XII

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Su cabeza estaba apoyada sobre su brazo en aquella gran mesa y mirando a cualquier rincón de la habitación. Con la corazonada de que algo estaba saliendo mal y con sus pensamientos confundidos ante tan repentino comportamiento con el, pero entendiendo el porqué de ello. Sin valor a tomarlo a solas y decirle que volvía a sentirse algo solo ante la falta de atención o de cariño.

Hace una semana llegaron de nuevo a Seúl. Una semana en la que aquella casa se volvió algo silenciosa ante la carencia del azabache, aquella semana en la cual el chico castaño se levantaba de la cama con la esperanza de pasar un rato con su novio, pero cuando se levantaba solo veía una cama vacía y el silencio del lugar lo comenzaba a rodear. Estaba bien y Jungkook comprendía que con todo aquello que pasó en la galería, Taehyung, estaba más que ocupado intentando arreglar aquel desastre inesperado que arruinó sus pequeñas vacaciones y tiempo a solas. Verdaderamente lo entendía y lo respetaba, pero Jungkook nunca pensó que entrase en aquellos planes el que el mayor comenzara a ignorarlo por completo.

Siempre era lo mismo, comenzaba su mañana con un desayuno silencioso y pasaba todo el día bajo sus pensamientos, con la esperanza de que Taehyung llegara a la casa para besarlo y comentarle que todo estaba bien, pero ese día parecía nunca llegar. Entre ellos ya no existía la comunicación y los besos comenzaban a desparecer junto a las sonrisas. Su labio inferior tembló pensando en que no había razón por la cual estar en ese estado, seguramente todo pasaría rápido y con las ganas de despejar su mente salió de aquel apartamento calzándose sus zapatos antes de salir.

Condujo bajo el atardecer de la ciudad, con una mano el volante y con la otra dejando que la uña de su pulgar sea mordida por los dientes de Jungkook, sin notar que aquel 'toc' volvió como hace años atrás. Había ocasiones en las que su labio era mordido con fuerza cerciorándose de que cada vez estaba más cerca del lugar. Bajo del vehículo cuando lo aparcó en el estacionamiento del lugar, quedándose fijo en la entrada y dando un gran suspiro para relajarse. Caminó por los pasillos cuando se adentró y esta vez pensando que no había traído flores. Parando su caminata cuando la tuvo frente a él y con nerviosismo encontrando las palabras en las cuales expresaría todo su dolor acumulado.

Él sabía que no había ganado su guerra contra él y ese mismo le advirtió que perdería. Se estaba rindiendo y tenía que darle la razón al enemigo, porque nunca se imaginó que cuando se fue de su casa iba a estar en tal grado de opresión. Dejó caerse al suelo plantando sus rodillas en él junto con aquellas perlas saladas acumulándose en sus ojos, de su boca salió un sollozó y tuvo que plantar las palmas de sus manos en el suelo para sostenerse. No veía nada a causa de sus lágrimas y parecía patético llorarle a un trozo de piedra con el nombre de Jeon Min-Ki.

Jungkook siempre quiso que su padre estuviera orgulloso de él, es por eso que siempre iba a visitarlo para contarle todo lo bueno que le estaba pasando a su vida, lo mucho que amaba a Taehyung y este la complementaba a la perfección. Pero ahora no parecía ser así y el castaño se dio cuenta de que su padre siempre tuvo razón. Porque su padre nunca le deseo un futuro próspero y de salud, ese señor siempre le deseó todo lo contrario, es por eso que Jeon Jungkook iba a su tumba para presumir de su vida tan maravillosa y recordarle que no podía hacer nada contra él porque ahora estaba muerto.

Pero al parecer el muerto ahora parecía ser Jungkook.

-Tenias razón.- dejó salir en un murmuro. Sus ojos se clavaron en aquella piedra queriendo gritar con rabia e impotencia.- No puedo seguir luchando, padre. No cuando me estoy dando cuenta de que tenías razón y sabes que no puedo mentirte contra esto, porque siempre me sigues a todos lados y me observas destrozado desde arriba.- sollozó con todas sus fuerzas apaciguando aquel sonido proveniente de su celular.- Has ganado. Debí hacerte caso desde un principio y obedecer a la vida que planeasteis madre y tú para mí. Tal vez no hubiera sido feliz pero al menos estarías orgulloso de mi.

