Capítulo 13: Así se oxidan los engranajes de la infancia

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Otro silencio que recordará, otro silencio que hará dudar sobre si sus sospechas podrían hacerse realidad debido a su buen actuar, sus memorias de desgracias comenzarán a almacenarse.

Lincoln: ¿Qué?

Lori: ¿A caso no puedo decirte que te quiero?

Lincoln: Pero... dijiste te amo.

Lori: No creo que sea la primera vez.

Lincoln: Es que... ahora que somos mayores, suena raro.

Lori: Oh, ¿te sientes así? Entonces te lo seguiré diciendo.

Lincoln: Típico de Lori.

Lori: Momento, eso que veo ¿estás rojo?

Lincoln: ¡No digas tonterías!

Lori: Ay está bien, no es para enojarse.

Lincoln: Lo siento, no acostumbro a esto.

Lori: ¿A qué se te dé un poco de cariño?

Lincoln: Auch, pero no, que "Tú" me muestres tanto cariño.

Lori: ¿No que habías dicho que no importaba?

Lincoln: Lo sé, pero, esto suena a amor de... parejas.

La mayor mira con algo de preocupación a otro lado, pensaba que había llegado demasiado lejos con sus bromas; bromas que creía que podrían haber llegado a algo. A lo que se susurra a sí misma.

Lori: Que estúpida.

Lincoln: ¿Ah?

Lori: Fui una idiota, perdón por eso, no creí que te afectara tanto.

Lincoln: También lo siento por tomarme esto a pecho, puede que sean solo bromas, pero es raro.

Lori: Ok... mejor vamos a dormir.

Lincoln: Sería lo mejor, buenas noches.

Lori: Y a ti.

Apagando todo, se recuesta al lado de su hermano, sin siquiera rozarse, mirando hacia la dirección contraria, irritada consigo misma queriéndose golpear por la idiotez que dijo, ¿Cómo se le ocurrió decir eso tan pronto? Ya ni siquiera pensaba en si era malo o no lo que dijo, sino si el tiempo jugaría a su favor o no, esta vez no dejó que entrara para ayudarla actuando por cuenta propia sin planes, solo para que su corazón dejara de molestarle.

Pasaron horas, se movía lentamente para acomodarse y así poder dormir, le era imposible. Hasta que él dijo.

Lincoln: ¿No puedes dormir cierto?

Lori: ¿Te desperté? Lo siento.

Lincoln: No, tan solo... debería irme a mi alcoba.

Lori: Pero, no tienes porqué...

Lincoln: Perdón Lori, creo que no podré dormir, no es por ti, es por... uh...

No había pensado bien en como terminar la frase, con solo dudar la respuesta, su hermana se dio cuenta de inmediato a que se refería.

Lori: Esta bien, comprendo... no tienes que decir nada, fue un mal chiste.

Lincoln: Ya te dije que fue mi culpa.

Lori: Y aun así te vas.

Riendo ligeramente responde.

Lincoln: No es que me vaya para siempre, puede que solo necesite esta noche, Lori, eres genial como compañera de cuarto, podría decir que la mejor entre las demás, me gustaría mencionar que Luan, Lynn y Lucy las tengo en los más profundo del abismo.

Lori: Gracias por el cumplido.

Lincoln: No hay de qué.

"Y allí se va" se decía la mayor mientras lentamente lo veía salir de la habitación, como si estuviese pensando a una velocidad inigualable, "Puede que no venga más ¿cierto?" voces en su cabeza, le decían que hacer, que no, que podría pasar, "Solo dos segundos más y adiós compañía" mientras más se alejaba, más se agitaba, un aura de soledad se cernía en la habitación, la misma sensación de cuando Bobby la dejó, pero por alguna razón... está vez la sentía más pesada. "¿Dejarás que se vaya otra vez?" ¿otra vez? A caso se refería a dejar lo que ella...

Levantándose del piso, rápidamente se acerca al chico albino que todavía no abría la puerta, esta lo deja en contra la pared colocando sus brazos alrededor, como si lo estuviese encerrando.

Lincoln: ¿L-Lori? ¿Qué... que estás haciendo?

Lori: Ahora, finalmente puedo comprender todo...

Riéndose nerviosamente, con una voz claramente temblorosa pregunta.

Lincoln: ¿Qué comprendiste?

Lori: La razón por la que no puedo perdonarme, es porque tengo que hacer algo realmente significativo para estar en paz conmigo misma mientras estoy contigo.

Lincoln: ¿A-ah? Lori por favor, déjame ir a mi cuarto.

Lori: Lo que tengo que hacer es... entregar todo...

Lentamente y de manera suave coloca su mano en la mejilla del peliblanco, acercándose lentamente a su cara, él ya sabía a donde iba todo esto. Un beso, un beso en la boca de su propia hermana, la mayor, con la que comenzaba a llevarse bien como en los viejos tiempos, no era la misma sensación de cuando besó a Ronnie Ann, esta vez sentía totalmente lo contrario, asco, repulsión, rechazo, entre otros similares. Sus pupilas se contraían, trataba de echarse lo más atrás posible, pero le era imposible por la pared, por lo que solo había una opción.

En un rápido movimiento empuja a Lori provocando que se cayera, esta queda sorprendida, pero no tanto como su hermano.

Lori: Q... ¿Qué pasó...?

Pregunta silenciosamente, por el otro lado, el albino exclama con todas sus fuerzas.

Lincoln: ¿¡Qué diablos fue eso!?

Lori: Y-yo...

Lincoln: ¡Responde!

Unos pasos se escuchaban por el pasillo, puede que sus hermanas se hayan despertado

Solo era Lynn.

Lynn: ¿Lincoln? ¿Estás bien?

Lincoln: Yo...

Mira a su hermana todavía tumbada en el piso media acostada sosteniéndose con sus brazos.

Lincoln: Nada, un pequeño problema...

Lynn: Pues hagan silencio, no quiero que Lily lloré toda la noche.

Lincoln: Descuida... ya me iba a mi habitación...

Lynn: Bien, iré al baño, así que te sugiero que no vayas esta noche.

Dice finalmente antes de irse al baño, dejando nuevamente solos a los chicos, lo único positivo de la situación es que todas sus hermanas y sus padres, tenían el sueño demasiado pesado como para prestar atención a lo que pasaba, solo Lynn pudo percatarse por haberse levantado antes.

Lincoln: Tienes suerte, que no le haya dicho a nadie.

Lori: Lincoln, perdón, no quise.

Lincoln: Lori déjame por favor, haré como que nada haya pasado... Es que... como demonios haré tal cosa... quisiste besarme...

Lori: Lincoln...

Lincoln: No hables, solo no... adiós Lori.

Lori: Lincoln, perdón, no quise, era la hora, el sueño, perdóname...

El chico va a su alcoba, al entrar no encuentra a nadie, no sabía dónde estaba Leni, después de todo eso no era de importancia, ni se acordaba que su hermana dormía allí. Al recostarse, sigue pensando en lo pasado, ruega al cielo que fuera un mal sueño, en el que pudiera despertar en el menor tiempo posible; intenta piñizcarse el brazo sin resultado alguno más que dolor; además de sentir la repulsión de gustarle a alguien de su familia, siente tristeza, tristeza por ella que comenzó a depender totalmente de él.

Lincoln: Le gusto a Lori... que asco.

Era lo único que podía decir, realmente tenía ganas de vomitar, y de llorar.

Olvidado (Loricoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora