jimura me había enseñado, pero ya cada vez estaba mejorando y haciéndola cada vez más mía. Según Jimura estaba teniendo mucha voluntad al no rendirme en algo en que no era bueno del todo.

Fugaku me miro con una mirada fría mientras daba un paso adelante. Pero luego el solo escupió a un metro dónde yo me encontraba para después darse la vuelta y hablar.

—Solo eres un idiota Minato, no caeré en tus provocaciones si eso es lo que intentas. No lucharé contra ti... por ahora —Fugaku dijo para marcharse hacia otro lugar lejos de mi.

El estaba en lo cierto.

Quería luchar contra el.

No sabía porque, pero quería probarme contra el. No era porque le guardará rencor por las veces que me había golpeado, no. El era el mejor de la clase en lo que refiere a lo que a fuerza se refiere. Estaba siendo inmaduro y lo sabía, pero quería ser el número uno en la academia y para serlo tenía que superar a Fugaku.

Solté un suspiro, sabía que está no era la manera de la que debía de desafiar a Fugaku, pero simplemente la emoción me gano. Camine hasta la comida que había quedado tirada, agarre el la lonchera que Mikoto me había prestado y volví al salón.

Camine sin pensar demacido, el día más allá del altercado con Fugaku había sido bastante tranquilo a decir verdad.

Camine a través de los largos pasillos de la academia ninja. Por lo que sabía y había escuchado, había al menos unos 400 ninjas este año. 30 de los cuales eran de mi salón, y 80 otros era del mismo año pero de otras dos diferentes clases. Así que había un total de 110 ninjas que tendría que superar para ser el mejor de mi generación... Porque era obvio... No iba a conformarme con ser solo el mejor de sólo mi salón, cosa que solo tenía que superar a Fugaku para lograrlo. También superaré al curso donde iban los gemelos Hyuga, y al otro también.

Eso era algo que me había propuesto, pues aún quedaba más de medio año para lograr tal cosa.

Camine hasta entrar al salón, dónde no había casi nadie.

Bueno, casi nadie.

Había una chica que tenía una mirada furtiva había dónde yo me encontraba, solo trate de sonreír hacia la chica que estaba sería y molesta.

Al parecer Kushina hoy estaba de mal humor.