¿Qué más da aquello? Sabiendo que todo lo había hecho mal y que debió de hacer caso a sus padres, así por lo menos tendría el orgullo de la familia porque ahora no tenía el orgullo ni aquella felicidad que tanto esperó. Era malo pensar de la misma manera que lo hacía Jungkook, pues ya no le quedaban esperanzas, aquella depresión se hacía cada vez más grande dentro de su pecho y sin poder hacer nada, dudaba del camino que escogió en su vida. Ese camino que escogió junto a Taehyung y que ahora estaba perdido en el sin saber muy bien como continuar solo, porque si, él se sentía solo.

El frío se acumulaba bajo el abrigo para adentrarse en sus costillas, teniendo aquel liguero temblor en su cuerpo. Decidió levantarse del suelo con la esperanza de haberse liberado del todo, por último despidiéndose de la tumba en la que se encontraba su padre y poniendo rumbo a la salida del cementerio. Su teléfono sonó para cuando entró en el coche, lo tomó entre sus manos viendo de quién se trataba y finalmente lo tiró en el asiento del copiloto. Esperó a que aquel cacharro mantuviera silencio mientras su frente se apoyó en aquel volante, lo hizo solo que el celular volvió a sonar siendo insistente y algo molesto para Jungkook. Observó como la pantalla del móvil quedaba bocabajo contra el asiento, pensando si contestar la llamada o no. Finalmente lo hizo.

Aceptó la llamada y solo pegó el teléfono a su oreja mientras guardaba silencio.

-¡Hola, Jungkook!- oyó la vocecita masculina a través de la línea.- He estado llamándote porque Yoongi me preguntó si queríais salir un rato y así cenar juntos, fui al apartamento pero no había nadie así que t-

-Jimin...- sollozó el chico sin poder soportarlo más.

-¿Jungkook? ¿Estás llorando? ¿Estás bien?- insistía el rubio por cada sollozó del castaño.- Dime donde estas, vamos a por ti.

-E-estoy... estoy en...- ¿que estaba haciendo? Tenía que dejar de molestar a las personas de su alrededor. Seguramente Jimin tenía mejores cosas que hacer antes que ir a buscarlo y arruinar su noche. Sus inseguridades volvieron y con ello le llevó a mentir.- Estoy en la cafetería frente a mi trabajo.

-Vamos hacia allí, no te muevas.

Tras aquello la llamada fue colgada. Jungkook apagó el celular y con manos temblorosas se puso camino hacia la carretera buscando algún lugar en el cual podría encontrar tranquilidad. Lo único que quería era estar solo sin que nadie lo molestara, no quería charlas y explicar el porqué se encontraba de ese modo, no quería abrazos y menos consejos. Sabía muy bien lo que tenía que hacer y en ese mismo momento a sus pensamientos llegó la imagen de su padre. Efectivamente, no quería perder más el tiempo y quería hacerle caso. Estaba convencido de que si hacía lo que su padre quería se iba a encontrar mejor, es por eso que comenzaría poco a poco.

Empezando por alejarse lentamente de todas aquellas personas que lo rodeaban.

Esa noche se alojó en un motel a las afueras de Seúl, con su teléfono apagado y dejando que aquellas lágrimas comenzaran a mojar la almohada. No tenía pensamientos de dormir nada así que solo esperaban que las siete de la madrugada marcasen el reloj para poder ir a trabajar a la editorial.

Verdaderamente todo esto comenzaba a quemarlo.

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Hola bebus!💜

Cuando escribo "Eternity" parece que estoy deprimida kabdksjsbd. Bueno... ahora si empieza lo bueno.

Drama, drama, drama, ¡adoro el drama!😂😂😂😂

Os amo!💜

-Att: Lulu🐬

"𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐓𝐘" [ᵛᴷᴼᴼᴷ] SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora