4. Inspiración ✨

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Desde que las grabaciones comenzaron, no he tenido tiempo de distraerme; y Guillermo no me ha facilitado las cosas. Trabajar con él es un reto constante, a pesar de su comprensión, amabilidad y talento, siempre está presionándome hasta el límite. Por un lado, eso me gusta; por otro, empiezo a desgastarme emocionalmente muy rápido. Lo último que me pidió fue... escribir. En realidad he estado intentando armar un guión por mi cuenta para un cortometraje, pero lleva meses atorado. El director me pregunta por qué y yo no sé qué decirle. No puedo decirle que me frustra el miedo al fracaso, y la fama de mi familia no me aligera la carga. ¡Pobre niño que se le tendió el mundo cinematográfico en una bandeja de plata! A veces me avergüenza que se nos reconozca tanto como actores, si no estamos salvando el mundo.

Guillermo se ha esforzado tanto para lograr el éxito en su carrera y ha ayudado a muchos a perseguir sus sueños, como a TN. A ella tampoco se le ha heredado todo.  Ella es gentil y desde que la conocí, me siento cómodo con ella; aunque es más reservada, y no le gustan mucho mis bromas, El Autor me dice mucho de la forma en que ella ve el mundo, como un montón de posibilidades. A veces la veo reflejada en mi personaje, con lo distraída que puede ser, seguro está ideando siempre algo, una historia nueva en cualquier detalle. Y eso es justo lo que Guillermo me pidió, así que decido pedirle ayuda a TN, lo peor que puede pasar es que me diga que no.

En lugar de salir hacia mi departamento, me quedo a esperarla afuera de la sala de guionistas, de donde veo a Jane salir.

—¿Qué haces por aquí, Bill?, ¿necesitas algo?

—No, bueno. ¿TN sigue ahí?

—Sí, sale en un momento. Nos vemos mañana —se despide de mí. Y unos minutos después, sale TN con ese latte en la mano, que ya debe estar helado, cuadernos en los brazos, su mochila colgando y un suéter que intenta ponerse. Es un desastre, pero adorable, siempre me da tanta ternura verla.

—Hola, TN.

—Hola, Skarsgård. —Me fascina cómo le ha dado por llamarme por mi apellido últimamente. Parece que ha estado practicando mi acento sueco, y no sólo el británico de Joe. La noto un poco distraída, está mirando tras de mí y giro para ver qué roba su atención: Jane deja de moverse repentinamente, dice adiós con la mano y se va apresurada.

—¿Tenías que ir con ella?

—No. Sólo se despedía. Mmh, y tú, ¿esperas a alguien?

—De hecho... Te, te esperaba a ti —odio que se me parta la voz cuando voy a pedir algo, o cuando me pongo nervioso, o cuando respondo preguntas. ¿En serio soy actor?, ¿cómo lo logro?

—¡Oh! ¿Qué pasó? ¿Necesitas algo?

—Mmh,  ¿tienes algo que hacer?

—Ir a casa a ponerme mi pijama y ver videos en YouTube —dice con una sonrisa.

—¿Te puedo llevar? —TN me ve dubitativa, pero termina aceptando.

—Bueno, vamos. Gracias... ¿Podemos pasar por comida? Jane se comió mi baguette.

—Claro. Dame, te ayudo. —Tomo sus cuadernos y caminamos hacia mi auto. —¿Qué quieres comer?

—¡Pizza!, tengo mucho antojo...

Le sonrío cuando subimos al auto. Rumbo hacia su casa, pasamos a un restaurante italiano por una pizza para llevar; luego noto que está escribiendo en una de sus libretas. Intento manejar con cuidado para que pueda lograrlo; guardo silencio para no molestarla, aunque de verdad necesito hablar... A pesar de que está concentrada, se da cuenta de mi silencio.

 A pesar de que está concentrada, se da cuenta de mi silencio

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El Autor / Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora