Extra Sweet | LuWoo ↺ Omegaverse

《Capítulo 17》

Atender una tienda bastante concurrida era muy difícil sobre todo si lo hacía solo, y eso lo tenía en claro MinSeok.

─Gracias por venir a ayudarme con esto chicos, no tenían que hacerlo.

─No digas nada papi, pudiste romperte la espalda.

─Es cierto tío Min, déjanos esto a nosotros.

El mayor de los tres suspira y dibuja una pequeña sonrisa en sus labios, definitivamente tenía a una de las mejores familias del mundo. Era cierto de que ya estaba un poco viejo, pero eso no iba a evitar que hiciera las cosas que más amaba.

Un esfuerzo más bastó para culminar con la tarea de cargar con las flores que la proveedora de confianza de MinSeok trajo hace un par de horas.

─Oh, mis terroncitos de azúcar, en serio agradezco mucho sus ayudas, sobre todo, la tuya DoYoung.

Él niega con una pequeña sonrisa y abraza a su tío con cuidado de no llenarle de sudor, pero por supuesto que al mayor no le importó en lo absoluto.

─No es nada tío Min, salí del trabajo algo temprano y me encontré a JungWoo en el camino porque venía hacía acá. Me pareció una gran idea acompañarlo.

A MinSeok no le queda más remedio que sentirse muy agradecido y con consideración, saca unos pequeños panecillos con mantequilla de maní que él mismo preparó en la mañana, solía llevarlos de refrigerio. Anima a alfa y omega a que coman y les sirve jugo de manzana.

─Hyung, estoy feliz de verte, tenía un rato que no sabía nada de ti. La última vez que visitamos a las tías Hyo y Tae tu estabas en el trabajo. ─admite un poco triste al recordar que no se veían desde hace un tiempo, pero DongYoung se asegura de acariciar con cuidado y delicadeza su rostro.

─Lo siento Woo, esto de ser modelo de una conocida marca es muy difícil, me mantiene muy ocupado todos los días. ─ríe y el mencionado también lo hace.

─¿Quién te manda a ser tan bonito?

─Ser bonitos está en nuestro genes, tonto.

Ambos conversan animados y se cuentan absolutamente todo lo que no lograron decirse durante meses, lo cual era bastante; ciertamente JungWoo omitió algunas cosas de sus historias para no dar largas y vergonzosas explicaciones. Los dos son muy cercanos y se quieren mucho, desde niños se criaron casi como hermanos y se tienen mucha confianza.

MinSeok los observa con una gran sonrisa en su rostro mientras acomoda con cariño y sutileza algunas de sus rosas en sus respectivos floreros frente a los vitrales, a veces se detenía a olerlas con fascinación, aunque la campanilla sobre la puerta revolotea y le obliga a detener lo que hacía.

─Oh, Bienvenida señorita ChengXiao, ¿En qué la puedo ayudar? ─complacido, se dirige a la chica que acaba de entrar a la tienda, se le veía algo cansada y agitada. Con el ritmo de vida que lleva como ama de llaves de una exigente familia no le es de extrañar.

─Es un gusto verlo señor Kim, vengo por las flores de la semana de los señores Wang. Ya sabe, les gusta mantener la mansión de Seúl fresca aunque nunca estén en casa. ─ríe nerviosamente, MinSeok sabe lo recatada que es desde que la conoce, no le gusta mencionar información de más.

JungWoo tenía un oído muy bueno, y como la tienda se encuentra vacía con excepción de ellos, podía oir todo a la perfección. Curioso, observa en dirección a su padre, bajo la atenta mirada de su primo, quien seguía comiéndose todos los panecillos, no le importaba en lo absoluto dejarlo sin bocadillos.