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《Capítulo 14》

YukHei mira con desesperación su teléfono por quincuagésima vez en menos de diez minutos y se pregunta ¿En dónde demonios está el chofer con el escolta que supuestamente lo recogerían?

Oh, XiaoJun bastardo infeliz.

Un auto negro se detiene justo a su lado y la ventanilla trasera comienza a descender. ─Lamento la tardanza cariño, el tráfico en Seúl es una total locura a estas horas.

Él rueda los ojos y respira profundo para no decir una barbaridad.

─Como sea, ¿Ya podemos irnos?

XiaoJun asiente felizmente y la puerta del vehículo se abre para que pueda acomodarse. YukHei entra no tan convencido y se sienta a su lado.

El de rubios cabellos conversa con su chófer y le ordena que volverán a la mansión de los Wang en Seúl que quedaba al otro lado de la ciudad. Tardarían más o menos unos quince minutos.

─¿Podrías quitar esa cara? Dios, es deprimente.

─Te recuerdo que me chantajeaste para poder ver a mi "hijo", así que te conformarás con mi presencia.

─¿Desde cuando eres tan desagradable?

─Oh, maldición XiaoJun, cierra la jodida boca.

Se cruza de brazos molesto y observa la los edificios por la ventanilla, sintiéndose incómodo con su ex novio. Era insoportable lo que debía aguantar, ¡Ni siquiera quería estar en el mismo lugar que él!

Un rato después, el vehículo está en el enorme estacionamiento de la linda mansión. Para YukHei no estaba nada mal, pero la antigua casa de sus padres en Shanghái era más bonita, incluso la nueva que lograron comprar hace poco en Seúl también lo era, de eso no tenía dudas.

Pudo tener serios problemas económicos antes, pero su percepción no cambiaría la realidad.

XiaoJun ordenó a la nueva servidumbre que se pusieran a trabajar inmediatamente, incluso se las presentó a YukHei, aunque fuese totalmente innecesario.

Camina entre los pasillos de la gran mansión con el alfa a su lado que permanecía callado. Suspira aliviado y se dirige especialmente a una de las más antiguas criadas a su derecha que limpiaba un muy costoso y antiguo jarrón.

─ChengXiao, ¿En dónde está RenJun?

¿Ese era el nombre de su hijo?

─Está tomando el almuerzo con Yuqi, señor XiaoJun. ─suelta sin más y con mucho respeto. Sabía lo rígido que se ponía su empleador cuando se enojaba.

─Gracias ChengXiao, puedes seguir en lo tuyo.

Momentos después, XiaoJun sonríe complacido de ver al pequeño RenJunnie en su sillita comiendo brócoli al horno con queso, aunque a él no le gustase en lo absoluto y su nana Yuqi hacía su mayor esfuerzo para que pasara al menos un bocado.

─Señor XiaoJun, es un placer verle. Llega justo para el momento de la comida de RenJun.

─Lo sé, no hace falta que me digas lo obvio. Puedes retirarte.

─Pero señor, el señor KunHang fue muy específico con que-

─Puedes retirarte Yuqi. ─menciona con esa dura y fría voz que le caló hasta los huesos a la pobre chica. Vaya que su actitud a veces parecía tan sería como la de un alfa, pero toda la familia Wang era igual.

Bueno, todos menos el hijo menor.

Ella asiente reiteradas veces y desaparece por completo de la cocina, seguramente fue junto a las otras criadas. XiaoJun corre al lado de RenJun y luego lo carga en brazos.