PROHIBIDA ATRACCIÓN

SUEÑO

Los rayos del sol entraron por la ventana, abrí los ojos a regañadientes, quería seguir un poco más de tiempo dormida pero sobre todo en los brazos de mi amante, que al principio no reconocí, estaba confundida pues unos brazos largos y fuertes me apretaban contra su cuerpo, no fue hasta que caí en cuenta de que era Kakashi entonces todo me lleno de golpe,los besos, las caricias y todo lo relacionado con anoche, si esa increíble y jodidamente perfecta noche, mis mejillas se inundaron de sangre y de pronto me sentí tan acalorada.

¿Acaso estaba loca? Me había metido a la cama con mi ex-Sensei y aunque reconozco que fue de las mejores decisiones que he tomado en la vida, no quita el hecho que ante la sociedad está mal y sobre todo en nuestro pueblo que estas relaciones son un pecado, algo prohibido y algunos  hasta les parece ofensivo, nos ven como padre e hija, podrán considerarlo insestuoso, pero ¿cómo decirle que no a algo tan bello? ¿tan sensual? ¿tan delicioso?. Si bien entendía perfectamente estas normas, para mi Kakashi no era más que un hombre, no lo veía como un padre o un hermano mayor es más ni como un profesor, sino todo lo contrario, quiero pensar (justificar) que no lo veo así desde que perdí la memoria, pues no recuerdo del todo mi relación con él y eso me hace imposible verlo como algo que no sea lujuria.

Me volté un poco más para ver su perfecta cara, era tan guapo, ¡oh carajo! tuve sexo con un Dios griego, grité en mis adentros, vaya que era suertuda, ese cuerpo escultural,parecía forjado a cincel  ese cabello suave como la seda, brilloso  y a juego con un rostro oval perfecto, facciones de lo más finas, equilibradas y perfectas, en conjunto hacían que la palabra belleza fuera insulsa, como si no estuviera a la altura de lo que contemplaban mis ojos.
Una sonrisa despreocupada surco por su rostro y sus palabras me sacaron de mi letargo. ¡oh vaya, no estaba soñando, él es real, esta noche fue real!.

-¡Buenos días, mi bella flor de cerezo!. Me dijo con una voz ronca y aterciopelada, este hombre no tenía ningún defecto, todo él era perfecto.
Seguro me veía insípida en sus brazos, para  nada una bella flor.

-¡Buenos días Kakashi! ¿Cómo dormiste?-pregunté,

--Excelente gracias a ti- mientras me besaba. ¿Acaso era legal que parara mi corazón cada vez que besaba de esa forma?.

Torpemente le correspondí el beso, que poco a poco se tornó en mayor urgencia, como si lo que había pasado anoche no fuera suficiente. Entonces repetimos de   nuevo todo lo de hace unas horas, en definitiva podría repetir millones de veces sin cansarme, no con él.

Después de unas horas volvimos a nuestras actividades normales.,entrenamiento, trabajo. Pero ahora me preguntaba que seríamos realmente Kakashi y yo, nos habíamos acostado pero eso ¿Qué significaba? ¿Solo  era placer para él?  ¿o realmente quería una relación seria conmigo?. Aunque a estás alturas ya nada de eso importaba, habíamos cruzado líneas peligrosas, inevitablemente mi incertidumbre al futuro con él me ponía un poco nerviosa.

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Ya han pasado 2 meses desde que estamos en esta "relación secreta", entrenamos juntos, vamos a comer juntos, me visita al hospital, algunas misiones y por lo regular compartimos más que una cena por las noches, todo ha ido de maravilla, algunos sospechan cosas y hacen conjeturas pero a la vez las descartan a la misma velocidad con que vienen  pues nadie piensa que personas tan honorables como nosotros podrían hacer cosas tan grotescas e indecentes, pobres ilusos, no saben que lo prohibido es lo más delicioso.

Aunque algunos podían sospechar algo, saben que el pasar tiempo juntos es algo normal para nosotros, pues él me ha apoyado tanto en mi recuperación que es muy comprensible ser unidos, pero en todo siempre hay una excepción y esa es Anko, ligeramente veo una mirada en ella que antes no había visto o al menos eso recuerdo y es de completa hostilidad, como si fuera tan insoportable mi presencia para ella, no quiero darle tanta importancia, es solo que resulta incomodo de vez en cuando. Espero que solo sea imaginación mia.

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Acostados en la cama, después de disfrutar de varios orgasmos, me atreví a preguntar su opinión respecto a lo que teníamos, así que me arme de valor y dije.

-Kakashi  ¿ Qué somos?- Me volté un poco para examinar su rostro, aunque estaba sorprendido sospesaba mi pregunta.

-seres humanos ¿qué acaso nadie te lo ha dicho?- me dijo de manera burlona mientras me besaba el cuello

-¡hey! No me refiero a eso y lo sabes, quiero que me digas la verdad de  una vez por todas.-me queje.

-¿Quie.....?- No pudo concluir la pregunta, pues alguien en ese preciso instante tocaba la puerta. Seguro era una nueva misión.

-continuaremos esta conversación en otro momento- dije con media sonrisa, que para nada era de tranquilidad era más bien una que decía que la conversación continuaría lo más pronto posible, yo por supuesto el suspenso me hacía sentir  un nudo de nervios junto con una profunda punzada en el abdomen, quería saber lo que él pensaba al respecto, pero se que para él el trabajo y la ciudad eran lo más importante en este momento.

Escuché el sonido de la puerta, me asomé ligeramente para ver al anbu que se encontraba al otro lado, otra vez esa mascara, habían sido varias ocasiones que venía la misma persona a dejar documentos, misiones y cualquier otra excusa absurda.

Empezaba a ponerme nerviosa, probablemente la hokage o alguien  más estaba sospechando que existía algún tipo de relación entre nosotros y no precisamente sana como aparentabamos, así que siempre me escondía tras la puerta de la habitación principal, era una suerte que pudiera manejar a la perfección mi chakra para poder ocultarlo y eso ayudaba a que nadie sospechará que estaba ahí.

Pero me seguía preguntando. ¿Quién era esa persona y qué quería?