Yo soy.... Minato (Pausada)

Capitulo 26: El final de Minato Namikaze

Suspire molesto.

Prometer a Kushina que ganaría esto tal vez no fue una decisión que pensé con cuidado. Pero por alguna razón ella me había convencido por alguna extraña razón que no llegaba a entender.

Ahora mismo me encontraba en el techo de la academia junto con Fede, quien por alguna razón estaba comiendo un pollo que recién había sido cocinado, ¿Que de dónde lo había sacado? Me gustaría saber eso.

—Bueno... Si fuera un Uchiha presuntuoso que acaba de robar varios puntos... ¿Dónde estaría presumiendo? Tal vez... Nop, no tengo idea..

Creo que lo mejor sería ir caminando por la aldea, con mi mala suerte me toparia con el bastante pronto para que me den otra golpiza. O tal vez mi mala suerte funcione a la inversa y no lo encuentré en varias horas, en todo caso quedarme aquí no funcionaria.

Doy un salto desde la suma de la academia hasta el suelo... Justo donde habíamos luchado...

¡Tengo una idea!

—¡Fede rastrea a Fugaku! —esperaba que Hanna le haya enseñado a rastrear
Ella es la que se encarga de entrenar a mi mascota, así que espero que le este enseñando como se debe.

Fede se me quedó mirando, sin reacción alguna.

—Ya sabes, Fugaku. El Uchiha que se hacía el poderoso hace unas cuantas horas antes, el que me noqueó por tres horas. —Fede dió un aullido antes de salir corriendo hacia fuera de la academia. ¡Esto era genial! Estaba rastreando al pendejo de Fugaku. ¡Fede no me daría una decepción!

***

Lobo idiota...

Me trajo hasta Mikoto, quien estaba luchando con los mismos tres chicos que me había encontrado en la entrada del bosque de la muerte. Pero si bien Mikoto era muy buena luchando, parecía que los tres juntos contra ella le estaban dando problemas. Claro, ellos ya eran Gennin después de todo y ella aún no había acabado la academia ninja.

—Solo espera Minato. Espera a que la venzan y atacas... —no me gustaba ver la golpiza que le estaba dando a Mikoto, porque eso era lo que estaba sucediendo. No sé que tipo de prueba era la que están haciendo ahora, pero no parecía ser justa del todo. Mikoto ya sangraba y ellos aún seguían atacando sin dar descanso.

—Mikoto solo rindete... —se que solo es un murmuró, pero esperaba que ella se diera cuenta que no podía. No los vencería en un combate sola, no ahora.

Me quedé viendo lo que sucedía, como golpeaban a Mikoto muy molesto. Me dolía mucho ver cómo golpeaban a la chica que me gustaba.

No, no puedo seguir viendo esto.

Doy un salto hacia uno de los tres chicos, el hermano mayor, para luego darle una patada en la cara mandando a volar al chico unos cuantos metros hacia atrás hasta chocar con una pared del edificio más cercano.

—¿Que haces aquí Minato?... —susurró Mikoto en lo bajo mientras se quitaba la sangre que caía de su labio partido. Ella estaba con una rodilla en el suelo, parecía tener problemas para mantenerse de pie.

—No dejaré que sigan con esto. —les dije a los dos chicos que aún seguían delante mío. El hermano menor me miró mientras sacaba un kunai y se preparaba para empezar a luchar. En cambio la chica me miró extrañada.

—¿A qué te refieres? Esto es lo mismo que hubiera pasado si te equivocadas con alguna de las preguntas que te hicimos, es lo mismo para todos. No hay excepciones. —fue lo que explicó con brazos cruzados mientras me miraba sería. Yo la miré serio mientras me ponía delante de la magullada Mikoto con intención de protegerla.