|De Compras.

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La rutina que tenían ambos al comprar cosas era muy simple, a pesar de ya tener muchos años siendo países, parecían dos adolescentes teniendo carreras para ver quién iba más rápido en aquel carrito de supermercado

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La rutina que tenían ambos al comprar cosas era muy simple, a pesar de ya tener muchos años siendo países, parecían dos adolescentes teniendo carreras para ver quién iba más rápido en aquel carrito de supermercado.

Tomaban aquellas cosas que necesitarían para tener una buena tarde de películas, al analizar lo que tenían en el carrito, se podía ver lo tan diferentes que eran respecto a la comida.

México tenía una gran variedad de dulces, podía pasar de lo picante a lo ácido y dulce sin ningún problema, podías encontrar papas fuego junto con unas nuevas botellas de salsa, haciendo contraste con las paletas y gomitas agridulces que tenía también junto con otra botella, pero esta, era de chamoy , comparando cantidades era muy fácil asumir que al mexicano le gustaban mucho más las cosas picantes que las dulces, la cantidad de aquellas paletas era mínima, se empalagaba bastante rápido, odiaba eso de él.

Por otro lado, Chile no tenía grandes cantidades de aquellos dulces, pues prefería las palomitas que su pareja preparaba; aún así había algo que en su lado del carrito predominaba, Chocolates. Le gustaba cualquier tipo de estos dulces; amargos, leche con chocolate, con licor de relleno, blancos, etc... Ese era su dulce favorito, podría pasar toda su vida comiendo aquel alimento que consideraba de los dioses, le gustaba mucho, tal vez demasiado.

—Uhm... Hermoso—

—¿Si Mex?—

—¿No crees que ya es suficiente? Digo, ya pusiste muchos chocolates en el carrito y podrían hacerte daño—

—... Pero es para...—

—No Chile, la última vez me dijiste lo mismo "Son sólo reservas, no me los comeré todos el mismo día" y no pudiste dormir en toda la noche por la azúcar que tenían todos esos chocolates—

No le gustaba que le llamara por su nombre, ya se había acostumbrado tanto a ser llamado con apodos, que ahora el que lo llamará así le hacía pensar que estaba enojado, aún cuando sabe que no es así.

—Bueno, está bien yo devuelvo algunos de mis chocolates, sólo si tú dejas las botellas de salsa, con una es suficiente—

—P-pero...—

—Nada de peros, la última vez no parabas de quejarte del dolor por haber comido tus takis fuego con la salsa, así que regresalas—

—¡O-oye! No me cambies el tema, yo te estaba reclamando a tí—

—¡Eso no importa...!—

—¡Chile!—

Ambos voltearon al escuchar ese nombre, encontrándose con un peruano, quién estaba siendo acompañado por una boliviana.

—¡Oh! Hola México, no sabía que estabas aquí creí que seguías con tus viajes—

—Hola Perú, hace un par de semanas que regresé, creo que es por eso que no sabías jaja—

—Jaja supongo que sí—

—¡Ay! Lo siento por ser grosero, un gusto Bolivia —

—No te preocupes, es un gusto también México, ¡Chile! ¿Por qué no me dijiste que eras amigo de México?—

Bolivia sabía un secreto de Perú.

—E-eh, bueno hace meses que no nos vemos Bolivia, es por eso que no te había dicho pero... No somos amigos jaja—

—¿Cómo? Pero si están aquí, juntos—

—Mex, ¿A qué se refiere Chile con que no son amigos—

—Bueno Perú es que... Somos novios, Llevamos 5 meses juntos jaja—

Y ahora Bolivia también sabía, que le acababan de romper el corazón a Perú.

—A-ah... Me alegro por ustedes—

—¡¿Soy tu mejor amiga y no me dijiste que México era tu novio?! ¡¿Desde hace 5 meses?!—

—Ya te expliqué por qué, oigan chicos, necesitamos su opinión—

—Dinos—

—Yo quiero comprar todos estos chocolates pero México dice que me pueden hacer daño, entonces yo le dije que los dejaba si el regresaba las botellas de salsa, pero él no quiere porque dice que no tiene sentido, obviamente yo tengo la razón ¿Verdad?—

—Desafortunadamente Mex, Chile tiene razón—

—Te lo dije notitas—

—Ash... E-espera, ¿C-cómo me dijiste?—

—Jajaja aww, son tan tiernos juntos, bueno listo, ya dimos nuestra respuesta, nos vemos Chile y Mex—

—¡Nos vemos!—

Al final México sí regresó las botellas de salsa, sólo para que su chilito no se comiera todos esos chocolates.

Décimo séptimo día:

30 ∂íαѕ σтρ -мєχιℓє-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora