34. Fanfiction III 📖 El soneto

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—¿Qué opinas: ésta o ésta? —pregunto desde la puerta del baño que da a la habitación, pero me quedo idiotizado cuando la veo con su vestido amarillo pastel.

—Esa, la azul.

—Eres hermosa.

Ella me sonríe sin decir nada, se gira para seguir en lo suyo; me da risa cómo no sabe reaccionar a mis halagos la mayoría de la veces

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Ella me sonríe sin decir nada, se gira para seguir en lo suyo; me da risa cómo no sabe reaccionar a mis halagos la mayoría de la veces.

Salimos de la casa al atardecer, hacia la ubicación donde será la fiesta de la editorial. Ella no habla mucho en el camino, veo que juega con sus dedos, nerviosa.

—Tranquila, sólo serán unas horas.

—Sí —me mira risueña, aunque en sus ojos aún veo su inquietud.

Al llegar al lugar, luego de que damos nuestros nombres, nos llevan a un jardín iluminado por series de luces entre los árboles y lámparas altas que parecen salidas de otro siglo. Es un escenario digno de un cuento, en el que ella encaja bien; giro el cuello para verla: maravillada por la decoración, las luces hacen que sus ojos brillen más todavía, las piedras de sus aretes sueltan chispas de colores... es como si fuera un personaje de sus historias; la tomo de la mano y seguimos al joven que nos lleva a nuestra mesa.

Al sentarnos, varias personas vienen a saludarnos, se presentan con nosotros; algunos son parte de la editorial, otros son escritores como TN. Me sorprende, aunque no tanto, ver que la mayoría de los presentes son hombres.

—¿Todo bien? —me aseguro al notarla ausente. Ella asiente en silencio—. ¿Quieres algo de tomar? Ahí hay bebidas, te voy a traer algo.

—Agua, por favor.

Acaricio su mano y me levanto hacia la barra; mientras pido su vaso de agua, y un trago para mí, alguien que aprieta mi brazo de repente me hace respingar.

—Bill —la misma mujer que fue a darle la invitación a TN se aparece a mi lado, para saludarme. Le respondo evitando decir su nombre, porque no lo recuerdo—. Qué bueno que viniste.

—Sí... —sonrío intentando ocultar mi falta de ganas de platicar.

—¡Mary! —una señora mayor se acerca a ella con entusiasmo: ahora ya recordé su nombre.

Las dos se plantan a platicar en mi camino y me bloquean el paso de regreso a TN. Intento interrumpirlas, pero en vez de eso, me integran a su plática, sin que yo sepa qué decir.

—Es el Autor, Helena —comenta Mary señalándome.

—¡Claro! Bill, ¿verdad? —Yo asiento. —Debes estar emocionado, ¿no? TN va a publicar su tercer libro, qué lindo que viniste a apoyarla —dice Helena, que levanta su mano para darme un ligero pellizco en la mejilla. Parece estar muy bien enterada de muchas cosas.

—Sí, no me lo habría perdido —sonrío; al menos esta vez sí sé de qué hablan, de uno de mis temas favoritos: TN.

—¡Helena!, ¿qué haces? Ya va a empezar —escuchamos la voz molesta de un hombre que aparece a nuestro lado para llevarse a la señora, jalándola por el brazo.

El Autor / Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora