9. Mejor no 💔

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Cuando Nat llegó, me propuse organizar mis ideas. Ella ha sido mi novia por un tiempo considerable; y lo mejor de nuestra relación es que casi no nos vemos físicamente, lo que evita que nuestros egos choquen cada día, porque nuestras personalidades son muy parecidas. Así, cuando por fin nos encontramos, aprovechamos el tiempo... Pero esta visita me tomó desprevenido en un momento muy ocupado y confuso de mi vida.

Estamos a poco más de media filmación, por lo que todo se está haciendo más extenuante. Joe no deja de decirle a todos que el tiempo es dinero, y Guillermo tiene que lidiar con su ira pasivo-agresiva. Ann, una de las productoras ejecutivas, intenta mantener el equilibrio entre el perfeccionismo del director y las prisas de Joe. Pero el ambiente suele tensarse cada que ese hombre quiere meter las manos.

—Me alegra tanto que prevalezca tu genio creativo aunque nos cueste montones de dinero. Gracias —señala Joe con el tono sarcástico que lo caracteriza, además del regañón, claro.

—De nada —responde Guillermo con una sonrisa, para ignorarlo después. Joe se larga casi inmediatamente. Todos en el plató vemos con incomodidad esos momentos; quedamos tan congelados que se puede escuchar el más mínimo ruido en medio del silencio. —Ya que se fue, vamos a seguir.

Con la orden, volvemos a nuestros puestos y el rodaje continúa. En uno de los descansos de diez minutos, me acerco al director, que está revisando el guión en su silla.

—¿Qué pasa, Bill?

—No... no deberías tener que soportarlo.

—No debería, pero tengo que. Así es esta industria... pero tú ya sabes de eso.

—¿Por mi familia?

—No, porque eres un actor, e intentas forjar tu propio nombre. ¿No? —Yo asiento. Siempre me ha alegrado que Guillermo no me haya elegido por mis genes, sino por mí mismo.

—De todas formas no deberías soportarlo. Tú eres mejor.

—Gracias, pero yo no soy mejor que nadie. Aquí todos aprendemos de todos. Yo sólo les doy consejos sobre lo que sé.

—Eres... eres nuestro más grande maestro aquí.

—Me ha costado mucho trabajo llegar hasta donde estoy, Bill. Nunca se me olvida de dónde vengo, pero eso no significa que no quiera crecer por mí mismo. Creo que nos parecemos en eso, ¿verdad?

—Sí, señor —afirmo con una sonrisa. En ese momento, escucho su voz...

—¡Memo! Toma, ya está lista.

TN aparece por detrás de Guillermo y se recarga en su hombro para darle unos papeles que ella misma también observa desde donde está. Luego me mira a mí y sonríe tímida. No hemos hablado mucho desde el festival de música.

—Ok, está muy bien. Mañana graba George, ¿ya te dijo? —Ella asiente. —Distráelo un rato, no quiero que llegue todo estresado porque no deja de comerse las uñas por su debut.

—Bueno... veré qué puedo hacer para que se le olvide. Está un poco ansioso, pobrecito. Voy a verlo.

—Hoy no vino, le di el día. Por eso se enojan conmigo los demás productores —se carcajea.

—Te encanta hacerlos enojar —responde TN con una sonrisa. No puedo dejar de verla. —Entonces lo llamo en un rato. No te preocupes —se despide de él con un beso en la mejilla, y sorpresivamente, de mí también. Por un segundo vuelvo a percibir su aroma y su piel. —Nos vemos, Bill.

 —Nos vemos, Bill

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El Autor / Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora