Capítulo 37: Chico malo

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Ya estaba acostado en mi antigua habitación.

Después de salir del bosque de la muerte, lugar del cuál el tomo casi hasta el anochecer poder salir, fui hacia mi habitación del orfanato. Aunque ahora que recuerdo nunca pase demasiado tiempo en este lugar.

Está habitación tan vacía, apenas tenía una cama y unas cuantas prendes que vestir aquí. Yo ya tenía el suficiente dinero como para comprarme un lugar más lindo para vivir, supongo que tendría que hacerme la despedida de los chicos de aquí y de las señoras que cuidaban el lugar.

Aunque en realidad no me sentía demasiado apegado con nadie, por la simple razón que nadie estaba aquí para quedarse. Casi todos los niños llegaban, estaban a lo mucho unos meses y luego se iban, con las cuidadoras era lo mismo. Aunque debes en cuando algunos chicos que salían de aquí se hacían ninjas y volvían de visita, así fue como conseguí entrar en la academia.

Moleste a los chicos que ya eran ninja que venían de visita para que me dieran un puesto en la academia. No fue demasiado difícil, ya que no fue solo porque si, demostré que tenía el nivel suficiente para entrar, tenía bien nivel académico y un buen estado físico.

Me quedé mirando el techo unos segundos más.

Me estaba costando dormir está noche.

Tal vez pueda invocar a pa, o ma para hablar un rato más, pero no estaba seguro. Tal vez mañana pueda hablar un poco con ellos para saber cómo están las cosas de ese lado, aunque no pasó un día todavía desde que volví a la aldea.

Y como era de noche solo entre en mi habitación así que no pude encontrarme con nadie más del orfanato. Recuerdo que nosotros mismos teníamos que limpiar nuestras habitaciones, pero la mía cuando llegue estaba muy ordenada y sin nada de polvo ni suciedad. Hubo alguien que estuvo limpiando mi habitación en el tiempo que no estuve, y por lo que veo lo hizo bastante seguido.

No sé quién abra sido, pero le estoy muy agradecido.

Me gire en contra de la pared y me tape todo nuevamente, quería dormir de una buena vez pero se me hacía imposible.

A decir verdad, aún estaba un poco molesto por lo de hoy, y por si fuera poco sumando a mi deseo de dormir y no poder, alguien estaba tocando la ventana de mi habitación.

Solté un suspiro, no era un buen momento para hablarme. Me senté en la cama para levantarme, estaba descanso y sin camisa, sumado a mis pelos revueltos.

—No pensaba que vendrías de visita, Fugaku. —abrí la ventana dejándole libre paso a qué entre en mi habitación.

El no espero un segundo y entro en mi habitación saltando por la ventana, luego di unos pasos y se apoyo en contra de una pared.

Ya que el ahora estaba aquí prendí una vela que tenía a medio apagar para poder hablar más tranquilos. Pero lo único que podía ver en este noche era la expresión sería el Uchiha. ¿Acaso venía a castigarme por lo que le hice a Mikoto? Sinceramente no me sorprendería que el ahora venga con intenciones de atacarme, así solía ser el después de todo.

—Escucha Minato, tengo algo de lo que hablar con tigo.

Oh... Bueno, supongo que tendría que luchar después de todo.

—Me voy a casar...

O tal vez no.

Bueno, sinceramente eso me alegraba un poco por el, supongo que el tiempo pasaba casa vez más rápido. ¿Acaso yo también ya estaba dejando de ser ya un niño? Eso me ponía algo triste a decir verdad.

—Con Mikoto...

Bueno, eso era una sorpresa aún más grande....

—.....

Yo soy.... Minato (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora