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|Ganas.

⭕ Advertencia: esta parte de la historia contiene escenas +15, si no te gusta este tipo de contenido, puedes saltarte esta parte ⭕

¿Recuerdan a ese Chile atrevido de capítulos pasados? Bien, pues ha vuelto, si bien no es alguien muy sexualmente activo estas últimas semanas no ha podido evitarlo, y es que ¿Cómo hacerlo? México le provoca y ni siquiera lo sabe, cada vez que sale del baño después de bañarse, ese corto tiempo que puede ver ese abdomen definido mientras gotas de agua resbalan por aquella piel canela que desea marcar tanto como  pudiese.

La espera le era simplemente tortuosa y no estaba dispuesto a contenerse más tiempo.

Claramente no obligaría al mexicano a algo que no quisiese hacer pero muy en el fondo sabía que no se equivocaba al asumir que México le deseaba tanto como él lo hacía, y al igual que él, no sabía cuál era el momento perfecto, la manera correcta, no sabía cómo dar el primer paso.

Pero su determinación y perversión, claramente  eran más fuertes.

—Mi amor...—

—¡Hola chilito! ¿Cómo has estado?—

—Bien... ¿Qué estás haciendo?—

—Llenando un par de cosas que me pidió ONU —

—A ver—

Sabía lo que quería.

—¡¿A-amor?!—

—¿Si mi vida?—

—¿P-por qué te sentaste... En medio de mis piernas?—

—¿Te molesta?—

—N-no para nada...—

Y sabía cómo obtenerlo.

Chile empezó a moverse descaradamente de arriba a abajo sobre la entrepierna del mexicano, quién estaba hecho todo un manojo de nervios, temblando cada vez más trataba de contenerse lo mejor que podía, pero parecía imposible, y es que las últimas semanas había esperado tanto por esto, el sentir el abdomen de Chile mientras le abrazaba al dormir ya no era suficiente.

Chile se volteo hacia su pareja enredando sus piernas en su cadera mientras le miraba alternando entre sus ojos y labios, admirando el bonito desastre que era su novio por su culpa, susurrando se atrevió a decir.

—Estoy muy aburrido, tengo ganas de hacer otra cosa~—

Y ahí fue como la fuerza de voluntad del mexicano se rindió ante las provocaciones del chileno.

México dió inicio a un fogoso beso que sorprendió pero hizo sonreír al mismo tiempo a su novio, consiguió lo que quería, ganó.

Ambos empezaron a fingir embestidas sobre las ropas, rozando ambas intimidades jalando desesperadamente las sudaderas que ambos portaban, las ganas de arrancarlaselas mutuamente para sentir un poco más al otro eran demasiadas. Los besos de México siempre le habían encantado especialmente ahora, adoraba la forma en la que lo dejaban sin aire y con impaciencia su novio empezaba otro sin darle tiempo de calmar su acelerada respiración; México decidió pasar una traviesa mano por debajo de la sudadera y camisa de su pareja, acariciando lo que estuviera a su alcance, al mismo tiempo se separaba de sus labios favoritos para apreciar aquella obra maestra, sonrojado, respiración agitada y aquellos ojos llenos del deseo de llegar hasta el final.

Y bueno ¿Quién era México para decirle que no a aquel deseo?.

Chile empezó a besar el cuello de su pareja, mientras esté mismo liberaba al miembro del chileno y empezaba acariciarlo aún sobre la tela del bóxer.

—¡Ah~! México~—

—¡Ngh! V-vaya chilito ¿Te gusta~?—

—P-por favor, hazlo más rápido—

—Tus deseos son órdenes~—

México sacó por completo el miembro del chileno y empezó un vaivén relativamente rápido, Chile empezó a gemir en el oído de su pareja mientras el empezaba a desabrochar el pantalón del antes mencionado, para satisfacerle también.

—Ah~ México—

—Chile~—

El sonido del teléfono los asustó haciendo que pararan en seco, México contestó de inmediato aún teniendo la respiración agitada.

📞Llamada en curso📞
ONU

—¿B-bueno?—

—Estados Unidos Mexicanos, necesito que vengas lo más pronto a mi oficina, se me olvidó entregarte unos documentos sumamente importantes—

—¿Necesita que vaya ahora?—

—Dije Ahora—

📞Llamada finalizada📞
00:15 segundos.

—Chilito, tengo que irme—

—¡Qué se joda ONU! ¡Quieres esto tanto como yo!—

—¡Claro que sí! Pero no quiero una sanción suya—

—¡No puedes dejarme con las ganas!—

—Perdoname pero en serio necesito irme—

—Me las pagarás México—

—Cuando quieras, pero no será hoy, lo siento mi chilito ¡Te amo!—

Le dió un beso fugaz parándose para poder ir a su habitación para arreglar el desastre en que lo había convertido Chile.

Ventiavo día:☑

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¡Aaahhh! Me estoy muriendo, está es la primera vez que escribo algo así,  pero bueno, para las mentes sucias que llegaron hasta el final jajaja ¿Qué les está pareciendo? ¿Algo que les gustaría que  ver en esta historia? ¿Cómo andan? ¿Han tomado agua?

En fin, yo me retiro, ¡Hasta el Próximo capitulo!

—Fa.