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-Azúcar con Miel✨-

-México~-

-¿Sí?-

-No me quiero levantar~-

-Ay mi flojito hermoso... Está bien, te traere el desayuno-

El mexicano se levantó de la cama, ese día en especial había amanecido con un clima muy frío, Chile odiaba estos días, prefería millones de veces más un día soleado, sin nubes y con un clima cálido, lástima que no todos los días eran así.

-Te traje un poco de café en lo que decido que darte de desayunar-

-Gracias hermoso~-

México adoraba tener a un Chile adormilado despertandolo, ya que al estar aún un poco dormido no reflexionaba muy bien lo que decía, era muy probable que lo llamara de alguna forma melosa, cosa que México adoraba, desafortunadamente su pareja no le llamaba de esa forma muy a menudo.

-Y ¿Qué quieres hacer hoy?-

-Sólo quiero dormir, ¿Ya te habían dicho que eres muy calientito?-

Chile dejó con cuidado la taza en el tocador para después jalar a su pareja, obligándolo así, a recostarse en la cama, para después abrazarlo quedando su cabeza en el pecho del norteamericano.

-Jajaja no, nunca me lo habían dicho-

-Bueno, pues ahora lo sabes-

-Me encantaría poder empezar todas mis mañanas contigo-

-A mi también amor... ¿Me cantas una canción?-

-Uh... ¿Cómo cuál?-

-No lo sé, alguna que te recuerde a mi, puede que no sean muchas pero debe haber alguna-

Si supiera que tiene toda una lista de reproducción con todas las canciones que le recuerdan a su pareja.

-U-uhm bueno... Creo que tengo la canción perfecta-

Sueño que tus latidos se confunden con los míos
Que tus suspiros parecieran mis sonidos
Que estas tan cerca que confundo tu voz con mi voz

Y sueño que eres el golpe de todos mis ritmos
El dios de cada uno de los mitos
Hay tanto espacio cuando tú no estás y te vas
Y me refugio en la melancolía de tener tus besos
Con que estés cerca me basta con eso
No se como asumir la soledad

En este momento Chile apretó el agarre que tenía a su pareja, la voz de México le encantaba, era muy cálida a su parecer.

Y despierta, mi alma despierta
Se ha dado cuenta que tenerte
Es mucho más que tener suerte
Y llegas con la tormenta
A demostrarme que sin duda
Con tu paraguas bailaré en la lluvia

Ahora se atrevió a levantar la cabeza para ver al norteamericano a los ojos, realmente le gustaban mucho.

A veces sueño que eres el ruido en todos mis silencios
El árbol donde duermen mis secretos
En este mundo donde solo encuentro paz si tú estás
Y sueño que eres la luz de un sol que no se apaga
Cuando te vas descubro que no hay nada
Que basta solo una caricia y solo así soy feliz

Y me refugio en la melancolía de tener tus besos
Con que estés cerca me basta con eso
No sé como asumir la soledad
Y despierta, mi alma despierta
Se ha dado cuenta que tenerte
Es mucho más que tener suerte
Y llegas con la tormenta
A demostrarme que sin duda
Con tu paraguas bailaré en la lluvia.

México vio como a medida que la canción avanzaba, Chile cerraba sus ojos volviendo a dormirse, esta vez con una sonrisa.

-Te amo Chile, no lo olvides
nunca-

Dijo para dormirse también.