SUNA

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Mis pies, mis pensamientos y mi determinación me habían traído hasta aquí, a Suna, una nación preciosa realmente, no recordaba cuando fue la última vez que vine, probablemente no fue hace tanto, pero no habían memorias concretas de este lugar, sólo vagos recuerdos que se quedaron en mi mente.

Era cierto lo que decían, Sunakagure había crecido tanto y todo gracias al Kazekage, era asombroso el compromiso que él tenía por su pueblo, era un digno gobernante, tenía el respeto y amor de su gente como de otras naciones, en definitiva no había cometido error alguno al venir aquí.

-Haruno-san- dijo una serena y amable voz, lo que me hizo salir de mis pensamientos y girará el rostro hacia esa voz casi irreconocible.

-Oh, Kankuro-San- hice una pequeña reverencia. - Una disculpa por no haber avisado con anticipación, fue una decisión un tanto apresurada, espero no ser una molestia para su pueblo y familia- decía con un tono nervioso, tenía años que no los veía, apesar de las buenas relaciones entre Suna y Konoha, era de mal visto venir sin un aviso previo o invitación, solo esperaba que no fuera tan mal recibida.

-Haruno- san, usted siempre será bienvenida en nuestro hogar y aldea, por favor no se sienta una molestia, vine hasta aquí a petición del Kazekage para recibirla como los aliados y ninjas estimados de Konoha deben ser recibido en Suna, espero no ser un molesto acompañante, Gaara hubiera querido venir personalmente, pero lamentablemente una reunión lo ha tenido entretenido por horas, sin embargo me pidió que le diera la bienvenida y pedirle que por favor sea nuestra invitada especial en nuestra mansión.- me decía kankuro, tan amable, que quise acompañarlo sin rechistar.

- Kankuro-san, no quiero de verdad ser una molestía, me temo que no...- no terminé de contestar cuando fui interrumpida.

-Me temo que no era una pregunta, el Kazekage insiste en que sea una invitada nuestra, la mansión es lo suficiente grande como para albergar a nuestros amigos, además nos sentíriamos más tranquilos si está en un lugar seguro, es como una hija para la Hokage, imagínese si le pasará algo en nuestra nación.- dijo Kankuro con media sonrisa en los labios. -no quiere comenzar una guerra verdad Haruno-san?- terminó con una pequeña carcajada.

-No Kankuro-san, son muy amables por recibirme, pero voy con una condición.

-¡Ah! ¿sí? ¿Cuál es?- preguntó Kankuro, con una mirada expectante.

-Que por favor no me diga Haruno-san, dime Sakura, no me gustan las formalidades, somos amigos como lo ha dicho, por favor no me hable como si fuera desconocida, que me sentiré incomoda- contesté con una sonrisa.

-Claro Haru... Sakura, pero tu tampoco me digas San, ni me hables de usted, que me siento terriblemente viejo y no paso de los 20 jaja- dijo con una voz animada y riendo.

Era divertido hablar con él, al menos sentía que tenía esperanza de hacer amigos aquí o sentirme cómoda. Todo el camino a la mansión fue muy divertida, hablar con Kankuro era como un respiro de todos mis problemas, era amable y divertido, además que me mostró muchas cosas de la aldea, tenía sentimientos encontrados, pero la emoción de algo nuevo me llenaba más que el miedo o la nostalgia.

-Bienvenida Sakura al que por el momento será tu casa y si quieres que lo sea para siempre, estaríamos muy agradecidos, adelante- dijo Kankuro lleno de emoción que me contagió de esa calidez, era como ver Naruto y pensar en aquello se me destruyó el corazón, mi amado hermano, deseo verlo de nuevo.

-SAAKURAA-alguien gritó y corrió hacia mi, haciendome tambalear, estaba casi sin respirar y no veía nada, pues una cabellera rubia nublaba mi vista.

-Te..ma..ri, ho..la, no...pue..do...res..pi..rar- traté de decirlo, pero el abrazo era tan fuerte que me quedaba sin aire cada vez sílaba.

-Ay sí!, lo siento- dijo una Temari avergonzada. - tienes que contarmelo todo, a que has venido, como están todos por allá, Naruto, Tsunade, Kakashi.......Shikamaru, etc.. todos.- dijo una emocionada Rubia.

Kakashi, maldita sea porque tenía que preguntar por él. Espera... ¿Shikamaru? Solo me quedé observandola, su mirada brillaba de emoción y una parte de mi sabía que no era del todo por verme, sino por el último nombre salido por su boca, me limité a sonreir y darle un apretón en el brazo.

