Habían pasado varios días ya no estaba atado pero seguía encerrado y con un cabreo que parecía que me iba a arder la cabeza.
Lo único que llevaba encima era mi túnica, el comunicador que no tenía señal y las hojas ocultas. No era mucho pero era algo.
--Si quieres escapar te puedo ayudar.-- Era esa voz otra vez y venía del comunicador.
--Quien eres? Que quieres?-- En ese momento estaba desesperado, pero quería asegurarme de que no verá un truco.
--Quieres salir si o no?-- Insistió.
--Si, si quiero salir de aquí, a poder ser vivo.-- Aunque estaba desesperado, seguía con mi sarcasmo, inoportuno.
--Tranquilo sigue mis indicaciones al pie de la letra y saldrás vivo de hay.-- Parecía que estaba muí seguro de lo que decía.
De repente se abrió la puerta con un chasquido seco.
--Sal.-- Dijo esa voz.
Me indico el camino a seguir durante bastante rato, no estaba seguro de que seguir a un fantasma, fuera buena idea, pero no había otra opción.
Ande durante una media hora, estaba empezando a cansarme.
--A donde me estas llevando?!-- Pregunte gritando.
--Quieres que te ayudé a escapar? Pues no hagas preguntas y sigue mis indicaciones ya casi estas fuera.-- Seguía ablando con mucha seguridad.
Seguía sin confiar en el, pero algo me decía que debía seguir adelante, que iba a descubrir algo grande, algo que cambiaría mi forma de ver al mundo.
Acabe de subir unas escaleras, salí a una sala. Otra sala!
--Bien, ya has salido del sótano.-- Me dijo de repente.
--Como! Que acabo de salir del sótano!-- Dije muy cabreado.
No podía creer lo, tanto esfuerzo para nada! O eso creía yo...
--Tranquilo a partir de aquí ya no hay nadie, lo único que...-- Dejo la frase a medias.
--Quieres acabar la maldita frase.-- Me quede muy inquieto en ese momento.
--Actualmente estas en la comisaria central de Celestia.-- Aclaro la voz.
Esas palabras fueron como un jarro de agua fría, mi captor era el jefe de seguridad de Celestia.
--No puede ser.-- Estaba muy sorprendido.
--Si que lo es y además, bueno mejor te lo muestro.-- Dijo la voz con un tono inquieto.
De repente se empezaron a encender las luces, no podía creer lo que veía, cientos de miles de seguritrones apilados en esa gran sala.
--Es increíble.-- Dije impresionado.
--Lo se, llevan haciéndolos desde que entraste en aquella cueva.-- Aclaro la voz.
--También lo sabes!?-- Exclame sorprendido.
Joder! Que pasaba, es que todo el mundo sabia que había entrado en esa maldita cueva!
--Si, pero es porque hackeado el sistema y tengo acceso a sus datos.-- Insistió la voz.
--Aaaaa me a quedado muí claro.-- Dije con un tono sarcástico.
En ese momento dejamos de hablar y reanude la marcha para salir de aquel maldito lugar.
Logre salir a la media hora, era de noche y hacia frió.
--Ahora mezcla te con la gente y ben me a buscar, me iré contigo.-- Expuso la voz.
--Un momento quien te a dicho que te puedes venir conmigo?-- Dije.
Me sorprendió su arrogancia.
--Necesitas un hacker no? Y yo necesito salir de esta maldita ciudad, aquí no ahí ni un reto para mi, seguro que contigo encuentro alguno, ha y además soy el mejor.-- Insistió aun mas.
--De acuerdo donde te encuentro.-- Dije sin intención de seguir reclamando dado que la gente me miraba.
Fue un error o no, ya lo descubriremos. Fui a la dirección que me dio. Allí me encontré con el, era un hombre bajo pero fuerte, pelirrojo y de pelo largo. Llevaba una bolsa a la espalda no sabia lo que llevaba pero parecía pesado.
Llegamos a la cueva al amanecer, pero había algo diferente. Cuando entramos todo estaba destrozado, no quedaba nada!
--Jon me escuchas?-- Era Desmont.
--Desmont eres tu!?-- Dije con sorpresa.
--Soy yo, ahora sigue mía indicaciones.-- Parecía preocupado. --Bes hacia mía aposentos y sitúate en el centro del símbolo de la hermandad de la luz, que también se sitúe tu acompañante.--
Nos pusimos en el centro del símbolo y de pronto se abrió una trampilla, donde caímos a un túnel secreto. Increíble mas secretos!
Caminamos por el túnel durante horas, asta que llegamos a una puerta de metal, como la que había en la entada de la base se la hermandad de la luz.
Se abrió allí estaba Desmont, de pie, mirándome, con... Nostalgia.
--Quien es el?-- Pregunto fríamente, para variar.
--El hacker que nos ayudara...-- Le respondí esperando una reprimenda.
--Soy Hank.-- Dijo extendiéndole la mano a Desmont. Y tomándose unas libertades inmensas!
--Bueno yo soy Desmont y el es mi aprendiz Jo...--
--No.-- Dije de repente interrumpiendo a Desmont, lo que fue una gran osadía.
--No que?--pregunto Desmont.
En ese momento respire profundamente y pensé un segundo lo que decir.
--Que ya no soy aquel chico, aquel chico murió cuando recibió aquel disparo en el pecho y se paso tres días encerrado en una puta habitación, yo ya no soy aquel chico y como soy otra persona, ya no me llamó Jon...-- Dije algo nervioso.
Me tome un respiro, cuando escuche.
--Entonces con debemos llamarte? Si puede saberse?-- Pregunto Desmont.
Entonces deje un espacio para pensad y dije.
--Dante!-- Respondí con decisión.