Era un día normal, dentro de lo que cabe aquí en Celestia una de las muchas ciudades flotantes.
Hoy es el festival de al Expansión, donde celebramos que escapamos a la destrucción del planeta tierra y buscamos otro planeta hace quinientos años, actualmente estamos en el año dos mil seiscientos veinte.
Al final encontramos un planeta, Ades ahora es lo que llamamos, hogar.
Me llamo Jon Weick, soy un joven de diecisiete años, listo pero no muy ambicioso, a lo único que me dedicó es a vaguear y a liarla.
Por la tarde, hubo un accidente en uno de los reactores que nos mantenían suspendidos en el aire.
Celestia tubo que tomar tierra ante una gran montaña, los Seguritones alertaron a la gente de que avía ávido un fallo en uno de los reactores y que íbamos a estar un tiempo en aquel lugar.
Rogaron que no abandonaran Celestia para tomar tierra e investigar, algo a lo que no ice caso.
Cuando me di cuenta ya era de noche y no sabía por donde había venido, a si que busque refugio en una cueva cercana.
Cuando conseguí encender un fuego me di cuenta de que aquella cueva era muí profunda, a si que me dispuse a investigarla.
Después de un rato andando me encontré con una puerta, era muí antigua, pase la mano y descubrí una inscripción que decía < aquí yace el ultimo asesino, quien lo despierte mirara al pasado y luchara con ellos >.
Por curiosidad intente abrir la puerta pero no se abría ni siquiera tenia pomo, pero de pronto al lado de la puerta se ilumino una pantalla que pedía la huella de una mano.
Por probar puse la mía la puerta se abrió.
Al entrar escuche la voz de una maquina que decía < despertando al asesino >, cuando escuche esas palabras me asuste y decidí esconderme, de pronto de una cápsula salio un anciano, era verdad despertó ...