-todos están bien, sobre todo Shikamaru, ya sabes como es él siempre siendo Shikamaru, ojalá algún día pudieras ir a Konoha, estoy segura que el te daría un tour enorme para conocer sus bellezas escondidas, quedarás aún más enamorada.- dije mordazmente, de verdad si tanto se gustaban no sé porque ninguno había tomado la iniciativa de verse y comenzar una relación, tal vez si tenía un propósito más además de aprender.

-la cena está servida, el Kazekage los espera en el gran salón- dijo el mayordomo.

-Vamos muero de hambre-dijo Temari mientras me tomaba del brazo. Yo solo reí y la seguí, mis manos empezaba a sentir sudor, realmente estaba nerviosa, tenía miedo de Gaara, siempre había tenido ese sentimiento hacia él, desde lo que paso en los exámenes chunin, era algo que no podía olvidar.

-Haruno-san, bienvenida- dijo el joven  kazekage mientras hacía una ligera reverencia- siéntate por favor, espero disfrutes de la cena hecha especialmente para tí.-

-Gracias Señor Kazekage, lamento haber llegado de esta forma, espero no ser inoportuna y por favor llámeme Sakura- dije mientras hacia una reverencia completa junto con una sonrisa en mi rostro.

Él no dijo nada sólo se limitó ha asentir, hasta ahora pude reparar en el de manera completa, no era el.mismo Gaara que conocí, era diferente, tenía esa mirada amable, el porte de un hombre fuerte y seguro, cuerpo musculoso y tonificado, además esa aura cautelosa y misteriosa que permanecía en él de forma constante, había cambiado, madurado era la palabra correcta, en definitiva el joven y apuesto Kazekage tendría muchas chicas peleando por estar con él, hasta yo lo haría sino estuviera enamorada de Kakashi, de cierta forma eran parecidos. ¡Demonios! Me regañe a mi misma por pensar así de Gaara y después hacer una comparación con Kakashi, me torne incomoda cuando la mira del Kazekage cruzo con la mía, rápidamente aparte la mirada y seguí comiendo,¡ cielos ! que vergüenza que me haya visto viéndolo de forma inescrupulosa, él lo notó pero no dijo nada, como si nada hubiera pasado, menos mal.

Después de la cena me despedí de cada uno de mis anfitriones y procedí retirarme a mi habitación, estaba muy cansada debería descansar un poco si mañana comenzaría mi nuevo empleo en el hospital de Suna.

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Ya ha pasado un mes desde que estoy aquí en Suna, no dejo de sorprenderme las increíbles técnicas medicas y sobre todo en venenos, me ha dado tiempo de entender muchas cosas, de mi crecimiento como mujer y como ninja, constantemente pienso en Kakashi, pero el dolor cada vez es menos, lo extraño tanto, desearía poder verlo una vez más, se que es tonto pero en el corazón no se manda.

Lo más sorprendente de todo es la forma en que he podido conocer a Gaara, de una manera más personal y profunda, es todo lo opuesto a lo que alguna vez pensé de él, es genuino, amable y bondadoso, cada noche pasa a recogerme al hospital y hemos podido hacer una amistad, platicar de nuestros miedos y sueños, mi confianza en él es tal, que le he platicado parte de mi historia con Sasuke y Kakashi, aunque no trata de forzarme a contarla por completo, siempre me contempla escuchando cada una de mis palabras, con esa mirada profunda, como si analizará cada cosa que digo o hago y esto últimamente ha comenzado a preocuparme, no quiero especular sobre los sentimientos de Gaara, pero en el fondo se que no le soy indiferente, eso me aterra, porque no podría corresponderle de la forma en que él quiere, tristemente mi alma le pertenece a otra persona, aún cuando a esta última no le interese en lo más mínimo mis sentimientos.

-Gracias Gaara-san, que tenga una buena noche.- hice una ligera reverencia y encaminadome a mi habitación pero detuve mi andar cuando escuche que decía mi nombre.

-Etto..Sakura-san.?? Me preguntaba si podíamos cenar mañana fuera de casa, me gustaría invitarte a un lugar especial, yo pasaría por ti cerca de las 9 fuera del hospital si tu gustas.

-Gracias Gaara-san, debo ver mis horarios y si no surge ninguna eventualidad, claro que sí, será un placer.- dije con una ligera sonrisa en mi rostro.

-Buenas noches Sakura San.

-Buenas noches, Gaara-san

PROHIBIDA ATRACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora