Yo soy.... Minato (Pausada)

Capítulo 22: El chico que desafio la muerte(NUEVO CAPÍTULO)

—..... Adiós.... Minato.... —fue el leve susurró que logré oír.

Abrí los ojos rápidamente, sobre mí había un techo que nunca antes había visto. Sobre mí estaban unas mantas blancas, esto no cuadraba con lo último que recordaba. Supongo que ahora me encontraba en el hospital. Logré sentarme en la cama donde estaba acostado y mire a la persona que me había hablado.

—¿A dónde pensabas ir, Mikoto?..... —la susodicha se quedó estática en la puerta a medio abrir, con la mano puesta en el pomo de la misma. Ella giro su rostro lentamente y me miro como si de un fantasmas de se tratase, aunque creo que casi habría podido ser uno.

—...¿Minato?... —al momento de decir mi nombre unas cuantas lágrimas cayeron por su rostro. Ella luego llevo su mano a su boca mientras me miraba con un asombro palpable en su rostro. Yo por mi parte solo le di una de mis mejores sonrisas.

—¡¡¡Minato!!! —fue el grito que ella dió para luego correr hacia mi cama y darme un abrazo. Ella salto sobre la cama al momento de abrazarme y me sostuvo por el cuello mientras sollozaba sin dejar de aferrarse a mi. Yo acaricie lentamente su cabello mientras ella lloraba, supongo que le había dado un buen susto con lo que había ocurrido.

—¡Note preocupes, Mikoto!...  Ya estoy aquí.... —ella asíntio con una sonrisa mientras unas cuantas lágrimas caían por su delicado rostro. Ella parecía bastante feliz, pero no me gustaba verla llorar, y menos si era por mi culpa.

—Pense que nunca ibas a despertar... —confesó con tono amargo mientras se limpiaba las lágrimas de su rostro. Yo me sentí mal por ella, la había echo preocuparse demaciado. No dije nada, pero me prometí a mi mismo que Mikoto no lloraría más por mi.

Pero ahora que me daba cuánta, me sentía bastante bien ¡De echo me sentía espectacular! Esto era sumamente extraño, supongo que había estado unos cuantos días aquí. No me extrañaria si incluso me dice que estuve toda una semana aquí.

—Oye, Mikoto... ¿Cuántos días estuve sin despertar? —ella me miro en silencio, pero luego bajo la mirada mientras sostenía su mano delante de su cuerpo. Yo me sentí algo nervioso, ¿Por qué no contestaba mi pregunta? En un segundo todo se había vuelto tan silencio de forma repentina.

—Minato....

—...Estuviste en coma por medio año...

Silencio...

Eso era todo lo que había en la habitación. Incluso se podría escuchar el ruido de un alfiler cayendo al suelo.

—¿Que acabas de decir?...

—¡Estuviste en coma!
...—ella toma aire— ¡¡Medio año!!

—No me grites en la cara, boba. —dije mientras tapaba su boca con mi mano. Ella se bajó de encima mío mientras se reía algo, pero luego su expresión cambio a una más triste. Ella aún se encontraba en mi alcance, yo me estire hacia ella para volver a darle un abrazo.

Sentí como su cuerpo temblaba, ella estaba triste. Paso medio año desde la última vez que me vio, supongo que no esperaba que despertara pronto. Medio año en coma... Más tiempo del que había imaginado, pero en realidad mis pensamientos habían sido más oscuros en ese momento, estaba dispuesto a dar la vida por Kushina. Nada más me había interesado y no pensaba en otra cosa que no sea eso. Pero... Mikoto por las importante que fuera para mí, no había estando en mis pensamientos en ese momento y eso me dejaba un mal sabor de boca. No había pensado en ella, y ahora Mikoto estaba en mi habitación después de medio año en coma, cuidando de mi. Ella se veía muy triste, yo sinceramente nunca pensé que llegaría a importarle de esta manera a alguien.

Era muy extraño pensar que alguien me extrañaría si yo me muriera, yo pensaba que solo desaparecía sin que nadie sepa sobre mi. Al parecer le importaba a Mikoto más de lo que hubiera imaginado, eso me hacía sentirme algo extraño al respecto.