《Capítulo 37》

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─¡YukHei! ¡Estoy aquí! ─una voz familiar retumba en sus oídos, reconfortándole el tener su presencia aquí y ahora. No sabía a quien más recurrir. ─¡¿Qué demonios le pasó a mi bolita de arroz?!

El alfa mira al omega con la tristeza desbordando de sus ojos, y no lo piensa dos veces para apretarlo en un fuerte abrazo. ─No lo sé TaeYong. ─murmura con cierto desespero, no ha sabido nada de Woo en horas y eso le tenía al borde de un colapso nervioso. ─Lo dejé un momento en el Café y cuando regresé habían camiones de bomberos y una ambulancia que se estaba llevando a alguien, al acercarme constaté que se trataba de JungWoo.

TaeYong lucha, pero no se contiene más, llorando dolido junto a YukHei. Ambos no son los mejores amigos del mundo, pero se llevan lo bastante bien como para soportarse. Esta situación en definitiva no la esperaron para nada, y los dos están muy afectados por lo que sea que pueda pasarle a JungWoo con respecto a su salud.

─D-Deberíamos sentarnos, conversar y calmarnos un poco. ─sugiere el peli rosa, tratando de secar las lágrimas que en automático descienden de sus ojos y no parecen cesar.

Este le toma la palabra y se sientan muy cercanos, esperando en la concurrida sala de emergencias, deseando tener una pronta novedad lo antes posible.

─¿Puedes contarme lo... ─hace una pausa y visualiza el suelo con mucha tristeza. ─Que pasó?

YukHei inhala fuertemente y aprieta los puños en sus muslos con impotencia, ni él sabe cómo pudo suceder tal tragedia. ─Le pedí a JungWoo que me ayudara a cerrar el Café, ya que mi padre me necesitaba con urgencia en la constructora. Yo sólo iría y vendría para recogerlo y llevarle a casa, pero al cruzar la ciudad comencé a tener un extraño presentimiento, y no pude pensar en nada más cuando vi a los bomberos aplacando las llamas de mi negocio y a la ambulancia llevándose a mi Woo.

─Lo siento tanto YukHei, n-no tenía ni idea... ─la mano de Tae se posa sobre la de YukHei y acaricia el dorso con cariño. ─Él estará bien, es muy fuerte.

─¿Tú crees?

─Lo conozco desde que éramos unos cachorros, lo sé mejor que nadie.

Los dos permanecen sumidos en el voraz silencio, incapaces de verse mutuamente, este incidente les pesa en el alma. Sobre todo, a YukHei, quien siente un enorme vacío en su pecho que jamás experimentó.

─¡Yong! ─esa voz le causa escalofríos, y no es para menos, se trata del señor MinSeok, y a su lado, el señor JongDae, y en verdad no sabe como decirle lo que está pasando.con su único cachorro y adoración. ─¿Qué sucedió con nuestro hijo?

El omega se muerde el labio inferior y mira con atisbos de temor a YukHei, pidiendo a este contarle la historia a los padres en conjunto. Aunque jamás lo sabrían con exactitud, él único que podría confirmar eso es el mismísimo JungWoo, pero ni siquiera tienen información de como se encuentra.

Los ojos de MinSeok se bañan en lágrimas y siente como las piernas le fallan. Su esposo lo ataja con firmeza para evitar que se precipite en el suelo, y él por su parte, está absolutamente sin habla.

─¡Mi bebé! ¡Mi pobre bebé! ─clama dolorido el señor Kim, llorando en los brazos de JongDae. Este sólo lo consuela mientras pequeñas gotas saladas se escapan de sus ojos.

En este momento, JongDae no tiene el control de la situación. Están en otro hospital al sur de Seúl, y él no era nadie ahí como para hacer lo posible para salvar a JungWoo, y eso es terrible.

─Lo siento mucho señores Kim... No pude hacer nada para ayudarlo. ─habla YukHei luego de permanecer mudo por un rato. Siente que esto es sólo su culpa. Si no lo hubiese dejado para ir a la empresa de sus padres, su omega no estuviese en un hospital, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Extra Sweet | LuWoo ↺ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora