|Mordidas.

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Un mes fespués de ese doloroso drama, México y Chile estaban mejor que nunca, ambos se tenían confianza y ahora podían asegurar que no volverían a tener una pelea así, no querían tenerla, ya había sido doloroso una vez y con esa había sido suficie...

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Un mes fespués de ese doloroso drama, México y Chile estaban mejor que nunca, ambos se tenían confianza y ahora podían asegurar que no volverían a tener una pelea así, no querían tenerla, ya había sido doloroso una vez y con esa había sido suficiente para que entendieran que no quieren separarse y dañarse el uno al otro.

¿Y qué tal están con la comunicación? Excelente pero creo que hay algunos detalles que pulir, como por ejemplo...

Hablando de Fetiches, ya sabemos que a Chile le gusta hacer chupones bastante marcados pero ¿A México? a él le gustaba dar mordidas. Le encantaba ver la marca de sus dientes en la piel de su pareja, incluso si era en un momento subido de tono o no, le gustaba hacerlo, era algo como su muestra de cariño.

Pero eso Chile, no lo sabía.

(...)

Era una tarde tranquila, el mexicano y su pareja estaban durmiendo en el cuarto del último mensionado, México acababa de despertar y sintió un poco de hambre por lo que se dirigió a la cocina, no sin antes ver lo bonito que se veía su novio durmiendo y entonces lo vió, su cuello, no había tenido la oportunidad de demostrarle cuánto lo quería con sus marcas, dudó un poco pero si Chile se molestaba, se excusaria diciendo que era una pequeña venganza por aquel chupón que el chileno le había dejado tiempo atrás.

Abrió la boca cerca de esta zona y lo hizo.

Chile trató de reprimir un sonido deseoso de salir, le había sorprendido puesto que no esperaba que el mexicano hiciera eso, ¿Le gustó? Sí, pero quería seguir fingiendo estar dormido para ver hasta donde podía llegar su pareja. El mexicano pudo ver cómo habían unas pequeñas marcas rojizas de sus dientes, una obra maestra, no más hermosa que su pareja por supuesto.

Se levantó y se dirigió hacía la cocina, una vez estando seguro que su novio ya no se encontraba ahí, el chileno se sentó en la cama completamente sonrojado, y pensó:

"Oh no Notitas, no me harás esto de nuevo"

Se levantó de la cama para ir junto a su pareja, aquella perversión que se había mostrado tiempo atrás había vuelto pero esta vez no tenía intenciones de parar, pudo ver cómo México se estaba preparando un pequeño aperitivo.

La manera en la que México vió el cuello del chileno era tierna, sólo quería dejarle en claro cuánto lo quería.

La manera en la que Chile veía el cuello del mexicano era con deseo y un par de deseos impuros. Siendo contrastes el uno del otro como siempre.

Abrazó por detrás a su pareja, disfrutando de aquel aroma tan particular que tenía el mexicano, y como siempre, México no le tomó importancia a las acciones del chileno aunque debía, porque sucedió de nuevo.

-¡Nhg~!-

Aquel jadeo sonaba idéntico a como Chile lo recordaba. México se giró hacia su pareja y pudo ver aquella expresión de picardía que le gustaba tanto, a pesar de haberla olvidado un poco, iniciaron un beso francés que ambos disfrutaban, repetían el mismo patrón que hace meses, como todo había quedado.

Chile se separó que aquellos labios adictivos y empezó a marcar el cuello de su pareja lo que más pudiese, quería escuchar a México por completo, deseo que no pudo ser cumplido ya que era imposible que el mexicano se quedará quieto y él también empezó a hacer aquellas marcas que tenían intenciones tiernas pero ahora, era muy diferente.

-Mhm~-

-¿Te gusta que te muerda?-

-Calla y sígue haciendolo-

-Jaja Claro-

Después de un rato lleno de caricias, chupones y mordidas, se dedicaron a besarse, un beso en el que México no pudo evitar morder los labios de pareja. Ambos se separaron por falta de aire, viéndose fijamente con una sonrisa.

Pero como dijo Chile, esta vez no se quedaría con las ganas.

Ventiavo cuarto día:☑

30 ∂íαѕ σтρ -мєχιℓє-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora